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¿Cómo podía si quiera pensar en la posibilidad de no obtener algunas dosis más de él?. Debería poner a prueba lo que él era capaz de hacerme sentir. Él sólo sabía tener ese tipo de relación con las mujeres y tal vez ese sería el único método para enamorarlo. Yo podría utilizar ese método para romper el corazón de Jungkook. Jungkook.... Jungkook... Jungkook. El mujeriego y sus manos de hombre venían a mi mente. Aún lograba recordar la sensación de ellas en mi cuerpo, la manera en la que tocaba mi seno. Sus labios suaves pero firmes que viajaban de mi boca a mi cuello y su gruesa vara que chocaba firme contra mi centro haciendome desear que no hubiese habido ropa de por medio. No fui consciente de como me relamia los labios y mis ojos se cerraron un instante al sentir una oleada de calor que recorrió mi cuerpo. Si, definitivamente utilizaría ese medio para rendirlo a mí. Mejor sería ocupar mi atención en otro lugar. Me dispuse a llenar mi pincel con pintura para ocupar mi mente, pero la patada de rosé en mi pie izquierdo me hizo observarla con un seño de interrogación. Su cara trataba de reprimir la diversión y sus labios la risa. La señal de ella que me avisaba que algo ocurría detrás de mi me hizo girar la cabeza y toparme con la figura de Ginny que contenía los ojos muy abiertos y la vista fija en mi pintura. El rostro completamente de color carmesí, los labios muy separados y los puños cerrados. El momento había llegado.

-¡Oh, Ginny!. Estaba esperando el momento para enseñarte mi pintura. Aún me faltan un par de detalles pero me alegra que te haya encantado. -Las internas nos observaban atentas acercándose a ver mi pintura.

-¡Pero ¿Qué has hecho?! -Ginny se giró hacia mi con contenidas ganas de abofetearme.

-¿No lo has comprendido? -Llevé una mano a mi boca finjiendo asombro.- Mira, te lo explico. Esta figura masculina de aquí -señalé al muchacho desnudo y sentado sobre un pequeño banco, en mi pintura.- es el joven apuesto que has traído hoy. -El muchacho parecía también divertido.- y esta mujer de aquí de espaldas y arrodillada entre las piernas del muchacho ¡eres tú! -doy pequeñas palmaditas. Ginny pasaba del rojo al violeta y podia ver como se contenía para no darme un fuerte golpe- ¿No es genial como he plasmado cada detalle? Observa los anillos en la mano que el muchacho tiene sobre tu cabeza. También observa como su cara demuestra lo bien que le estás haciendo la felación -Nadie pudo retener sus risas por más tiempo.

-¡Esto es demasiado! -Estaba muy cerca de mi rostro. El de ella demostraba el infinito odio que me había ganado por su parte y el mío seguía tan tranquilo como siempre, demostrandole una sonrisa. Me gustaba la exasperación que lograba en las personas. Me gustaba hacerlas explotar de coraje.- ¡No quiero volverte a ver en mi clase!

-Por mi encantada. Pero no creo que a Shely le vaya a gustar esto. Así que tendrás que soportar mi arte hasta que salga de aquí. ¿Qué te parece si la próxima vez te pinto en un sesenta y nueve?. Si, quizas....-hice ademán de estár pensando- ¿Podrias girarte? Necesito ver que tan grande debo hacerte el culo.

-¡Quiero que salga de mi clase! ¡Ahora!.

Solté una carcajada y levanté mis manos, aun con pincel y pintura en ellas, en forma de rendición. Comencé a caminar a la salida mientras trataba de quitarme el mandil que llevaba puesto para evitar mancharme. Lo dejé tirado sobre el suelo y salí de ahí. Bien, habia logrado ya no volver a entrar a esa maldita clase de pintura. Una cosa menos que soportar.

Me di la ducha más relajante desde que había llegado a este odioso lugar. Pronto llegaría la hora de la comida y sabía que tendría que enfrentarme a shely. Me reprendería por lo ocurrido y yo estaba preparada para eso. Creí que la había invocado cuando oí que la puerta de mi dormitorio se abría y después cerraba, pero tan sólo era la puta de Kelly. Ya estaba bastante fastidiada de ella.

-¿A qué se debe tu honorable visita? -no le prestaba atención.

-Sólo tengo una advertencia que hacerte saber.

-Estoy interesada. -revolvía en mi cajón buscando algo con qué sujetar mi cabello.
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-Alejate de mi novio. -La sentí caminar. Solté un carcajada.

-No puedo cumplirte eso.

-Claro que puedes.

-De hecho no.  Te explicaré por qué. - me giré para quedar frente a ella.- no puedo prometerte que me alejaré de él por que no soy yo quien lo busca. Es él quien no puede estár ya sin mis besos.

Creí que su odio hacia mi no podía engrandecerse más. Que equivocada estaba.

-Eres una perra -Ladré cual canino para demostrarle que no era afectada por su comentario. Ella resopló- Te lo diré solo una vez más. No te quiero ver cerca de mi novio en ningún momento. O tendrás que asumir las consecuencias y te aseguro. No serán nada agradables.

-Lo mismo va para ti. -dije avanzando amenazadora hacia ella- Tu ya has hecho tus amenazas y ahora me toca a mi. Si tú -empujé su pecho con mi pulgar- te atreves a hacer algo en mi contra, conocerás la parte más oscura que habita en mi. Por que te aseguro que la Sun Hee que conoces y que tienes en este instante ante tus ojos, se queda bastante corta a la Sun Hee que mantengo oculta. -mis ojos se deleitaban viendo como ella daba pasos lentos hacia atrás cada vez que mi dedo incaba su pecho.- y no se te ocurra mandar a una de tus lame culos para hacer el trabajo sucio a escondidas, por que si algo llega a pasar, tomaré represalias contra ti y me importará una mierda lo mucho que llegue a dañarte.

Si alguien me hubiese dicho que iba a ver un atisbo de miedo en el rostro de Kelly, jamás lo hubiese creído. Pero a pesar del miedo pude ver coraje y advertencia de que ella no se conformaría con esta charla. Estaba segura que ella planearía algo en mi contra y yo...yo estaba deseandolo.

-No te tengo miedo, perra. Tu no eres nadie para advertirme nada. -Dicho eso, se giró sobre los talones y salió del dormitorio.

Me quedé con una sonrisa de satisfacción viendo como desaparecía de mi vista. Necesitaba algo de diversión y estaba segura que con Kelly me divertiría mucho.

El ruido de la puerta al abrirse de repente llamó mi atención. Shely entrando acompañada de dos guardias de la Academia entraron en el dormitorio. El momento había llegado.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora