Cada una armó su equipo. Josh ya se había tardado demasiado y para entonces supe que ya no regresaría a dar la clase. No hubo ninguna apuesta de por medio, pero yo sabía que esto se pondría mal. Y así fue. Cuando el equipo de la rebelde iba ganando por dos canastas y el tiempo ya iba terminando, Kelly requirió a los golpes "no intencionales". Sun Hee estaba tirada en el suelo después de una patada en el tobillo proporcionada por su rival. Esto no era fútbol, era basket y no necesitaba dar de patadas a la gente. Lo impresionante era que a pesar de quejarse tanto por el dolor, a Sun Hee no se le salió ni una sola lágrima. Y era hora de cargarla en brazos. La levanté y todas tenían una sonrisa divertida, a excepción de Kelly. En ella el enojo había aumentado al ver que a mi me importaba una mierda su reacción. Sun Hee, quien seguía sin derramar ninguna lágrima, le dedicó una sonrisa de burla y de victoria.
-¿Te duele mucho? -pregunté cuando ya estaba sentada sobre la camilla de la enfermería.
-La verdad es que ya no tanto. -entonces la miré bajarse de la camilla.
-¿Que haces, Sun Hee Shin? Sube a la camilla.
-Tranquilo -tenía una sonrisa divertida- sólo te demuestro que ya no me duele, creo que sólo fue por el momento -caminaba por el espacio disponible de la pequeña enfermería.
-Debes esperar a que Molly vea las condiciones de tu tobillo.
-Llevamos más de un minuto y ella no aparece. Ya no me duele. Y además quiero ir a ducharme.
-Bien, si quieres irte, vete. -no iba a discutir con ella, si ella quería irse que lo hiciera.
-Puedes venir conmigo y ducharnos juntos -dijo acercándose. Ganas no me faltaban.- desnudos -murmuró lo bastante cerca.
Había estado demasiado tiempo observandola cuando ella jugaba en la clase de Josh. Ahogaba suspiros al ver como la playera de le subía dejando ver su piel cada vez que levantaba los brazos. Había querido besarla y tocarla ¿Y ahora ella me hablaba así? Por favor, que dejara de hablar por que yo no resistiré mucho tiempo más. Y como si pudiese escuchar mis pensamientos, se calló, pero sólo para hacer algo más peligroso. Subió sus manos a mi torso y comenzó a acariciarlo por arriba de la camisa. Yo era más alto que ella por dos cabezas así que tuvo que tomarme del cuello de la camiseta y obligarme a inclinarme para estár a la altura de su cabeza. Entonces mi voluntad quebró al sentir su aliento chocando contra el mío. La besé. Nos besamos de la manera más hambrienta posible. Era una batalla entre nuestras bocas y nuestras manos inquietas. La levanté con total facilidad y ella por instinto me rodeó con sus piernas. La llevé a la camilla y la senté de nuevo quedando yo entre sus piernas. Sus manos se aferraron a mi cuello. Una de las mías estaba en su espalda tratando de acercarla más a mi, y la otra se mantenía en su muslo derecho haciendo algo de presión. Por momentos nos veíamos obligados a separarnos para tomar aire nuevamente, pero nuestras manos no se mantenían quietas. Mi mano izquierda que se mantenía en su espalda ahora se encontraba en su vientre entrando por su playera deportiva, me maravillé al sentir su piel tan suave, esta fue ascendiendo hasta llegar a su pecho que no era muy grande ni muy pequeño, podía abarcarlo perfectamente con mi mano. Un gruñido de aprobación salió de mi boca como la de ella. Esto le gustaba. Las manos de ella estaban por debajo de mi camisa dejando un hormigueo en donde me tocaba. Una de ellas descendió y supe en donde pararía. Me agité por la anticipación de mis pensamientos. Mentiría si dijera que no me gustó cuando tocó mi entrepierna por arriba de la tela. También mentiría si dijera que no me gustó al ver como se mordia el labio al hacerlo.
-Me gusta -murmuró contra mis labios haciendo presión ahí. Si seguía así, la desnudaria aquí mismo.
-Y a mi -murmuré de la misma manera haciendo presión en su pecho. Observé como cerraba sus ojos disfrutando. Mierda, no debí de haberla visto.
Nuestros labios seguían en acción y nuestras lenguas enroscandose una con la otra. Si, quería seguir tocandola aquí mismo. Pero entonces recordé que pronto estaríamos en compañía y sería mejor salir de aquí. Así que me separé de ella haciéndola sobresaltarse por la sorpresa. Acomodé su ropa en su lugar y también la mía. Ella me observó con el ceño fruncido. La imagen de ella con los labios rojos e inchados no ayudaba para nada.
-Molly entrará en cualquier momento -me vi dandole una explicación, a lo que ella asintió y bajó de la camilla.
-Entonces....¿Cuánto tiempo tendrá que transcurrir esta vez? -Preguntó mientras se aliñaba el cabello.
No sabía a lo que se refería. No entendía su pregunta y me quedé ahí esperando a que dijera algo más para aclararme las dudas. Pero por supuesto ella no me lo dijo.
-¿A qué se refiere, Sun Hee shin?
-¿A qué más?. Siempre que ocurre algún acercamiento entre nosotros, transcurren días, semanas, en que tengamos uno nuevamente. Eso sí, cada uno más intenso que el anterior. Pero no entiendo qué te hace esperar tantos días.
La tomé del brazo y comencé a llevarla fuera de la enfermería.
-Salgamos de aquí. Molly no tarda en llegar.
Escuché un resoplido de su parte. A mitad del pasillo nos encontramos con Molly que caminaba a toda prisa. Al vernos se detuvo frente a nosotros haciéndonos frenar.
-Jungkook, me han avisado que has llevado a una de las internas a enfermería. ¿Es ella?
-Si, Molly. -contesté tranquilamente.- hemos estado esperándote por unos minutos y no has aparecido -le hablaba con tono reprobatorio. Ella se encogía en su lugar por mi tono tranquilo pero serio.
-Lo siento. Era mi hora de comida así que..
-Primero está la salud de las internas, ¿Verdad?. -ella asintió frenéticamente. .
-Lo siento -volvió a disculparse.-Puedes regresar, Molly. La señorita se siente mejor. Parece que sólo fue el dolor del momento.
-Puedo revisarla y darle algún hungüento..
-No es necesario.
Sin esperar algún tipo de respuesta de ella, seguí con mi camino llevando a Sun Hee conmigo, quien extrañamente se mantenía muy callada y pensativa.
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Atrápame Si Puedes... | JJK ✔️
FanfictionPuedo ser tu peor pesadilla. Me amarás por error y me odiarás intencional. Si no estás conmigo, estás en mi contra. Te utilizaré a mi convenencia. Desearás no haberme conocido nunca. No hay vida perfecta y mucho menos personas perfectas. Soy Sun Hee...