Siempre has sido tú

Stark

El ser un Stark nunca había sido fácil. Desde niño recibió un trato distinto por ser hijo de Howard Stark, "el hombre que tenía en las manos el mundo entero".

Y se había hecho aún más difícil cuando su padre ni siquiera le prestaba un poco de atención al estar ocupada en sus asuntos.

Su madre siempre le decían que su padre lo amaba, pero que tenía responsabilidades importantes en la empresa. Tony comprendía eso, lo que no era cómo alguien puede tener familia y luego hacerla a un lado.
Su tía Peggy había sido quién más le dió amor cuando no lo sintió así por parte de su padre.

Cada vez que lo veía triste por debajo de la mesa le regalaba un dulce, aún cuando Howard no lo dejaba comer algún postre antes de la comida, pero cuando eso pasaba tenía que cumplir con la promesa con su tía de comerse la mayoría de sus alimentos para que nadie sospechara.

Margaret Carter o Peggy cómo era más conocida, era amiga de su padre desde hace muchos años. Ellos dos participaron en la guerra al igual que Odín, el padre de su mejor amigo. Ella proveniente de Inglaterra, había llegado a América, por una misión en especial, y durante el proceso ambos formaron una unión que perduraría por siempre. Y él estaba agradecido por ello, porque sí en otra vida le tocara ser mujer, le gustaría ser como su madrina. Por qué Peggy, no sólo era considerada en la familia como su tía, sino que también era su madrina cuando sus padres le comunicaron que estaban esperando un bebé.

Dicen que uno hace su propia familia comenzando por los amigos y él había comenzado a firmarla desde muy pequeño.

Los primeros fueron los hijos de los Odínson.

Loki y Thor eran cercanos a él desde que era un crío. El pelinegro fue su primer amigo, su amistad era un tanto rara y conflictiva pero ambos se entendían, y sus secretos los que habían compartido se irían con ellos hasta la tumba. Y con el rubio, a pesar de ser la mayor parte del tiempo era muy apreciado para él; tal vez no siempre entendía lo que decía pero sin duda ponía completa atención a sus inventos y se emocionaba cuando éstos funcionaban. Faltaba Hela, aquella loca y buena mujer que muchas veces lo cubrió de sus travesuras también era alguien importante en su vida.

Eso fue al principio, por qué con el transcurso del tiempo, llegaron Bruce y Rhodey. Su pequeña familia, esa que estaba conformada por las personas que él más quería poco a poco iba creciendo.

Pero su verdadera familia, también se iba desmoronando. O eso le parecía a él. Los problemas con su padre cada vez eran más fuertes.  A veces eran discusiones sin sentido y otras por la lucha de sus ideales. En consecuencia de ello, su adolescencia fue un caos total. Chicas y chicos pasaron por su vida. Cada uno igual o más vacío de empatía como él. Ahí fue donde su carácter sarcástico se fortaleció, no dejaba que nadie le diera cosas directamente y tuvo cierto desdeñó hacía la vida. Todo le era demasiado fácil, tenía dinero, lujos, alguien con quien pasar la noche si así lo quería.

No entendía nada de lo verdadero.
Su padre construía armamento militar que dañaba a otras personas y al comienzo eso le daba igual.

Pero no fue hasta que tras dos ataques planeados hacia la familia Stark,uno en dónde a sus padres los intentaron matar y otro dónde a él lo secuestraron que comprendió que eso estaba mal. Ahí en su encierro que duró una semana conoció a Ho Yinsen. Un hombre que lo había perdido todo en Siria tras la guerra en su país, una que hasta la fecha no tenía fin. Y que había muerto ayudándolo a salir de aquella prisión en donde los tenían los terroristas, lo cual cambió totalmente su vida.

Eso había sido en las vacaciones navideñas antes de graduarse.

Regresando a casa, todos lo abrazaron. Desde su madre, hasta su tía Peggy y Jarvis lo soltaron después de lo que pareció una eternidad. Su papá lo abrazó hasta el último, pero no por ello había sido menos conmovedor que los otros. Por primera vez su papá lloraba en su hombro al estar los dos tan cerca de la muerte.