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Los siguientes días pasaron aburridos y monótonos. Sun Hee llevaba cuatro días sola en el departamento de rosé, aún con su maleta hecha.
Había salido solamente al supermercado, y al parque que había frente al edificio. Por órdenes de Jungkook no había salido durante la noche y también por órdenes de Jungkook no había ido a ninguna discoteca. Aunque la verdad no había discotecas a las cuales ir. Sólo habían bares en donde asistían más hombres que mujeres.

No le sorprendió que en la primer mañana que amanecía en su nuevo hogar, una carta apareciera en su correspondencia y automáticamente la guardó junto a las demás cartas que tampoco fueron abiertas.

Jungkook no la había ido a visitar desde el domingo que la había ido a dejar al departamento y sólo se había comunicado con ella por llamadas.

Por el contrario, Jungkook se la había pasado trabajando en la Academia para caballeros y no terminaba hasta tarde. Estaba ansioso por ver a su fierecilla y besarla. Sabía que si se quedaba viviendo en la Academia habían menos oportunidades de verla y disfrutar de su joven cuerpo. Por eso, el miércoles se tomó un tiempo durante el día para ir a ver a su tía e informarle que seguiría trabajando para ella, más no se quedaría a pasar la noche ahí, si no que lo haría en su apartamento.

Shely, aceptó con un tanto de tristeza, pues eso significaría que sólo vería a su sobrino durante las reuniones de la Academia, pues ahora que él se estaba encargando de la Academia para caballeros no lo había visto días completos, entonces más difícil sería verlo con él viviendo solo.

A lo largo de los últimos meses lo había visto comportándose de una manera diferente. Estaba actuando raro y algo sospechoso, pero sin duda se veía más alegre. Parecía que el mal humor y la frialdad que se habían instalado en él desde la muerte de sus padres, al fin estaban desapareciendo y eso definitivamente la hacía más feliz a ella. No había nada que no deseara más que ver feliz a su hijo, por que eso era lo que Jungkook era para ella, un hijo.

***

El viernes por la tarde rosé llegó a su departamento y festejaron que al fin vivirían juntas. Decidieron que esa noche festejarían con una cena y un par de invitados. Por supuesto que Jungkook no estaba enterado de nada, pero tampoco es como si a Sun Hee le interesara, pues había estado encerrada durante seis días y se merecía eso.

Por la noche ambas estaban más que contentas de estár bebiendo vodka como todas unas adultas. Los invitados tan sólo eran seis personas. Ashton, James, Brad y Paul, quienes habían escapado de la Academia hacía más de diez días. Jisoo quien, al enterarse de que sus antiguas compañeras de dormitorio estaban por fin libres, no dudó en hacer un viaje de más de tres horas para ir con ellas. Y una amiga de rosé que vivía a sólo unas pocas calles del edificio.

-Así que....¿cómo se siente vivir con tu amiga lejos de tus padres? -preguntó James dejándose caer en el sofá junto a Sun Hee.

-Sinceramente estos días han apestado. -contestó ella, para después beber de la botella- he estado encerrada durante estos días y sin ninguna compañía, pero ahora que rosé está aquí, sé que la voy a pasar genial.

-Cuando estés sola y necesites compañía, puedes llamarme y estaré aquí. -dijo él arrebatandole la botella para darle un trago.

-Ten por seguro que lo haré si es necesario, pero primero debes anotar tu número.

Sun Hee le pasó su celular para que registrara su número y James, con una sonrisa satisfactoria procedió a hacerlo.

-Creo que...-extendió el celular a ella- te llaman.

Ella tomó el celular con rapidez y contestó sin ver quien era, pues se imaginaba que seria Jungkook.

-No he salido a ninguna parte, hoy sólo fui al supermercado en compañía de rosé y regresamos aquí. -contestó un tanto irritada.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora