DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS
CAPITULO 43
-¿Que te paso en el ala Kuurio? –Pregunto divertido.
El dragón negro gruño ante la alusión de su ala semi rota y respiro con un pesado humo de azufre saliendo de sus fauces. -¿Yasha eres tan idiota como para caer en una trampa? –Pregunto intentando fastidiarlo.
Yasha sonrió aun más afiladamente y meneo la cola resuelta que se batía causando una buena ráfaga de viento que se llevaba algunos escombros de un lado a otro. –¿Crees que puedes vencerme Kuurio? –Pregunto fanfarrón.
Las escamas negras se alzaron aterradoramente mientras la fiebre furiosa se alzaba en el dragón y un cumulo del color de la lava comenzaba a formarse en el pecho del dragón mientras inhalaba fuertemente.
-¿Le lanzaras a este un ataque de fuego? –Se mofo divertido.
El dragón casi escupió la enorme bola de fuego en un atisbo de rabia y no midió el enorme estruendo que causaría sobre la cueva que apenas y se sostenía sobre sus cabezas. Yasha retrocedió cuando una enorme pila de rocas se desmorono cerca de él y su enorme cuerpo que apenas estaba empezando a contener se balanceo sin equilibrio y choco contra uno de los muros aumentando la ola destructiva de la cueva que se agrieto aun mas y comenzó a temblar llenando el aire de polvo. –¡Mira lo que me has hecho que este haga! –Refunfuño Yasha esquivando los escombros y las bolas de fuego que lanzaba el dragón inconscientemente sin esquivar las rocas que caían sobre el mismo.
No pasaron ni dos minutos cuando la cueva se desplomo dejando solo una enorme planicie deforme de escombros y tierra rocosa. Cinco minutos después de que ambas bestias parecían haber sido sepultadas vivas, se sintió un temblor bajo la tierra, un gruñido potente, y una enorme pata platinada sobresalió de los escombros y se empujo hacia la superficie rabiando por ver su platinado pelaje sucio de polvo y escombros.
-¡Maldito Kuurio hijo de p***! –Se quejo sacudiéndose rápidamente, y mirando nuevamente entre los escombros sin ver al dragón. –Estúpido. –Culmino de decir cuando creyó que el dragón habría perecido ante el peso.
Se dio media vuelta refunfuñando sobre trampas estúpidas y se topo frente a frente con una ningen pequeñísima. -¿Quién eres? –Pregunto olisqueando el aroma de la onna, sin realmente encontrar nada. –¿Por qué no hueles? –Pregunto sospechoso.
Ella lo miro fijamente, ni una emoción pasando por su rostro, casi tan parecido al rostro estoico de un youkai que casi escupe su malestar, detestaba la poca pasión de los youkai, por eso mismo decidió ser la bestia de un hanyou, al menos ellos tenían emociones.
-¿Eres la bestia de Inuyasha? –Pregunto la onna seriamente.
Yasha se agacho un poco hasta quedar lo más cerca posible de la onna y miro detalladamente su apariencia. –¿Eres la mujer de Yakko? –Pregunto curioso.
Ella sonrió, pero incluso si Yasha no podía sentir ni un atisbo de energía de ella, sabía que aquella sonrisa era malévola.
-¿Eres ella? –Pregunto nuevamente, teniendo el fuerte presentimiento de que no lo era, pero dudando si atacarla o no, puesto que si realmente lo fuera Yakko lo mataría.
Ella asintió. –Soy Kagome. –Contesto dulcemente. Yasha frunció el hocico ante la evidente actitud frívola oculta tras la falsa sonrisa de muñeca de la mujer de su gemelo. –Pues te sientes diferente de la última vez que te vi. –Contesto algo molesto por la clase de mujer frívola que se busco Yakko.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018
FanficGanadora del tercer lugar en la categoría fanfic de los Blue Awards 2017 Cuando Kagome le pide a la perla que se destruya todo resplandece, aturdida como estaba es transportada lejos, despertara sola, cambiada y como el arma más poderosa, codiciada...