CAPITULO 55

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DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.

********AMANE2306********

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS

CAPITULO FINAL PARTE 3

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ORIGINALMENTE ESTE CAP TENIA 47 HOJAS PERO LOS DIVIDIRÉ EN DOS.

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El viento era cálido y agradable, la primavera había llegado en algún momento y ella se perdió las suficientes en el sueño, el aroma del aire limpio y fresco que traía consigo una gran variedad de olores, desde las flores, la tierra y hasta la hierba del suelo. El sonido tranquilizador del agua le indicaba la presencia de un arroyo muy cerca de allí.

Abrió los ojos que ahora ya se habían acostumbrado a la potencia de la luz, los hermosos colores de la primavera y la naturaleza le hicieron erizar la piel. El pequeño en sus brazos se removió y abrió los ojos mientras la miraba desde su regazo con sus largas pestañas oscuras y su mirada ámbar. - ¿Te desperté? -Pregunto ella.

El negó tan ligeramente que si no lo hubiera mirado todos esos días por horas y horas no se hubiera dado cuenta del imperceptible movimiento. Su pequeño hijo que no quería despegarse ni un momento de su lado era bastante tranquilo o más bien silencioso, apenas decía algunas palabras, era difícil sacarle más que algunas cosas que repetía constantemente, como "mamá, aquí, no, habla y vamos".

Kagome había intentado hacerlo hablar casualmente preguntándole cosas o simplemente hablando y esperando que él se acostumbre e intervenga, pero él simplemente se sentaba o se detenía y la escuchaba con total atención mientras la miraba con una seriedad bastante adulta. Y ni que decir de la comunicación entre él y Sesshomaru, la única palabra que le había escuchado decirle había sido "NO".

-¿No estabas durmiendo cierto? -Pregunto ella y él sonrió, era una pequeña y minúscula sonrisa que ilumino sus ojos, sus pestañas se batieron un par de veces y sus iris tenían aquel brillo entre dorado y rosa casi convirtiéndolo en un delicioso salmón anaranjado. Él elevo la pequeña palma de su mano y le toco el rostro, tenía unas pequeñas garritas y se le veía entretenido mientras la miraba, entonces ella tomo su mano y comenzó a besarla efusivamente mientras le decía jocosamente que se lo iba a comer porque era demasiado lindo, ese fue el boom que le permitió escuchar la risa de su niño que estallo en carcajadas divertidas mientras se revolcaba en su regazo mientras su cabello azabache se batía y sus crespos de las puntas saltaban graciosamente.

Kagome se detuvo cuando sintió las presencias tensas, levanto los ojos y vio a los guardias personales que Sesshomaru había ordenado que la cuidaran. Estaban mirando hacia ella con la duda y los nervios desde la considerable lejanía en donde ella les había ordenado quedarse mientras disfrutaba de pasar tiempo con su hijo sentada en la sombra del árbol más grande del jardín más cercano al palacio que era el perímetro permitido por el sobreprotector compañero.

Cuando ella detuvo sus besos juguetones Kagemaru se volvió a sentar adecuadamente en sus piernas y miro a su vez a los guardias que ahora parecían relajados. Kagome sabía lo que pasaba por las mentes de aquellos youkais, probablemente temían que entre juego y juego su pequeño no podría controlar su poder y la lastimaría accidentalmente cosa que desembocaría en la ira de cierto Lord. Ella casi se ríe de aquello, su niño era tan cuidadoso como su padre y al mismo tiempo ella no era una flor delicada.

-Kagemaru sama tenga cuidado por favor, Lady Kagome aun esta delicada. -La voz femenina que hasta el momento se había mantenido silenciosa unos pocos metros lejos de ellos susurro las palabras con gran respeto, pero al mismo tiempo con un tinte preocupado gobernando por sobre lo demás. Kagome miro a la guerrera de lado izquierdo, una youkai adulta de raza desconocida, ella no miraba en su dirección, sus ojos estaban posados en el horizonte y sus músculos tensos y en guardia vigilaban los alrededores. Kagome ni siquiera se atrevía a contar cuantos guardias estaban rodeando las inmediaciones dejándola como eje central a ella. Sesshomaru había tenido que separarse forzosamente de ella después de todos esos días en el que lo había tenido pegado como a un chicle, vigilándola como un halcón e incluso despertándola de sus sueños alguna que otra vez con el pánico en sus ojos, ella no pregunto por qué hacía eso, porque el mismo le había dicho que temía que no despertara nuevamente. Después de casi semana y media podía sentirlo más relajado, ahora ya no intentaba despertarla con la inquietud en sus pupilas, simplemente se recostaba a su lado en vigía, a veces aparentando dormir mientras la sostenía fuertemente a ella y a Kagemaru que igual que su padre no la dejaba sola nunca.

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora