CAPÍTULO 32

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ACLARACIONES:

Los diálogos están con - y se cierran también con -

Los pensamientos están con " " y en cursiva

Los cambios de escena se verán con….*…

Si no se ven ninguno de estos signos y aun así continua, es solo la narración de los hechos.

DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.

*AMANE2306*

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS

CAPITULO 32

-¿Oye joya porque ese idiota me está mirando con esa cara? –Kagome siguió la mirada de Inuyasha hasta el youkai frente a ellos, era alto, relativamente delgado y con apariencia nada amable, ¿de que raza seria? no tenía ni idea, tenía unos ojos rasgados muy orientales de color calipso, el cabello corto de un lado y muy largo del otro de un color celeste agua, uno muy poco común, uno que solo había visto una sola vez. Tenía un aspecto muy familiar, sin duda era un youkai muy hermoso y también parecía especialmente enojado con Inuyasha.

-Yo que sé, a ti es al que parece que quiere asesinar, a mi sin embargo parece mirarme como si fuera un crítico de arte y yo fuera La Mona Lisa. –Comento ella, había notado la admiración y respeto en el brillo calipso de sus ojos, era raro porque era un completo desconocido, y ya tenía suficiente con que todos los guardias del palacio la miraran de la misma forma.

-¿Mona? –Pregunto Inuyasha con burla. –No creo que te mire de esa forma, aunque entendería porque lo crees, tu cara sinceramente es…

-Mejor cállate antes de que ese youkai te desmembré. –Amenazo ella viendo como el extraño intruso parecía tenso ante la burla de Inuyasha.

-¡Keh! Que lo intente si quiere, yo puedo con él. –Reto Inuyasha.

-Este no lo cree, el general Hotaka es uno de los más fuertes de la tropa del Oeste. –Los brazos de Sesshomaru rodearon su vientre nuevamente, tomándola desprevenida cuando apoyo su rostro en uno de sus hombros y la hizo apoyar su espalda en su pecho.

-¿¡Porque ese idiota me mira así!? ¡Dile que deje de hacerlo o le parto la cara! –Exigió Inuyasha, mirando de nuevo al youkai que ahora se acercaba irguiendo la espalda y mirando con total respeto a Sesshomaru.

-Hotaka se encargara de protegerlos, así que deberías hacer lo que él dice. –Inuyasha casi salto en su sitio de rabia, mientras gruñía inconforme ante la idea, miro a su vez a Hotaka que se había detenido frente a Sesshomaru y lo saludaba con una ligera inclinación menos dramática que los sirvientes pero lo suficientemente cortes.

-¡Yo no necesito niñera! –Se quejo Inuyasha. –No quiero que nadie me este vigilando la espalda.

-Si me disculpa Inuyasha sama, yo no vigilo la espalda de nadie, yo protejo, y más aun si se trata de la señora del Oeste y el cachorro pequeño de Inu no Taisho sama.

-¿¡A quien le dices pequeño!? –Se altero Inuyasha dispuesto a lanzarse en puños contra Hotaka.

-Mantente quieto Inuyasha. –Le advirtió Sesshomaru, estaba molesto por la actitud del menor.

-Mejor haz caso. –Comento a su vez la azabache. –Te ves realmente inmaduro y poco fiable con esa actitud de niño caprichoso.

-¿Que… dijiste? –Tembló de rabia el menor de los peliplatas, mientras miraba a Kagome como si lo hubiera traicionado. –¡El empezó al mirarme tan feo!

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora