035

2.4K 200 21
                                    

El rostro de Shely dejaba muy en claro que no estaba nada contenta y que su visita no era de lo más amistosa del mundo. Los rostros de los gorilas no tenían ninguna expresión en ella.

-¡Shely!, hace cuanto tiempo que no venias a visitarme a mi celda de lujo. -Su expresión era un poema- Oye, hablando de celdas de lujo...¿cuando crees que pueda tener mi primera visita conyugal? -y viendo como Shely contenía el aire tratando de controlar su carácter, solté una gruesa y para nada elegante carcajada.

-Señorita Sun Hee Shin -me advirtió ella, con su tranquila, pero firme voz.

-Relájate, Shely. Ha sido sólo una broma.

-No le he dado permiso para tutearme, Señorita Sun Hee Shin. Por lo tanto vuelvo a ordenarle que cuando se dirija hacia mi persona, me hable de "usted" acompañado de un "Señora Shely" ¿De acuerdo?.

-¡Si, mi capitán! -hablé colocandome firme y dirigiendo el costado de mi mano a mi frente y retirandola en menos de dos segundos. Toda ella demostraba exasperación infinita.

-Estoy al tanto del chistesito que ha cometido contra la señora Ginny en la clase de pintura. -No pude evitar mirarla con gesto divertido al recordar a Ginny con la cara roja como tomate.- Ha exigido que no se le deje entrar de nuevo a su clase.

-Si...que se le va hacer. De verdad lamento ya no poder asistir a la clase de pintura. Era bastante divertida.

Por supuesto que ella no se creía mis palabras y yo no pretendía que lo hiciera. Desde el día en que puse pie en esta cárcel de ricos, le advertí que no quería esa clase, pero ella se negó a mi petición y me propuse a hacer lo posible para lograr no estár en ellas por mucho tiempo y por fin lo logré. O eso creí.

-Entonces para su buena suerte, me alegra informarle que he hablado con la señorita Ginny y he logrado convencerla para que la siga aceptando en clase.

-¡Qué! -no daba crédito a sus palabras. ¿Como era posible que apenas lograr librarme de esa estúpida clase volviera a estár atrapada? ¿Tan rápido Ginny olvidó su enfado y me aceptaba así como así?. Ahora quien se divertía con la situación era Shely- ¿Pero como....?

-No hay nada que un aumento de sueldo y una amenaza de despido, no puedan solucionar.

Tenía ganas de tomar a shely por los hombros y sacudirla hasta que me dejara no asistir a clases. Pero sería muy poco apropiado que le hiciera eso a mi futura madrastra. Decidí mejor no preocuparme por ese asunto por ahora. Ya mas adelante tomaría riendas en este asunto.

-¿Y has venido a decirme esto reforzada por dos gorilas? -levanté una ceja- ¿Acaso me tienes miedo, Shely?

-En absoluto, Sun Hee Shin. Ahora mismo le explico la presencia de Carter y Bill. -Señaló a los gorilas mientras los nombraba.- La imagen que usted ha plasmado sobre aquel muchacho y Ginny, ha sido de lo más denigrante para las dos personas. El plasmar desnudos en las pinturas no es lo mismo a lo que usted ha hecho y con qué fin lo ha hecho. Aquí no toleramos ese comportamiento. Cada error que cometa, siempre se le llamará la atención. Sin embargo, lo que ha hecho con Ginny son travesuras mayores, y las travesuras mayores en esta Academia, traen consecuencias mayores. -Yo la escuchaba con "atención" por que ya sabía lo que me esperaba. Ayudar en algún aseo de la Academia. Sin embargo volví a equivocarme por segunda vez en este día. Las cosas no eran así.- así que las consecuencias de sus actos de este día, será el cuarto de castigo. -ahí abrí los ojos de repente- Y con esto explico la presencia de Carter y Bill. Si usted no acepta a acompañarme por las buenas entonces estos "gorilas" la cargarán y depositarán en el cuarto de castigo.

Okay, la idea de ser encerrada no me era para nada grata. Pero no iba a demostrarle a Shely que estaba pudiendo conmigo.

-Preferiría ser cargada. -me acerqué a uno de los gorilas poniendo una mano en su hombro y levantando mi pierna derecha- Bill, estoy lista para que me lleves en brazos.

-Soy Carter -gruñó.

-Es igual. Llévame.

-Irá caminando, señorita Sun Hee Shin. -informó Shely. Sin previo aviso me sujetó del codo y me arrastró fuera de la habitación.

-Shely, espera. No llevo zapatos puestos.

Ella no detuvo el paso en ningún momento. Siguió arrastrandome.

-No los necesitarás. -¡Que me partiera un rayo si no me caía bien Shely!.

-En ese caso, sigamos avanzando.

Sin emitir ninguna palabra más, seguimos caminando, o más bien ella llevandome a la fuerza, al famoso cuarto ese. Las miradas de las internas se mantenían en nosotras. Yo por mi parte, les lanzaba besos y saludos, agitando la mano cual reina en recorrido. Ellas me sonreían y parecían bastante divertidas con la situación. Se escondían en su dormitorio cual ratas asustadas cuando recibían la mirada de gata enfurecida por parte de Shely, lo cual hacía más graciosa la situación. Al menos para mi.

Nos dirigimos hasta en donde se encontraban los salones de las clases. Caminamos por el largo pasillo y después doblamos a la izquierda. Ahí habían más puertas al lado derecho. Cada una con el nombre de alguna clase. A excepción de una. Esa no tenía placa alguna que contuviera un nombre. Cuando llegamos al final del pasillo topamos con una puerta de madera al igual que las demás. Shely sacó sus llaves y la abrió. Eran escaleras hacia abajo. Esto parecía de alguna película de terror. Estoy casi segura que nada mas tenerme encerrada van a cortarme en trocitos y harán barbacoa conmigo. Se chuparán los dedos y comentarán lo blandito que ha estado la carne que han ingerido. Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos de ella. Debo dejar de ver tantas películas.

Cuando decido ponerle más atención al camino, me doy cuenta que ya no bajamos escaleras, sino que seguimos caminando por un pasillo, muy elegante y nada de telarañas como en las películas, hay bastante iluminación y eso dispersa mis miedos. Por fin llegamos a la única puerta al final del pasillo y me introducen en ella. Es una habitación pequeña. Si a esto se le puede llamar habitación. Tan sólo hay una cama individual con lo que parece el colchón un poco desgastado. Un buró al lado con una pequeña lamparilla. Una mesilla de madera frente a la cama, un jarrón lleno de agua sobre esta así como un vaso de cristal. Y eso es todo lo que había. En la pared que estaba a espaldas de la cama, había una ventana como de tres metros de largo, pero de al menos unos quince centímetros de alto. Aunque quisiera escaparme no cabría por ahí.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora