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El mujeriego parece resignado a mis comentarios y yo permanezco completamente desinteresada a la situación.

-Niña, ha tenido visita ayer. -me parece estúpido que me diga "niña" cuando solo me lleva un par de años más.

-¿Quién?

-El joven Ryan. Ha venido a invitarla a una fiesta en su casa esta noche, pero usted no estaba y solo dejó el recado.

-Perfecto -digo con una sonrisa. Justo esto es lo que necesitaba para relajarme, una buena fiesta. Comienzo a subir las escaleras a mi habitación, pero otra vez soy interrumpida por la estúpida doméstica- ¡Y ahora que mierdas quieres, Jazmine!

-Perdón, niña Sun Hee -mira de reojo al mujeriego que sigue sin decir una palabra. Se le ve cansado.- También le ha llegado una carta ésta mañana. -todo mi cuerpo se tensa.- la he dejado en su habitación.

-Bien. -Digo y sin más termino de llegar a mi habitación.

¡Maldita sea, Otra puta carta! ¿Hasta cuando va a parar esto? Estoy harta de esto, yo ya he decidido dejar este tema ahí, donde lo vi. ¿por qué no puede dejar de fastidiarme?. Definitivamente no abriré la carta, ya sé qué es lo que contiene y es estúpido que la abra cuando sé que contiene algo desagradable para mis ojos. Resignada la levanto de la cama para después colocarla en una caja donde están más montones de cartas sin abrir. Tendré que conseguir una caja más grande por que en un par de cartas más ya no podré cerrar la tapa. Vuelvo a meter la caja debajo de la cama, donde más cajas pero de recuerdos míos se encuentran ahí.
En lugar de seguir pensando en algo tan desagradable como las cartas decido dar una larga siesta hasta que llegue la noche.
*
*
*
¡Orgasmos benditos! Que bien he dormido. Por la ventana ya se asoma la oscuridad y mi habitación es inundada de ella misma. "La oscuridad adorna bonito tu cara desfigurada" se burla "¿No te ha encantado la hermosa sorpresa?" Sigue burlándose "Pronto estaremos juntos como siempre quisimos, nena, pero cambiaremos un poco los planes"- Maldito bastardo -Expreso con coraje recordando aquella difícil noche de hace cuatro años.
Salgo de la cama y comienzo a prepararme para mi fantástica noche en casa de Ryan. Tomo una ducha relajada. Salgo a mi habitación sólo con mi bata de baño y seco mi cabello. Me da hambre y voy a la cocina en busca de alguien que me prepare algo de comer, ahí se encuentra el mujeriego comiendo algo sentado en la isla de la cocina.

-¿Te has bañado y vestido elegante solo para venir a cenar a la cocina? -me burlo.

-Que graciosa -dice muy sarcástico y frío como siempre mientras sigue leyendo el diario.- iré a visitar a unas amistades.

-¿Amistades? -me sorprende. Levanta la mirada y la encaja en lo que se llega a asomar de mi pecho por el hueco de la bata de baño.

-Conozco muy bien ésta zona. Antes vivía aquí en la ciudad.

-¿Entonces por qué querías hospedarte en un hotel? Seguro tienes casa aquí.

-No me gusta quedarme en ella. -parece incómodo con la conversación.

-¿Has visto a Jazmine?

-Estoy aquí, niña Sun Hee -dice entrando a la cocina.

-Quiero que me subas un sándwich y zumo de naranja a mi habitación en unos minutos.

Ella asiente y yo vuelvo a mi habitación a terminar de vestirme. Cuando ya he comido lo que me trajo la mujigata de la criada, me miro en el grande espejo. Me he puesto un vestido morado muy pegado, es tan corto que apenas me tapa un par de centímetros abajo del culo. Tiene un enorme escote que casi llega hasta mi ombligo casi dejando mis senos expuestos o al menos una parte de ellos lo están, también tiene un escote por la espalda dejándola descubierta. Llevo unas zapatillas plateadas, accesorios plateados y el cabello despeinado que me da un toque salvaje. Me gusta. A mi padre le dará un infarto cuando me vea así, no le gustará nada mi vestuario ¿pero cuando le he hecho caso?.
Rocío perfume en mi y escondo un poco de dinero entre la ropa interior y mi piel, no me gusta cargar con bolsas ni carteras. Salgo de casa y justo el mujeriego está llegando a su auto.
-Creí que ya te habías ido.

-Ya casi -Dice mientras levanta la mirada y me observa de pies a cabeza deteniendose en mi escote.

-¿Me veo bien? -giro en mi lugar para que pueda apreciarme. El traga saliva.

-Si. Muy descubierta ¿no se te hace? -su puto tono frío

-Esa era la intención -le dedico un guiño.

-¿Vas algún lado? -asiento con la cabeza.- ¿vienen por ti?

-pedí un taxi. No tarda en llegar.

-Vamos, te llevo. -No lo pienso dos veces. Esta podría ser una buena oportunidad.

Sin más nos subimos a su auto y lo pone en marcha.

-¿Vas a la fiesta que dijo la muchacha? -pregunta de repente. Yo asiento.

-¿Quieres venir?

-No me gustan las fiestas. Además ya tengo pendientes.

-¿Un familiar? -niega.

-Amistades. -Está claro que no quiere hablar de eso.- ¿No pudiste vestirte más tapada? -pregunta con tono molesto.

-¿No me veo bien?.

-Ese es el problema -murmura pero logro escucharlo.

-¿Qué?

-Nada.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora