La Vida Como La Conocemos(Pablizza). [SIN EDITAR]

Capítulo 17

Hoy era el día de que Simón les mostrara El resultado final de la sesión de fotos que realizaron. Ambas chicas estaban bastabte nerviosas:

Mia porque de esas fotos dependía su campaña y de la campaña dependía todo lo demas.

Marizza, por otro lado, estaba asustada por no haber salido bien en las fotografías y por ende, no serle útil a su amiga para la campaña. Ella sabía lo mucho que esas fotos significaban para Mia.

Ambas chicas estaban tiradas en el sofá pegaditas, era una rara manía que tenían desde pequeñas, cada que estaban ansiosas o asustadas se pegaban mucho a alguien y como hace dos días Manu y Pablo se habian mostrado un poco burlones a esta manía, decidieron no darles bola esta vez.

Manuel y Pablo trataban de distraerlas con cualquier pavada que se les ocurría, les contaron sus días:

Manuel les habló de la película que le habian ofrecido. Les contó lo emocionado que estaba, lo mucho que esa película podría impulsarlo.

Pablo les contó de lo que planeaba para el disco de Marizza, los temas que tenía en mente, le pidió que le mostrara al menos un tema romántico que tuviera.

—Dale Marizza, decime un tema romántico que te guste para hacer un cover o contame si tenés alguna letra —dijo Pablo.

—Si que tengo letras, pero es que no me pinta cantarlas ahora —dijo Marizza—Discúlpame Pablito.

Pablo sólo bufó. Sabía que hacer a Marizza cantar una canción romántica iba a ser bastante difícil.

En ese momento, como una mala pasada, el timbre de la casa sonó. Manuel se levantó, caminó a la puerta, vió por la mirilla y dijo:

—Che, es Simón. Ustedes tortolos, pónganse cariñosos —les dijo.

Marizza pego un saltó y se sentó junto a Pablo, el la rodeó con un brazo y le hicieron una seña a Manuel. Él abrió la puerta:

—Hola Simón —lo saludó

—Hola Manuel —devolvió el saludo.—Y... Nada, venía a mostrarlas fotos —dijo.

—Pása, te estabamos esperando —dijo Manuel. Se corrió hacía un lado para que Simón entrara en la casa.

Lo primero que hizo Simón fue centrar su mirada en Marizza y cómo se encontraba tan tranquila en los brazos de Pablo.

—Hola, ¿Cómo están? —Saludó de manera general, aunque relativamente cerca de Marizza.

La chica volteó, lo miró y le sonrió.

—Hola Simón, es bueno verte otra vez.

Mia notó el tensó ambiente el que estaba su hermana así que se apresuró a hablar.

—Me muero por ver las fotos.

—Quedaron geniales, fue una muy buena estrategia eso de hacer las fotos entre Mia y Marizza. Las fotos están para morirse. —dijo Simón. Luego de eso sus ojos se posaron en Marizza y agregó.—Bueno, que con las mujeres que salen en ellas no era para menos.

—Gracias...—dijo Marizza un poco incómoda.

—¿Ves? Sí yo te dije que saliendo ambas las fotos serían perfectas. Mirá nada más, son hermosas. Sos hermosa —en las últimas dos palabras Pablo acariciaba la mejilla de Marizza. Y ella sonreía.

Simón hizo mala cara ante esas palabras y acciones. Sacó el portátil y comenzó a buscar los archivos.

—Miren estás son las fotos de Mia —dijo y luego de eso mostro un archivo con las fotos que le había tomado a Mia.