ACLARACIONES:
Los diálogos están con - y se cierran también con -
Los pensamientos están con "" y en cursiva.
Los cambios de escena se verán con ….*******…
Si no se ven ninguno de estos signos y aun así continua, es solo la narración de los hechos.
DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.
********AMANE2306********
LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS
CAPITULO 3
Los entrenamientos de Tsubaki podrían considerarse espartanos, el tiempo que Kagome pasaba en meditación podían ser por muchos días y en el transcurso de ellos no se le permitía comer nada alegando que su ser debía estar purificado y sus pensamientos solo debían enfocarse en el control del reiki, cuando algo parecía salir mal y las energías malignas querían hacer acto de presencia saliendo del pequeño cuerpo de Kagome es cuando era atacada por pergaminos que le dejaban fuertes marcas de quemadura en la piel, pero que se curaban al pasar las horas por el poder de regeneración que le daba la perla, aunque eso no significara que no le doliera.
-Ya no puedo más ¡Estoy cansada! –Gritaba Kagome, mientras se encogía en posición fetal, sus ropas estaban quemadas en las áreas en donde los pergaminos habían sido lanzados.
-¡Aun no! ¡Sella tu energía maligna! –Le contestaba Tsubaki que rodeaba a Kagome sin perderla de vista, mientras le ordenaba a las otras sacerdotisas que continúen tirándole pergaminos.
-¡Basta! –Grito de dolor Kagome emitiendo una fuerte ráfaga de poder lastimando a algunas de las mikos que estaban formadas en un círculo alrededor de ella.
-Eres tan débil, deberías poder contener lo maligno dentro de ti, sin embargo mira lo que logras, lastimar a tus cuidadoras que arriesgan su vida por protegerte. –Sermoneo Tsubaki mientras veía como la pequeña Kagome quería levantarse con el rostro bañado en lágrimas.
"Me siento sola, amigos, Inuyasha" El recuerdo de Seshomaru vino a su mente y se abraso a sí misma para darse calor. "aunque sea me gustaría verte a ti"
-No hay otra opción, tendremos que ponerte un sello más fuerte, el entrenamiento no parece dar el resultado esperado. –Sentencio Tsubaki suspirando cansada. Habían estado intentando con la meditación por varias semanas pero Kagome parecía tener demasiado poder para poder ser controlado tan rápido, y los ancianos líderes de la aldea cada vez aumentaban la presión a su cargo esperando ver el caso de la nueva perla resuelto, y lo que menos quería ella era que dejen de disponer de sus conocimientos y se busquen a otra sacerdotisa.
-¿Qué clase de sello? –Pregunto Kagome mirando con los ojos aun llorosos por el terrible dolor que le habían provocado.
-Pondremos una marca de sello en tu piel con el poder espiritual de todas nosotras. –Dijo Tsubaki.
-… ¿Dices que me tatuaran algo en la piel? ¡No quiero! ¡Mi madre me mataría si se entera! –Respondió Kagome imaginando la cara de espanto de su madre al verla tatuada.
-Nuevamente estás diciendo cosas raras, esto es por el bien de todos, no tienes elección. –Advirtió Tsubaki.
Kagome no pudo negar que en cierta forma ella tenia razón, se sentía abatida por todo lo que le estaba pasando, no la dejaban salir de ese santuario, sus amigos no existían aun, e Inuyasha aunque lo buscara no la reconocería, lo único que podía hacer era aprender a controlar su poder para así poder volver a su época donde esperaba ver a su única familia.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018
FanficGanadora del tercer lugar en la categoría fanfic de los Blue Awards 2017 Cuando Kagome le pide a la perla que se destruya todo resplandece, aturdida como estaba es transportada lejos, despertara sola, cambiada y como el arma más poderosa, codiciada...