Siempre has sido tú

Socios

Cuando hizo su alianza con Hammer, creyó que su sociedad era de solo ellos dos. Pero no era así. En esa ecuación había otro socio: Obadiah Stane.

Al verlo llegar al restaurante, aquella tarde luego de un mes, la sorpresa se reflejó en su cara, cosa que hizo reír al hombre de imponente figura.

-Hola Sharon -la saludó tomando su mano y dándole un beso en el dorso.

-Stane - respondió una vez que se recuperó del shock.

A pesar de que tenía miles de preguntas y la ansiedad le corría por las venas, la comida se llevó con normalidad. Fue hasta que Obadiah se limpió la boca con su servilleta que comenzó la charla.

-Sé que has ayudado a Hammer a separar a Tony del otro joven.

Esta vez no dejó que sus emociones permearan sus facciones y se quedó impávida ante el comentario.

-Sí,-la sonrisa en el hombre calvo se agrandó.- Querida, tú quieres al chico y nosotros a Tony. Las cosas van bien, pero necesitamos el último empujón.

-¿Tú qué ganas de todo ésto Stane? - preguntó inclinándose sobre la mesa, apoyando su mandíbula en sus manos cruzadas.- Porque que yo sepa, tú eres la mano derecha de Howard desde hace mucho.

Obadiah sólo asentía con la cabeza con los ojos cerrados. Sabía que debía darle cierta verdad, pero no toda la información.

-Estas en lo correcto niña, sin embargo, Odín me estorba y ahora Howard está haciéndole más caso a él que a mí.

-Así que es venganza.-respondió la rubia al mirar el enojo y la rabia cubrir la mirada del contrario.

-Es más que eso. Pero, no soy el único que hace aquí algo por "venganza" ¿verdad?- y la mueca socarrona la hizo sonreír esta vez a ella.

Rió de manera corta y silenciosa.

-Sí, sabes cómo es mi "querido" primo Tony. Siempre dándose los aires de grandeza, humillando a los demás sólo por tener una mente privilegiada y mirando a todos por sobre el hombro. Así que una probada de su propia medicina, no le caería nada mal ¿no creen?- acabó su comentario mirando a los dos hombres enfrente de ella.

Obadiah sonreía con perversión ante tales palabras llenas de veneno por parte de la chica y Hammer la miraba extasiado; era una persona más que se identificaba con sus pensamientos acerca de Tony Stark.

La amena charla se terminó pronto. Cada uno tenía asuntos qué atender. Sin embargo, la siguiente reunión quedó programada, así como las noticias que tenían cada uno de su lado de la situación.

Las semanas pasaron rápido y para unos los avances fueron satisfactorios, aunque para Sharon no.

Cuando pensó que la relación con Steve mejoraría, debido al próximo enlace de Tony y ella podría acercarse, tomando ventaja de su mal estado, estaba muy equivocada.

Steve, se alejó de todo y de todos. Se le veía caminar por las calles con los hombros caídos, las manos dentro de los bolsillos y cada poco suspirando melancólicamente.

Intentó una y otra vez conversar con él, pero si entendía una sola de sus palabras era mucho; estaba simplemente ido, en otro lugar, y ella sabía dónde. Con toda su frustración y enojo, gritó dentro de su habitación una tarde luego de estar cinco minutos con el rubio, antes de que éste se fuera como si ellanunca hubiera estado ahí.

Tiró más de la mitad de los objetos que encontró en sus mesas y a su paso, pateó cuánta cosa se le atravesó por el camino y estuvo a punto de tirarse del cabello. Pero fue después de haber tomado una honda y larga respiración, su mente creó una táctica preciosa: correr el rumor por su familia de que ella y Steve tenían algo serio; eso era con el propósito de que llegara a oídos de Howard. De ésta manera, aseguraba que esa supuesta verdad la escuchara Tony.

Por primera vez, en cuatro horas, sonrió. Sí, era maravilloso, Tony aún no estando de este lado del mundo sabría de ella.

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Hammer por su parte, estaba que brincaba por todos lados de lo bien que iba su plan. Tony caminaba en modo automático por los pasillos de la empresa, atendía adecuadamente los asuntos que se requerían. Pero hasta ahí.

Y a pesar de que asentía a todo lo que él le decía sobre su boda, no estaba interesado en el proceso. Bien, eso es lo que quería.

Aún cuando aborrecía a Tony por partirle el corazón a su hermana, ya lo odiaba desde mucho antes. Mas...no podía seguir...ocultando la verdad: amaba al castaño años antes de que Christine lo voltear a a ver.

Suspiró. Recordaba la vez que Tony y él se conocieron, cómo él pasó a ser casi su ídolo sin que el moreno lo supiera. Movió la cabeza. No pensaría más en eso.

Su más profundo y anhelado deseo pronto se cumpliría.

Y con una sonrisa renovada caminó con dirección a la oficina de su futuro esposo con la carpeta que contenía los diferentes tipos de telas para los manteles y los decorados para las invitaciones.

Sus suegros no tardarían en venir para saber de qué se trataba esta locura. Él los recibiría contento, alegando que su amorío tenía ya un tiempo de ser así.

De hecho le parecía raro que no estuvieran ahí, desde el día siguiente al que salió la noticia al mundo. Pero no le dio importancia. Seguro aún no salían del shock o estaban cómodos con la relación.

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Obadiah sonreía gustoso, observando el resultado de sus acciones. Al fin, luego de muchos años a la sombra de Howard y Odín les desmostraría de lo que estaba hecho. Sin embargo, antes de deshacerse de ellos los haría ver cómo sus empresas caían.

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La cita antes previa, llegó. París era el lugar de reunión.

Los tres se carcajearon de la pésima presentación que mostraban sus objetivos. El almuerzo pasó entre los informes y sonrisas por doquier. Ninguno se preocupó de cuidarse.

Grave error.
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¿Qué creyeron? ¿Qué no actualizaría ésta semana?
Subí primero los capítulos de "lo que sea por Tony" por qué son más cortos y rápidos.
Pero aquí les dejo un capítulo. La próxima semana subiré otro y después...(redoble de tambores) seré de aquí totalmente!!
Espero que les guste. Yo en lo particular tengo una sola palabra para ésto: malditos 😒😠.
Díganme qué les pareció. Saben que amo sus comentarios.
PD: ¿Alguien se esperaba lo de Hammer? 😏🙊😓😱
Ciao.