DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS
CAPITULO 46
-Escúchame bien Yume, quiero que vayas con Ai, si puedes intenta llevarla al palacio, si no lo logras, quiero que corras a pedir ayuda. –Le explico Kagome mientras sacaba de una de sus mangas algunos de los pergaminos que había escrito más temprano ese día. El papel concentraba una buena cantidad de poder, por supuesto un poder que había sido forzado a salir, era rebelde, pero funcional. –Rebélate. –Susurro cuando lanzo varios pergaminos al frente y estos fueron atraídos como imanes hacia varias kekkais que parecían ocultar a algunos sagrados de sus ojos.
Los pergaminos chocaron contra las pequeñas esferas de energía deshaciéndolas. Varias mikos se volvieron visibles y le apuntaron con sus armas, la mayoría con el típico arco sagrado, y otras con espadas o simplemente cascabeles ceremoniales que eran para aquellas en la que su especialidad consistía en el atado por medio de movimientos y sonidos específicos. Recordaba haber visto los movimientos dibujados en un pergamino, era una de las aptitudes favoritas de Midoriko, el movimiento de kagura, aunque realmente no creía que aquellas mikos supieran hacerlo completamente bien, puesto que solo la casa de la luna tenía guardado los movimientos completos para finalizar el baile y darle su mayor potencial de ataque. Ella lo sabía por supuesto, Irasue había insistido en que debía aprender todo tipo de ataque, pero ella lo detestaba, cualquier movimiento mínimamente parecido a una danza le recordaba un baile fallido en la escuela cuando todos se rieron de ella al caer del escenario. Simplemente recuerdos vergonzosos.
-Colegas. –Las saludo con una sonrisa gentil. Aunque en el fondo estaba alerta a cualquier actitud, no quería generar ninguna forma de ataque para no comenzar una batalla que incluso si estaba claro que ganaría podría perjudicar el frágil estado de la situación bélica de la nación.
-¡Traidora, mujer de demonios! –Grito una joven miko, que a simple vista Kagome podría llamar puberta. Tal vez una preadolescente.
-Es mi compañero, estoy casada ¿así que cual es el pecado de eso? –Pregunto ella firmemente.
-¡Con un youkai! –Grito otra.
Kagome miro fríamente a la otra miko adolescente. –No sabes nada niña.
Su tono frio llenó de cólera a las sagradas más jóvenes, eran impetuosas por supuesto, muchas de ellas tenían su edad física, ninguna comparación adecuada claramente, puesto que, aunque ella se veía muy joven en apariencia su mente había envejecido bastante.
-Miko de youkais. –La llamo una sagrada ya de edad avanzada, con el cabello canoso entretejido en un moño a media altura, y en su mano un viejo atado de cascabeles en forma de colmena con cintas blancas trenzadas entre ellas que sonaban con cada paso que daba la mujer semi encorvada. –¿Estas dispuesta a cerrar esta disputa youkai-ningen? –Le pregunto quedando solo a dos metros de la azabache.
Kagome sonrió, no se sentía amedrentada ante la vieja miko, en sus ojos veía conocimiento y la apreciación de un saber que ninguna de las otras pequeñas mikos sabía. –Por supuesto que estaría dispuesta, aunque me temo que sea demasiado tarde, han ocurrido cuestiones irreversibles que seguramente quedaran en los recuerdos de estas y las siguientes generaciones, e incluso probablemente se tergiverse la historia en un futuro. ¿Usted me entiende verdad?
-Por supuesto que sí, solo pocas de nosotras sabemos la verdad de nuestro origen, es algo que en cierta forma debería avergonzarnos, pero la costumbre querida niña es algo de lo que es difícil salir.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018
FanfictionGanadora del tercer lugar en la categoría fanfic de los Blue Awards 2017 Cuando Kagome le pide a la perla que se destruya todo resplandece, aturdida como estaba es transportada lejos, despertara sola, cambiada y como el arma más poderosa, codiciada...