Capitulo 95

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Conforme pasaba el tiempo Pablo y Marizza estaban más y más impacientes, tratando de preparar todo para la llegada del nuevo bebé. Tenían que pintarle un cuarto, comprar una cuna, comprar ropita, un montón de cosas que él solo borraba de su mente cuando Mia y Manuel le hablaba de ello, ya que pensaban que nunca lo necesitarían.

Y ahí estaban, realizando sus compras habituales de cada semana, pero esta vez con paradas en las secciones de ropa para recién nacido.

—Mía me contaba su sistema para comprarle cosas a Cande y nunca le di bola —dijo Marizza.

Pablo era quien iba empujando el carrito de compras, en el que cande iba acostada en la sillita que este traía integrado y Marizza caminando junto a ellos, ya que su vientre le impedía estar cómoda empujando el carro.

—Mía se volvía loca comprando cosas, y cuando venia Cande tenía una excusa mejor para sus compras desenfrenadas —dijo Pablo.

—Ella sería feliz comprando ropa para Santi—dijo Marizza.

Pablo simplemente asintió y siguieron caminado.

—Oye, creo que esto de comprar la ropita se lo podemos dejar a nuestras mamás, ya que ellas están molestas porque no les dejamos participar en la elección del nombre—dijo el rubio.

—Hey de eso no me culpes, vos lo nombraste al nene—dijo Marizza—Yo solo lo aprobé, porque de verdad es un bonito nombre.

Mientras hablaban caminaban cerca de la sección de jugos y Cande comenzó a hacer ruiditos y tratar de acercarse.

—Creo que la nena quiere que llevemos esos —dijo Pablo al ver a la pequeña tratando de llegar a un paquete de juguitos.

—Ay esos benditos juguitos, le encantan y eso que solo le dejo uno luego de su comida—dijo Marizza.

La chica se acercó hasta los jugos para dejarlos en el carro, alejados de la pequeña que ya quería tomar uno.

—De eso nada, peque, los debemos pagar y aún nos faltan cosas por comprar—dijo Marizza.

—¡Mamá!—Se quejó la Cande.

—Candela, no, hace caso —dijo Pablo en tono tranquilo.

Una mujer castaña y de ojos grises que estaba en el pasillo los miró y luego habló.

—¿Vos no sos una cantante?—preguntó a la pelirroja.

—Si, Marizza Andrade—respondió sonriente —¿Conoce mi trabajo?.

—Si, he escuchado algunas de tus canciones, son muy buenas y tu último álbum la rompe total!—dijo la mujer. Fijó su mirada en Marizza, en específico pareció notar la ropa tan amplía que utilizaba—Te ves más delgada en los videos de la TV.

Marizza solo comenzó a borrar su sonrisa gradualmente.

—Si bueno, es que en los videos no tiene 5 meses de embarazo, he ahí la diferencia —dijo Pablo. Notando la incomodidad que presentaba Marizza.

Fue turno de que la atención de la mujer se centrara en Pablo.

—¿Y vos quién sos, Lindo? —preguntó sonriéndole coqueta al rubio.

—Pablo Bustamante, el productor del álbum que te gustó y el esposo de Marizza. —aclaró rápidamente los puntos.

—Ya veo, entonces los nenes son suyos, ¿no?—Señalando a Cande y luego el vientre de Marizza.

—¡Qué observadora que sos! —dijo Pablo sarcásticamente. Tomó la mano de Marizza y agregó —Dale mi amor, vamos por lo que falta.

Entonces la pequeña familia abandonó el pasillo rápidamente, dejando atrás a tan molesta mujer.

La Vida Como La Conocemos(Pablizza).       [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora