Capitulo 87

2.3K 129 40
                                    

Perdieron totalmente la noción del tiempo mientras veían todo lo que sus amigos habían dejado, obviamente no podía terminar todo puesto que algunos eran para cuando Cande fuera más grande, mensajes para ella y era algo que ellos sabían que debían respetar.

Mientras veían algunos de los videos que si eran para ellos, como los primeros dos que habían visto ese día. Finalmente luego de mucho rato sentados ahí buscando, viendo, riendo, llorando, extrañando. Encontraron el que habían estado buscando, el que iba para el momento que estaban pasando.

En la caja Azul estaba un CD con el título

"Cuando tengamos sobris "

Marizza se quedó ahí sentada con el CD en las manos, dudando si ponerlo o no,

—¿Qué pasa?—Preguntó Pablo volviendo con Cande en brazos, quién había despertado de su siesta.

—Lo encontré—Dijo Marizza. Y le mostró el CD a Pablo.

Él lo tomó, le dejó a Cande a Marizza y se levantó a ponerlo. Una vez colocado volvió al sofá, las abrazo a ambas y puso play.

<<Advertencia: No pude evitar que Mia dirigiera el video para quién vos ya sabes, ella esta segurísima. En caso de que se equivocara lee la carta, es más neutra>> dijo la voz de Manuel a modo de narración.

Marizza y Pablo soltaron una risita con ese inicio.

—Es para vos, amor—dijo Marizza.

—Y no sabes cuánto me encanta que así sea—admitió Pablo besando su cabello.

Fue ahí que comenzó un video de ambos, al igual que en todos los otros, sólo que esta vez Mia tenía pañuelos a un lado, quizá lloró luego de grabar alguno de los CDs anteriores a ese.

—Sinceramente no se que decir primero—dijo Manuel—Si llegaste este punto de los CDs muy seguramente es porque estás embarazada.

—No me imagino cómo estarás en este momento. Vos siempre amaste los bebés, desde que éramos pequeñas vos hablabas muy segura de que querías ser madre. —Dijo Mia—Yo tenía mis dudas y fui la primera de las dos.

—Por mi parte yo imagino que estás feliz, que la noticia te encantó y estás muy emocionada —dijo Manuel—Recuerdo cuando Mia y yo les contamos que venía Cande.

Al oír su nombre la pequeña dejó de esconderse en brazos de Pablo y volteó a la pantalla. Veía atenta la imagen, por un momento Marizza pensó que los estaba reconociendo, pero fue poco lo que presto atención porque volvió a acostarse como antes.

—Ese día fue gracioso porque nosotros estábamos muy nerviosos por cómo decirles y su reacción, pensamos que creerían que tener un bebé en nuestras vidas iba a alterar la dinámica de los cuarto, pero nos llevamos una gran sorpresa—recordó Mia.

—Pablo nos dijo rápidamente que quería ser padrino, que así fuera niño o niña le iba a enseñar a jugar fútbol, que le iba a enseñar a tocar guitarra—Manuel sonrió.—Vos, por tu parte dijiste que querías enseñarle a bailar, y que serías la tía consentidora.

—Desde ese momento sabíamos que ustedes tendrían que ser los padrinos y tutores de Cande, que si algo nos llegaba a pasar ella no iba a estar mejor con alguien que no fueran ustedes.—dijo Mia.

Los ojos de Mia se empezaron a poner cristalinos. Al mismo tiempo que el de la pareja que veía las cintas.

—En fin, no estamos acá para profundizar en el porqué de la decisión, esto es porque ahora vos, hermanita, vas a ser mamá.

—Fosforito, no sabes cuánto quisiera poder ver tu cara en este momento, poder ver cómo vas a ser de mamá y cómo serán tus bebés—dijo Manuel.

—Yo tengo curiosidad por saber quién sería el padre de tus hijos —dijo Mia—Aunque estoy 80% segura de que es cierto rubio que todos conocemos.

Pablo miró a Marizza y sonrió. Era increíble como Mia lo sabía incluso antes que ellos.

—Y esperamos que sea acertada la predicción de Mia, porque sino creo que esto sería incómodo de ver con otro hombre—rió Manuel. —Aunque sino es Pablo, igualmente déjame decirte que es un chico muy afortunado, porque enamoró a una mujer bastante complicada.

—Mi amor, yo te apuesto lo que quieras que si es él —dijo Mia—Se les nota que se aman, sólo que no lo aceptan.

—Si no es él será raro!—dijo Manuel provocando que Mia hiciera puchero. Él soltó un suspiro resignado —Está bien, le pondré advertencia a esto. Ándale pues, dilo que quieras.

—Me da mucha ternura el solo imaginar que vos y Pablo finalmente estén juntos, que se hayan dejado de cosa y ya acepten lo que sienten. Ahora el hacer esto para el hipotético caso de que estén por tener un hijo... es simplemente irreal. —admitió—Me gustaría estar ahí para conocer al pequeño ser que engendren ustedes dos.

—Yo si le tengo miedito—admitió Manuel. Mia lo mira como sorprendida.—Imagínate un bebé que sea parte Pablo parte Marizza, va a ser un terremoto.

—Ay amor, yo dudo que nuestra hija vaya a ser tranquila toda su vida, siento que de más grande le va a salir lo Aguirre y va a andar haciendo sus diabluras.

—Ay si, como su parte Colucci es tan santa —dijo Manuel —Además tiene de tíos a dos personas que tampoco son muy tranquilas.

—Por eso, Cande tendría quien le haga segunda en sus locuras, como tenemos nosotros—Dijo Mia—Además imagínate lo lindo que va a ser ese bebé, aún no lo conozco y ya me dió ternura.

—Y siendo honestos, yo siempre he pensado que tienen una gran madera para ser padres, son muy pacientes, son muy atentos y a ambos les gustan los niños, por más que Pablo diga que sólo los ajenos.

—Muchas felicidades, serán muy buenos padres. Marizza cuídate mucho, haz caso a todo lo que te diga el doctor, y no te pongas de cabeza dura. Pablito, cuídate, cuídalos y no sabes cuánto le gustaría estar ahí para verte en esta etapa nueva, cuídate, cuídalos. —dijo Mia

—Sea como sea, sea de quién sea. Estoy segura de que serás una gran mamá, Marizza. Serás de las mejores madres y ese bebito va a ser muy amado.—finalizó Manuel.

Luego de eso ambos se despiden con la mano y el video termina.

Ambos tiene los ojos llenos de lágrimas, ambos sienten un nudo en sus gargantas y estómagos. Ambos los extrañan más que nunca.

—Ellos ya pensaban en esto, en nosotros. En nuestro "terremoto" —dijo Marizza.

—Este bebé era más esperado por ellos que por nosotros—Pablo sonrió al darse cuenta.

—Le vamos a hablar de ellos a nuestro bebé y se los vamos a recordar a la suya, ¿verdad?—dijo Marizza.

—Lo haremos. Claro que lo haremos—dijo Pablo.































🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺🥺

Hasta yo quise llorar.







Voten y comenten

La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora