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-Espero que cuando estemos solos en otro lugar, te muestres igual de atrevida que ahora. -Jungkook empleó un tono seductor que a ella la dejó sin aliento. Sentir su respiración en su oído le parecía desgarradoramente fascinante. Ella temblaba.- estás sonrojada y nerviosa -Siguió susurrando y en un acto desprevenido para Sun Hee, cerró sus dientes en el lóbulo de ella para después jalarlo suavemente. Sonrió al escuchar el suspiró de la joven, la cual se había quedado deseando más que eso con los ojos cerrados.

-Jungkook.. -fue lo único que pudo articular.

Él ignoró su llamado y recompuso su postura como si nada hubiese pasado.

-Ve a ducharte y descanza un poco.

-¿Cuando...

Jungkook no la dejó terminar la pregunta. Sabía lo que ella diría.

-Pronto.

Ella estaba un poco molesta por la interrupción de él. No, mentía. Estaba molesta por que sabía que sus "pronto" eran días de no dirigirse la palabra ni encontrarse a solas. Pero eso era algo que no admitiría ni para ella misma.

-Bien.

Fue lo único que estaba dispuesta a decir. El tono cortante no fue desapercibido para Jungkook, pero no le dió importancia por que sabía la actitud de Sun Hee. Con un leve asentimiento de cabeza, salió de ahí y fue a ocuparse en el trabajo que le esperaba en la oficina de su tía.

Sun Hee por su parte, tomó una ducha después de que rosé salió del baño. Ella se fue a su primera clase ni un poco extrañada por la actitud molesta que Sun Hee había tomado de repente. Ya se había acostumbrado a sus cambios de humores, pero ahora parecían atacarla con más fuerza.
*
Durante el almuerzo los murmullos sobre ella y Jungkook viajaban de diferentes bocas para llegar a otros oídos. Desde hacía ya un mes que eran el centro de atención de las internas, pero cada vez era peor. El tema de que a Jungkook se le había visto salir del dormitorio de ella hace dias, con los pantalones oprimiendole el frente, estaba cesando. Pero otro chisme nuevo rondaba. Se murmuraba que ese mismo día se les había visto salir juntos del cuarto de castigo. Lo cual era raro para todas las internas sabiendo que sería Shely o alguna de sus trabajadoras quienes debían de hacer eso. A Jungkook no se le permitía estár a solas con una interna y menos en un lugar tan solo como ese. Todas sabían que algo estaba ocurriendo entre ellos y eso para nada le agradaba a Kelly. Ella se moría del coraje, pero estaba convencida de que haría algo para cambiar las cosas entre ellos o al menos lo intentaría. Además, en caso de que los rumores fueran ciertos, estaba más que segura de que Jungkook se aburriria de Sun Hee como de todas las demás amantes y terminaría dejándola botada muy rápido. Youra y Mi-young no estaban al tanto de esto. No sabían que Jungkook tenía una nueva amante y mucho menos que se sentía muy atraído por ella.
Sun Hee tuvo que soportar las odiosas clases. Odiaba que youra le diera órdenes durante la clase de té. Órdenes que ella no cumplía. Lo único que a ella le divertía eran los murmullos sobre su no confirmado...lo que sea que tenía con Jungkook, que se oían por toda la Academia.

La noche llegó bastante rápido. Después de que Mi-young pasara por los dormitorios a cerciorarse de que todas estaban en sus camas a las nueve en punto, salió sigilosamente y caminó por los pasillos. Al llegar a aquella puerta que la tenía con curiosidad, se dedicó a tratar de abrirla con un pasador. Lo logró en un par de minutos y al abrir la puerta inmediatamente le gustó el lugar. Cerró detrás de ella cersiorandose de cerrar con pestillo. Era un pequeño balcón que daba a la calle trasera de la Academia. Podría escapar por ahí de no ser por que todo estaba abarrotado impidiendo la salida de quien se encontrara ahí. Había una banca blanca al lado derecho de la puerta pegada a la pared, una macetera grande al lado izquierdo y unas cortinas grises recorridas a cada lado del balcón. Al lado izquierdo donde se encontraba la macetera, tambien había una barrita a la altura de su estómago en donde pequeñas macetitas se encontraban. Era un lugar tranquilo e inmediatamente supo que ese a partir de ahora sería el lugar al que escaparía cuando lo deseara.
*
*
Las siguientes cuatro noches siguió visitando ese lugar que le traía cierta paz. Le gustaba estár sola por unas horas, pero el quinto día no disfrutó de la soledad. Se alarmó al oír que una llave se introducía en la cerradura y la perilla giraba. Estaba tan asustada por que ya no le permitieran visitar ese lugar. La puerta se abrió y los dos se quedaron pasmados al encontrarse ahí. Sun Hee mostró cierto alivio, pero Jungkook estaba confundido y la observaba con una mirada seria. Cerró la puerta tras él.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora