022

2.6K 232 8
                                    

JUNGKOOK.

Caigo agitado en la cama al lado de la chica rubia, Denisse. Amiga de la secundaria.

-Estuviste estupendo, Jungkook. Como siempre. -Mueve su dedo índice sobre mi pecho dibujando círculos.- Me sorprendiste cuando me llamaste. Hace meses que no venias a verme.

-No he tenido tiempo, Denisse.

-Lo sé. Tampoco es como que me necesites por que tienes a muchas otras. -dice molesta.

-Ya lo sabes. O te conformas con esto o con nada.

-¿Ha pasado algo hoy?

-¿Por qué tendría que pasar algo?

-Por que en cuando llegué te lanzaste a mi y ni tiempo me diste de saludarte o de beber algo.

- No tengo por qué darte explicaciones.

-Pasó algo. -afirma- cuando llegué ya estabas...am...excitado.

-Eso no te incumbe. -Suena mi teléfono y contesto- Diga...

-Joven, Jungkook. Habla Jazmine.

-Ya, ¿Qué pasó, Jazmine?

-Hablo para preguntarle si usted sabe a donde ha ido la niña Sun Hee. -su tono es preocupada.

-Si, la he dejado de pasada ¿pasa algo?.

-Es que los señores no vendrán a dormir esta noche, regresan por la mañana y la niña Sun Hee tampoco ha regresado... -La interrumpo.

-¿No ha llegado? -me siento en la cama de un sólo movimiento- ¡pero si son las tres de la mañana!

-Es por eso que le hablaba. Acaba de llamar a casa hace unos minutos, quiere que vayan por ella pero ni el chófer ni yo sabemos donde está, ella no trae su celular y el celular de donde nos llamó suena apagado. Ella iba a decirnos donde estaba pero se cortó la llamada. Le pido que por favor nos de la dirección de donde la dejó para poder ir por ella. -suspiro molesto mientras paso una mano por mi cabello.

-No te preocupes. Iré por ella a donde la dejé y vamos para allá.

-Gracias, joven. -parece aliviada.

Cuelgo la llamada y me levanto de la cama para vestirme.

-¿Te vas? -pregunta sin creérselo.

-Vístete. Te dejaré en tu casa.

-¿Enserio sólo viniste a acostarte conmigo? -la miro incrédulo de que me haga esa pregunta.

-Ya sé la respuesta -Se levanta y comienza a vestirse.- pero que sepas que esto es denigrante, es muy denigrante.

-Cuando quieras esto puede terminar. Si no me aburro antes. -denisse me lanza una mirada furiosa y yo me encojo de hombros.

Al llegar en la fiesta en la que dejé a la rebelde. Obligué a denisse a quedarse en el auto mientras yo me adentro en la casa buscando a la chica que horas atrás se atrevió a casi besarme. En esa casa ya no queda rastro de gente. Parece que la fiesta  se ha acabado. Sin embargo la puerta de la casa está abierta y aún queda un par de autos estacionados. Sale una muy baja música de esa casa y las luces siguen encendidas. Cada vez que me acerco logro escuchar con mas claridad carcajadas salir. Una vez adentro de la casa, me dirijo a lo que parece la sala, de donde provienen las risas. Logro sorprenderme y enojarme al mismo tiempo. Una imagen desagradable ante mi vista. Muchas imágenes además de las que estoy viendo pasan por mi mente. Las personas parecían no percatarse de mi presencia. Personas devorandose sexualmente ante todos, otros bailando mientras consumían marihuana a través de una pipa. La mesita de centro mantenía botellas de alcohol, cocaína y marihuana. La imagen que más me hizo enojar esa noche fue la de Sun Hee descalza en tan sólo ropa interior con una pipa entre su mano derecha y su boca, mientras bailaba frente a tres tipos que depositaban billetes en el borde de su ropa interior. Estos hacían amagos de tocarla pero ella inmediatamente les pegaba un fuerte manotazo que terminaba haciendo que ellos solo desistieran y siguieran apresiandola. Ya no podía más ver esa escena tan desagradable.

-Sun Hee -la llamé tan fuerte como pude, pero ella ni siquiera pareció escuchar mi voz.- ¡Sun Hee! -volví a llamarla con más fuerza. Ella tan solo me dedicó una mirada y volvió a lo suyo como si no me conociera. Esta vez tumbó todo lo que había en la mesa de centro y se subió. Me apresuré a acercarme a ella y tomarla por el brazo fuertemente haciendo que ella volviera a mirarme.

-Hola, guapo. ¿Podrías soltarme? Mi gente espera a que culmine mi show.

-Nos vamos -dije con dureza.

-Oh, cariño, eres un chico guapo. -acerca su rostro al mío con intenciones de quien sabe qué. Yo me aparto pero sin soltar mi agarre de su brazo.
-Nos vamos ahora, Sun Hee. -ella sonríe con malicia. Y ahora parece conocerme.

-Llévame a donde quieras. -susurra en mi oído. Paso mi mano libre por mi cara con evidente exasperación.

-¿Dónde está tu vestido?

-No tengo idea. -se suelta en carcajadas.

Comienzo a buscar el vestido con la mirada, no lo encuentro por ningún lado, pero después me percato de que éste está atado en la cabeza de uno de los tres tipos que aplaudía a Sun Hee mientras ella bailaba. Se lo arranco de la cabeza con nada de sutileza y saco a la rebelde de la sala. Casi al salir de la casa me detengo y me dedico a ponerle el vestido, tirando al suelo los cochinos dólares que había entre su ropa intetior. No tengo ni idea de si quiera el motivo de ponerle el vestido si está muy destapado. Cosa que me fascinó cuando la vi salir de su casa, pero ahora estoy muy enojado como para prestarle atención a su cuerpo.

-Creí que no necesitaríamos ropa -comentó ella con un puchero y algo de...¿decepción?, no lo sé.

-Cállate, Sun Hee Shin. Ahorita no quiero hablar contigo, ni escucharte.

-Entonces mejor me quedo aquí en donde me atendían muy bien.

-Tú no te quedas. Te vas -Comienzo a arrastrarla del brazo hasta sacarla de la casa pero ella pone bastante resistencia a pesar de su estado.

-Déjame, mujeriego -ruedo los ojos ante el apodo que me ha puesto.- no iré contigo, a menos que.... ¿Crees que podríamos divertirnos hoy?

No le contesto. Esta niña logra sacarme de mis casillas fácilmente. Detengo los pasos, me giro hacia ella y sin previo aviso la levanto de las piernas con un brazo haciendo que su cuerpo descanse en mi hombro. Ella emite un grito de sorpresa y después ríe. Soy consciente de tan corto vestido que lleva puesto. Tanteo con mi mano libre el borde de su vestido y lo jalo para cubrir su trasero. Camino en dirección al auto y en instantes siento una palmada en el trasero. Me parece divertido su atrevimiento pero no tanto como para lograr olvidar mi enfado.

-Vaya que lo tienes firme.-es lo que se le ocurre decir.

Al llegar a mi auto Denisse está fuera de él recargada en la puerta del chofer. No le presto la más mínima atención y abro la puerta trasera del auto para introducir a la drogada joven dentro de él.

Atrápame Si Puedes... | JJK  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora