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-Sun Hee es muy inteligente, es la mejor calificación de literatura, geografía y matemáticas. -dijo sabiendo que no era cierto.

Sun Hee le había confesado una noche, que odiaba esas materias. Que no las habría pasado de no ser gracias a luke que le hacía los trabajos y le pasaba las respuestas durante los exámenes.

Las palabras de Jungkook, le dieron una fuerte bofetada en la cara a Sun Hee. Se avergonzada de ella. Había mentido por que se avergonzaba de ella. ¿Qué era lo que iba a presumirle a su familia si su novia no tenía alguna maldita cualidad?. Ella no sabía tocar el violonchelo, la guitarra o la batería como ellos, era pésima cantando y se le daban horrible las materias. Para lo único que ella era buena, era para causar desastres y después terminar en la comisaría, tatuando a un sherif barrigón con somniferos de más en el café.

Era alguien sin chiste, pero malditamente no iba a pretender ser alguien que no era sólo para agradar a las personas. Que se fuera al diablo Jungkook y todos lo que alguna vez intentaran cambiarla.

-Eso es fantástico, Sun Hee. -Canturreo Luci.

-En realidad no soy buena en ninguna de esas materias, un chico de mi clase me hacía los trabajos aprovechandome de que estaba enamorado de mí. -comenzó a soltar su diarrea verbal- No soy una hija modelo. Adoro a mi padre, pero odio a la perra de mi madre. He aparecido en las revistas y diarios de chismes de todo londres. Mi mejor amiga es lesbiana y hasta hace poco me he enterado de que sólo le gustaba mi vagina. Mis padres no me soportaron más en casa y por eso me mandaron a la Academia para señoritas de la directora Shely. -miradas se encajaron en la mencionada y después de nuevo a Sun Hee. Jungkook estaba sorprendido y no atinada a decir nada. Sun Hee se levantó de la silla, haciendo un ruido seco al arrastrarla contra el piso- y al parecer mi novio se avergüenza de mí diciéndole mentiras a su familia. No soy perfecta, pero esta soy yo y no voy a permitir que nadie se avergüence de mí.

Terminó de decir con los ojos cristalizados, pero ni una sola lágrima se deslizó fuera de ellos.

Entonces se apresuró a salir de ahí. No quería ver nuevamente hacia atrás y encontrarse con decepción en los ojos de cada integrante de aquella agradable familia. Pero sobre todo no quería ver nuevamente a Jungkook. Le dolía lo que había hecho.

Jungkook la vió desaparecer el comedor y el silencio se mantuvo durante varios minutos. Era consciente de las miradas puestas en él, pero en lo único que podía pensar es que era tan idiota por haber dicho aquello. Su intención no era hacerla sentir mal pero ella lo había entendido de otra manera. Creía que se avergonzaba de ella y eso era estúpido por que a pesar de su personalidad tan difícil, también era una chica divertida, vulnerable y, cuando estaba con la Guardia baja, tierna. El sólo había querido que se sintiera cómoda y que la dejarán en paz, después de haberla visto avergonzada durante casi toda la cena. Todo había sido un desastre.

-Jungkook, ¿qué mierda haces ahí sentado? -dijo August- ve tras ella, idiota.

Y en cuando pudo asimilar las palabras de su tío, salió corriendo tras Sun Hee.

La vió a mitad de camino en el jardín frontal. Iba caminando pero tras escucharlo gritarle y darle una miradita sobre su hombro se echó a correr.
Jungkook también corrió con más rapidez que la de antes y al casi llegar a la salida, logró tomarla del codo.

Entonces ya no tuvo más remedio que detenerse, pero aún así se demoró en enfrentarlo y cuando lo hizo, lo hizo con lentitud, pero no lo miró. Estába enfocada en un punto en la acera. Jungkook quería que lo viera a los ojos, quería levantar su barbilla o obligarla, sin embargo, no lo hizo. Algo dentro de él se estrujó al verla con ese gesto sombrío y triste. Era su culpa que estuviera así, no quería lastimarla, de verdad que no quería.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora