DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS
CAPITULO 45
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Prácticamente había abandonado a su ejército dándoles solo una orden, no dudaba que ellos podrían hacerse cargo de la situación, porque prácticamente el Sur estaba abandonado, un mínimo ejercito rebelde había tomado el palacio, ni siquiera tenían preparación militar adecuada, no sería difícil para el Oeste retomar el control de la capital. La búsqueda de Lord Shiro se había desplazado a tema secundario, ni siquiera podía estar seguro de que el Kitsune realmente estuviera vivo.
Ahora su única preocupación rondaba en su compañera, las palabras que aquel hanyou le había dicho justo antes de desaparecer lograron volverlo loco.
-Era un señuelo. -Aseguro Sesshomaru al ver la baratija de madera que ahora descansaba en el piso.
-Así es señor. -Aseguro Naraku. -Esto era solo un modo de distracción mientras mi amo jugaba un poco con Kagome. -Explico divertido
La razón de Sesshomaru se quebró cuando escucho el nombre de su pareja salir de los labios de aquel hanyou desconocido, Yakko despertó y lo empujo a matarlo, no dudaba que lo hubiera despedazado allí mismo si no fuera porque se había desvanecido dejando solo otra marioneta de madera en el lugar.
Ahora el estaba furioso, enloquecido, y necesitaba respuestas. Corrió con todas sus fuerzas a la entrada del palacio y abandono el lugar devuelta al Oeste, en donde seguramente ya se encontraría ella. Debía encontrarla y protegerla, y mas ahora que sus poderes eran inestables.
Yakko gruño por que se le permita la transformación, pero sabía que su esfera de teletransportación era un poco más rápida que el mismo Yakko. Envuelto en ella se alejo de los terrenos de la capital, estaba muy lejos, le tomaría tiempo llegar, y Yakko lo estaba torturando con sus gruñidos quebrando su conciencia.
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La llegada a la capital del Oeste al fin había sucedido, había sido un viaje largo de muchos días, y ella estaba cansada. Hotaru había vuelto a la conciencia ese día, parecía algo pérdida y desubicada, pero se veía menos enferma, no pudo verla mucho tiempo porque su dama de compañía se la había llevado indicando que necesitaba de un sanador rápidamente.
Kagome sin embargo a pesar de que quería revisar a la neko tenía otras cosas que hacer, y eran de atención inmediata. Se lavo rápidamente en el onsen, se vistió lo mejor que pudo siempre con las indirectas de Sora de lo inadecuado que era remangarse las mangas del kimono para que no la molestaran al escribir. Hizo talvez unos diez pergaminos de purificación y sellado y se los guardo en el obi del kimono. Sora parecía molesta al ver sus manos manchadas de tinta, pero no dijo nada y la ayudo a lavárselas.
Cuando termino de imbuir reiki en los pergaminos frescos se levanto mas agotada que antes, había sido mortalmente difícil concentrarse en sacar el reiki de su pecho en donde parecía concentrarse, y aún peor había sido el sacarlo de sus manos para bañar el papel. Era su única opción hasta que volviera a ser la misma de antes, los pergaminos la mantendrían protegida.
-¿Donde está Yume y Ai? -Le pregunto a Sora que estaba arreglando una arruga de su kimono de seda naranja de lindos dibujos de cataratas plateadas.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018
FanfictionGanadora del tercer lugar en la categoría fanfic de los Blue Awards 2017 Cuando Kagome le pide a la perla que se destruya todo resplandece, aturdida como estaba es transportada lejos, despertara sola, cambiada y como el arma más poderosa, codiciada...