Capítulo 11

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Mia y Manuel estaban en su casa. Manuel estaba jugando con Cande, la tenía en una pequeña mecedora y la balanceada, mientras le hacía una que otra carita graciosa.

—Dale, Mi amor, ¿Cuando vas a empezar a decir Mamá o Papá? —le preguntaba a la nena.

—Manu, deja de presionar a la bebé, ella hablará cuando le nazca hacerlo —dijo Mia que estaba en la cocina.

—Mi amor, ya tiene un año, es momento de que hable —dijo Manuel.

—Hay quiénes tardan más en hablar —explicó Mia.

—Anda, di "Papá" —pidió Manuel a Cande.

—Manuel Aguirre, deja de presionar a la nena, hablará cuando lo quiera. —dijo tranquila.

Manu se levantó del suelo, donde jugaba con la bebé, y camino hasta la cocina, donde su esposa estaba.

—Prometeme que no dejaremos que Cande crezca sola. Prometeme que la haremos hermana mayor —pidió Manuel envolviendo a su esposa por la cintura.

—Al menos deja que la bebé aprenda a Caminar y luego hablas de "Agrandar la familia" —

—Tienes razón —dijo Manuel.

—Podemos seguir tratando de conseguirle primitos —dijo Mia.

—Cariño, ellos se odian. Marizza y Pablo sólo se llevan bien de momentos, no creo que logremos que estén de novios. Menos que menos que tengan un hijo —dijo él.

—Hey, ellos si se quieren, ¿No viste como estaban en la fiesta de Cande?, Marizza se molestó con Guido por incomodar a Pablo. Estaban tomados de las manos toda la fiesta y cuando están con Cande... Los veo tan cómodos, tan seguros.

—Son buenos padrinos y buenos amigos... Pero, no sé si sean buena pareja —dijo Manu.

—Mi padre y Sonia también son diferentes y están tan pero tan felices —comentó.

Mia apagó la flama de la estufa y dió la vuelta para abrazar a Manu por delante.

—Anda, ayudame a intentar que ellos... —pidió Mia.

—Marizza esta engabchada de otro y se ve ilusionada, Pablo no le da bola a Marizza —dijo Manu. —Sabes que para mi, Fosforito es como mi hermana, la amó y no quiero arruinar su felicidad y que le rompan el corazón.

—Sé que Marizza esta enganchada de alguien, pero también se que Pablo se puso un poquito celoso al oírlo, ya sabes eso "Ush, me huele a boda". Él es mí mejor amigo, y yo lo conozco tanto como vos a Marizza.

Y... ¿Qué haremos? —preguntó Manu.

—Vamos a ir a cenar —dijo como si nada.

—¿Crees que llevarlos a cenar funcione? —preguntó Maniel.

—Ellos no irán a cenar, nosotros lo haremos y les pediremos que alguno se quedé con la nena y pues... Tendrán que convivir y ya sabes...

En ese momento. La puerta se abrió.

—¿Qué es lo qué Manu sabe? —preguntó Pablo entrando con una gafas de sol y una cara de desvelado.

—Nada. —respondió Mía.—Te ves horrible Pablito, ¿Qué te pasó? —preguntó.

—Anoche... Bueno, digamos que me pasé un poco con el vino —respondió.

Pablo fue rápidamente a ver a Cande, la levantó de la mecedora y le dió un beso en la mejilla.

—Hola, mi vida, ¿Cómo esta mi princesita? —le preguntó a la bebé.

Ella sólo rió.

Pablo la cargo y avanzó hasta sus amigos.

—¿Cómo dejan abandonada a una nenita tan linda? —les preguntó.

—Estabamos hablando de algo —dijo Mia.

—Y justo para eso los necesitamos a Marizza y a vos —dijo Manu.

—Gracias, pero eso de los cuartetos no me agrada —dijo Pablo en joda.

—Sos un estúpido, Pablo.

Justo cuando esa frase salia de los labios de Mia, la puerta se abrió otra vez.

—Llegué en mi momento favorito, decirle sus verdades a Pablito —mencionó Marizza, quién estaba usando algo bastante parecido a lo que pablo llevaba y se veía igual de mal.

—Dale, ¿qué fue día de vete de joda con tu ami-enemigo? —preguntó.

Marizza y Pablo compartieron una mirada instantánea y luego volvieron a la realidda.

—Digamos que sí —respondieron ambos.

Marizza miró a la bebé, que el rubio sostenía y sonrió dulcemente.

—¿Cómo está mi bomboncito? —preguntó mientras besaba las mejillas de la nena.

Pablo le dirigió una linda mirada a Marizza mientras ella le sacaba a la nena de los brazos para sostenerla, tenía una gran sonrisa en el rostro, lo cuál llamó la atención de Pablo.

—Chicos, tenemos que pedirles algo —dijo Mia.

—Emmm, ¿Qué? —preguntó Marizza.

—Verán, con Manu queremos ir a cenar, ya saben, recordar los viejos tiempos. No crean que nos arrepentimos de Cande, pero aveces necesitamos... Ya saben —dijo Mia.

Pablo hizo una cara pervertida y con Marizza exclamaron:

—¡Ahijado nuevo!.

Mia y Manu les sacaron la lengua, muy maduramente.

—En fin, queremos pedirles que cuiden a la nena una noche, ¿puede ser? —pidió Manuel.

—Claro, pero si lo logran, nosotros nombramos al bebé —dijo Pablo.

Manuel rió y dijo:

—Nosotros también tenemos opciones de nombres por si ustedes alguna vez.... Ya saben.

—Chicos, eso no va a pasar —dijo Pablo.

—Lo sabemos ahora, pero esa lista la tenemos desde la secundaria —dijo Mia.

—Mia, tu de verdad que te tomas la relación de pablo y yo MUUY enserio —comentó Marizza. —Aunque... Me da morbo saber los nombres.

Pablo se empezó a reir, abrazó a Marizza por la espalda y dijo:

—Eso nos saca un peso de ensima, ¿cierto,  amor?—dijo con tono de enamorado.

Mia se veía tan feliz que Pablo no pudo evitar susurrale a Marizza.

—Dale, le cumplimos la fantasía y nos deja de joder.

Marizza se soltó del agarre de Pablo y dejó a la niña en la mecedora de vuelta. Regreso a donde estaba el rubio, ahora fue ella quién lo abrazo pero por delante.

—Claro, cariño, pero no hay que hacernos ninguna película aún, primero hay que seguir intentando —respondió en tono dulce acariciando el rostro de Pablo.

Mia estaba en modo fangirl total.

—No me jodas, Mia. Yo era capaz hasta de darle un beso, pero si con un abrazó te pones así, si nos besamos te vas a desmayar —dijo Marizza. —Bueno, yo vuelvo hoy a la noche.

Se despidió de Mia y Manu de abrazo a Cande le beso las mejillas y dijo: "Nos vemos, mi amorcito" y finalmente a Pablo lo abrazó y le susurro: "Tengo algo que decirte. Nos vemos en la noche".

Luego de eso se fue.

























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Un poquito de Pablizza para que no se me sientan mal. Sé que muchos quieren que ya estén juntos, pero...

Por cierto, ya sé que la mayoría ya se esperaba que fuera Marcos el chico que le gusta a Marizza, lo siento, pero yo AMO #BENJAMILA Y #DIEMILA con la misma fuerza.


La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora