Capítulo 10

3.3K 121 50
                                    

Pablo no era la clase chico que se quedaba encerrado en casa, el siempre se despertaba, se daba una ducha rápida y se iba afuera a pasar el día con su amigo del trabajo y su esposa. Él al trabajo sólo iba cuando lo llamaban por una emergencia, así que tenía mucho tiempo libre.

Ese día, como Marizza lo había hecho cocinar y desayunar con ella, él no había podido alistarse con la misma rapidez de todos los otros días. Hasta que su amiga abandonó el departamento, él comenzó con su rutina normal. Es así como llegó tarde a la reunión no oficial del grupo de amigos.

—Buenas noches, Pablo —dijo su amigo al verlo llegar, como una broma por el retraso.

—Lo siento, es que... Me quedé dormido —diijo el rubio.

Su amigo lo miró de una manera rara.

—No te preocupes, Pablo, nosotros sabemos que tienes el sueño más pesado que un oso. —dijo la esposa del amigo.—Bueno, voy al baño, ahora vuelvo —avisó la chica.

Ella se levantó y se fue en dirección a los sanitarios.

Mientras, en la mesa, Pablo seguía batallando con la extraña mirada de su amigo.

—¿Te pasa algo?—preguntó.

"Me quedé dormido" mis pelotasdijo el otro hombre. —¿Cómo se llama? —preguntó.

—¿Cómo se llama quién?—respondió con otra pregunta.

—La chica con la que pasate la noche —respondió el hombre.

—No hay tal chica, Tomás —respondió Pablo.

—No me tomes de imbécil, llegas tarde, no te ves tan descansado para alguien que se quedó dormido y no haz pedido comida. —evidenció. —Es obvio que, estás desvelado y desayunaste antes de venir. Tú NUNCA desayunas.

—Tienes habilidad de detective —Comentó Pablo.

—Ya, decime quién fue —pidió Tomás.

—¿Quién fue que cosa? —preguntó Pilar volviendo a la mesa.

—Nada—dijo rápidamente Pablo.

—Quién fue la chica que le causó el desvelo y lo hizo desayunar a la mañana —dijo Tomás.

Pilar solto un chillido y dijo.

—Vaya, usualmente no las llevas a tu departamento y no pasan toda la noche con vos, menos cómo para desayunar. —Pablo se rió de lo bien que lo conocían.

—No es lo que creen. No tuve sexo con ella
—dijo totalmente tranquilo. Sus amigos parecían no creerle. —Ayer, yo me reuní con mis mejores amigos de toda la vida.

—Ah, si, los que te conocen desde niño—Comentó Tomás.

—Esos mismos—confirmó. —Cómo sea, nos reunimos, vimos películas y luego Mia y Manuel se fueron porque la nena ya tenía que descansar. Me quedé charlando con Marizza, nos tomamos una o quizás dos botellas de vino, hasta que, por el efecto del alcohol, ella se quedó dormida. Hoy a la mañana ambos teníamos una resaca horrible y pues nos tardamos más en salir de la cama, pero me sacó casi a patadas para que hiciera el desayuno y luego, como buena mandona, me hizo comerlo con ella.

—Wow, nunca pensé que vos dejaras a alguna persona del sexo femenino, permanecer en tu cama toda una noche —dijo Tomás.

—Hey,tu también pasas la noche con una persona del sexo femenino en la cama —dijo Pablo.

—Pero no es lo mismo. Yo soy su esposa —dijo Pilar —La chica esta, Marizza, no es tu novia, ni nada, por eso nos parece raro.

Pablo sólo sonrió torcido y llamó a un camarero.














La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora