Atrápame Si Puedes... | JJK ✔️

053

Jungkook volvió a comprobar lo bien que sabía esa jovencita de diecisiete años, quién con un quejido le dio la bienvenida mientras le rodeaba el cuello con los brazos para acercarlo más a ella.

No era suficiente y se alzó de puntillas para acoplarse mejor a su cuerpo. El pudor la había abandonado dejándola sólo con el deseo desnudo ante lo que ese hombre le provocaba. Se dedicó a sentir su lengua invadiendola una y otra vez, haciendo que su cabeza le diera vueltas debido al placer. Los dientes de Jungkook le mordian los labios mientras ella se retorcía muriéndose por que las manos de Jungkook se deslizaran tocándola por todo el cuerpo.

Le acarició la nuca con una mano mientras la otra le desabrochó la chaqueta. Necesitaba sentir su piel bajo la palma de su mano. Pronto sintió la suavidad de su camisa. Tiró de ella y con un suspiro de placer, que él recibió directamente de su boca, lo acarició con deleite.

Su piel era tan suave y ardiente como la recordaba y el contorno de sus músculos bajo sus caricias le hacían estragos a su buen juicio. El juicio que ella misma abandonó sin importarle que aún siguiese enojada con Jungkook, era tiempo de sentir y se entregó a ello por completo.

Jungkook la había besado con intención de hacerle entender un punto, pero más bien había sido por excusa para poder sentir esos maravillosos labios que deseaba por todo el día.

Su intención era el de un simple beso, pero ella había cambiado las cosas y no sería él quien la detendría. No podía seguir engañandose, la deseaba para él y ni James, ni luke, ni ningún otro podría apartarla de su lado. Así se arrepintiera mil veces de su decisión.

En cuando puso los labios en su tentadora boca, se supo perdido para siempre. No se quejaba, eso nunca, pero el fuego que Sun Hee despertaba en él no podría apagarse con unos simples besos. La necesidad de poseerla por completo lo consumía hasta la desesperación.

Mantuvo las manos en la pared mientras ella se fundida en su cuerpo, mientras lo tocaba directamente dejando su piel consumiendose de deseo. Arañó la pared para mantener sus manos apartadas de ella. No confiaba con poder controlarse si le ponía un dedo encima y ese no era el momento más adecuado debido a lo ocurrido.

Estuvo a punto de apartarse cuando la escuchó y ya no hubo vuelta atrás. Ronroneaba y eso lo volvía completamente loco. Amaba ese sonido y maldito fuera si no conseguía volver a oírlo.

Le tomó el rostro entre las manos para poder devorarla a su gusto. Quería tocarla por todos lados a la vez y al mismo tiempo quería deleitarse con cada centímetro de su piel, con cada curva de su cuerpo.

Ella le arañó la espalda y él disfrutó de la sensación. Pensó en que realmente era una fierecilla muy apasionada y le correspondió alzandola por el trasero para que notara lo excitado que se encontraba en esos momentos.

-Rodeame con las piernas, Sun -susurró en su boca y sonrió cuando ella lo obedeció de inmediato.

Le besó el rostro sin dejar un sólo lugar sin recorrer y luego le dedicó especial atención a su oreja. La mordisqueó y succionó su lóbulo haciéndola gemir al notar el calor de su aliento. Jungkook la apretó contra su miembro y ella se contoneó haciéndolo gruñir una maldición.

-Dios, Sun... -Le musitó en el oído.

-¿Te duele? -preguntó ella parando el movimiento.

En respuesta Jungkook movió sus caderas contra su pelvis y ella lanzó un suspiro de satisfacción. Esa mujer lo tenía atrapado, pero en ese momento no le importaba en absoluto.

La falda de Sun Hee estaba enroscada en sus caderas, Jungkook la apartó y de un fuerte tirón rompió la ropa interior para poder tocarla mejor. Ella comenzó a removerse intentando retirar las piernas de la cintura de Jungkook, pues pronto comenzaba a recordar lo que había pasado con Mi-young. Jungkook rápidamente le acarició la piel desnuda haciéndola derretirse de nuevo. Sus dedos acariciaban sus muslos afianzandolos alrededor de él. Era como tocar la más fina seda y era suya para poder hacer con ella lo que quisiera.