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-Creo que nos han ganado el sitio -Es lo que dice una de las internas que se encuentra recargada en el marco de la puerta. No sé su nombre y no me interesa, pero si me interesa de quien viene acompañada. El mujeriego. Este tiene del brazo a James que lo mira con fijeza y después a mi.

-La fiesta es afuera, en el salón e incluso en el patio. -Habla Jungkook- Y no está permitido lo que ustedes hicieron, no se permite relaciones entre internos.

-¿Y entre trabajadores e internas, si? -arqueo una ceja y me recargo en la lavadora.- por que estoy casi segura que esto es menos grave.

Los labios del mujeriego se convierten en una fina línea. Mi sonrisa es de total burla y la de James también. La interna se mantiene de brazos cruzados solamente poniendo atención a lo que decimos.

-Vamos, James. Busquemos otro lugar. -James intenta soltarse del agarre de Jungkook, pero este no se lo permite.

-¿Quieres soltarme? -su tono es molesto.

-No. -dice simplemente- los llevaré al salón para asegurarme de que van a estar ahí.

-¿Y yo qué? -se atreve a hablar la interna que desde ya me parece odiosa.

-Has lo que quieras. -responde total desinteresado. Es estúpido.

-Pero...

-Hoy no será -le asegura con total seriedad. Ella me observa con total odio.

-¿La llevarás a dormir contigo otra vez? -pregunta irónica después de volver la vista a él que entorna los ojos molesto por su comentario. Yo dejo escapar una risa totalmente divertida. James parece no entender nada.

-Eso a ti no te interesa.

Es lo ultimo que le dice antes de tomarme por el brazo y arrastrarnos a James y a mi fuera del cuarto de lavado, dejando ahí a una interna histérica gritando insultos a él y a mi.

-Oye, puedes soltarnos que sabemos el camino -habla James.

-No me fío de ustedes. - me mira a mi- menos de ti.

-Descuida que no me interesa que lo hagas.

-Bueno, igual buscaremos la manera de volver hacer lo anterior en algún otro lugar -advierte James con total tranquilidad. Lo veo divertida y le dedico un guiño cómplice. El mujeriego aprieta más su agarre en nuestro brazo o no sé si sólo en el mío.

-Estoy deseando ese momento. -le respondo a James soltando un beso en el aire.- me pareció que eres un buen besador.

-Oh, calla. Tengo toda la certeza de que tú eres la mujer que jodidamente mejor me ha besado.

Y no pudo haberlo dicho en mejor momento. Sonrío completamente victoriosa y dirijo mi mirada hacia el rostro de aquel estúpido que dijo que no sabía besar. Este solamente hace una mueca que no sé si clasificar como molestia o indiferencia. Ya ninguno volvemos a hablar. James y yo dejamos que nos lleve hasta donde se llevaba a cabo la peor fiesta que jamás había asistido en la vida.
El resto de la noche ya no volví a ver a Jungkook.
*
*
*
Habían pasado ya dos semanas desde que había ingresado a la maldita Academia. Cada día odiaba más mi estancia aquí. Odiaba que me hicieran levantar y dormir temprano. Odiaba esa maldita clase de pintura. Odiaba la maldita clase de té con una de las putas mayores. Odiaba que Shely me diera estúpidas órdenes que yo no estaba dispuesta a cumplir. Odiaba que me amenazara con mandarme al "cuarto de castigo". Pero admito que también habían momentos divertidos. Siempre me divertía haciendo enojar a las putas del mujeriego. En especial a Kelly. Pero ¿Saben que es lo que más odiaba?. Odiaba el maldito hecho de que mis planes no estuvieran saliendo como yo quería. El mujeriego tenía bastante voluntad, no es que yo no haya intentado miles de cosas para hacerlo caer, pero él siempre parecía que iba a ceder y siempre me sorprendía con que siempre no. No es que yo deseara un beso suyo, pero debo admitir que que sentía ciertas molestias cuando pensaba en ese beso que me había dado hace dos semanas, y yo....yo quería repetirlo. Es decir; me había besado tan jodidamente bien que era probablemente el mejor beso ardiente que me han dado. No, esperen. Es el mejor beso que me han dado. Pero eso no tengo por qué admitirselo a él, ni a nadie.
Me estaba costando demasiado poder hacer que este hombre me deseara y me amara. Los demás anteriores a él siempre pedian mi número en los primeros días y me invitaban a salir. Para todos suponía un reto por que los rechazaba cuando sabía que ellos vendrían detrás justo como los necesitaba. Jamás me comporté dulce con ninguno de ellos, y probablemente eso es lo que el mujeriego quería, una chica dulce y tierna, una que yo no estaba dispuesta a darle. Jamás volvería a ser la misma niña frágil de antes.
Estaba dispuesta a rendirme, eso era lo mejor, yo no soportaba estár más encerrada en esta maldita Academia de mierda. Jisoo, había salido hace apenas unos días y nos dieron una nueva compañera de dormitorio. La tipa no me caía mal, pero prefería a jisoo. Por si fuera poco Lisa aún no lograba entrar a la Academia, y para variar el punto más grande, el mujeriego no cedía a mi del todo y yo ya me había enfadado del maldito juego del afloja y aprieta con él. Así que si, estaba dispuesta a salirme de la Academia a como diera lugar. Ya tenía todo planeado para esta noche. Pero de pronto cuando ya estaba decidida a abandonar mi orgullo, una señal llegó a mi, una señal de que no todo estaba como parecía, habían posibilidades de lograr mi objetivo. Si, esa señal llegó a mi justo cuando iba de camino al jardín, iba atravesando los pasillos cuando esa señal abrió una de las puertas y entonces una mano me jaló hacia dentro de ella arrancandome un gritito para después cerrar la puerta y pegar mi espalda contra esa puerta manteniendome en la oscuridad. Unas manos sujetaron las mías con fuerza pegandolas a cada lado de mi cabeza y un cuerpo se pegó al mío. Entonces supe que era él, su olor y su respiro fueron identificados por mi cuerpo. No me dió tiempo de pensar o empujarlo lejos de mi, por que sus labios no me dejaron recuperarme de la sorpresa cuando su lengua ya se había introducido en mi boca recorriendo cada espacio de ella y conociendo cada rincón como un desesperado. Yo enseguida le correspondí el beso con la misma ferocidad con la que él me besaba. De pronto sus manos descendieron y liberaron las mías las cuales se aferraron a su camisa como si mi vida dependiera de ello. Sus manos continuaron un camino hacia el sur acariciando mi vientre por arriba de las telas, pero eso no le era suficiente y a mi tampoco, una de sus manos se guió a mi espalda baja y logró tocar un poco mi piel, comenzó a trazar movimientos circulares que eran bastante agradables. Yo no fui consciente del momento en el que mis manos se trasladaron a su nuca empujandolo hacia mi para profundizar el beso. No quería que hubiese un solo milímetro que alejara su cuerpo del mío. Si, definitivamente tenía que quedarme en la estúpida Academia para intentar lo que ahora sé, es posible. Quizás había algo carnal entre nosotros. ¿y si me dejaba llevar por la sensación? no lo sé, parece una buena idea para el placer. Al fin y al cabo Luke ya no está conmigo para propocionarmelo y el mujeriego parece ser una buena opción. Podría disfrutar el tiempo en el que logro enamorarlo y hacer de su vida una completa mierda. No sé los minutos que transcurrieron, pero no despegamos nuestras bocas hasta que los dos necesitábamos llenar de aire nuevamente nuestros pulmones. Entonces él fue quien habló por que yo seguía tratando de recuperar mi capacidad de hablar.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora