Encuentros

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No se había podido librar de sus amigos, lo único que había podido hacer fue dejarlos pasar y fingir que no sucedía nada mientras los llevaba hacia la cocina, alejándolos de la sala y la puerta.

-La comida está en el refrigerador al igual que las bebidas, sírvanse, en un momento vuelvo.-les dijo rápidamente antes de dar media vuelta y tratar de sacar al "chico que viene y va" de su recámara.

'Tony', se regañó. 'Recuérdalo, su nombre es Tony'.

Con pasos apresurados llegó hasta la puerta, cuando la abrió se encontró al castaño con un portarretrato en mano, tan concentrado estaba viéndola que no se percató en cuanto el rubio cerró la puerta de manera suave para evitar hacer algún ruido.

Tony bajó el marco y por fin notó al rubio. Se llevó el puño a la boca, y carraspeó tratando de disimular aun cuando lo habían descubierto con las manos en la masa.

-Eres fotogénico.-le comentó como si nada.

Steve parpadeó un par de veces.

-Tony, yo eh...

-Tienes visitas, lo sé. De hecho yo ya me iba.- y caminó acercándose a la puerta quedando a un par de pasos del otro.

-¿Tan pronto?- no es como si lo quisiese tener secuestrado ahí durante unas horas pero apenas lo había tenido por un lapso muy corto, y quería saber más cosas a parte de su nombre.

-Yo también tengo una vida Steve.- al castaño eso le pareció cómico y enarcando una ceja continuó- tengo a un desquiciado esperando por mí allá fuera, y por más que sea yo no quiero sufrirle un colapso a mi amigo, ya bastante tiene con salirnos de la universidad y que nos hayamos tardado dos horas en encontrarte.

Acabando de decir aquello, hizo a un lado al más alto y abrió la puerta para caminar afuera, hasta dirigirse a la entrada.

A Steve le dio un mini susto la acción del castaño, así que salió detrás de él asegurándose de que ninguno de sus amigos fuera a asomarse y lo vieran. Tampoco es como si lo escondiera, pero hasta tener la certeza de que aquél chico en verdad existía y no era producto de su imaginación, no correría algún riesgo de que lo viesen.

Tony ya había alcanzado la manija de la puerta principal cuando sintió que lo tomaban por el brazo izquierdo. Tal acción lo obligó a voltearse para encarar al otro.

-¿En dónde estudias?- le preguntó Steve de manera apresurada. Estuvo a muy poco de que se fuera y no le dijera algo que para él era importante.

-En el MIT, pero eso tú ya lo sabes.

Y más se había tardado Steve en procesarlo en lo que Tony se había marchado. Se le quedó viendo a la puerta por unos minutos. Sacudió la cabeza para despejarse y caminó hacia la cocina, en donde los otros tres ya comían lo que trajo.

Aquello le provocó una pequeña risa, y mientras se estiraba para tratar de conseguir algo, escuchaba los comentarios de Sam acerca de las pocas cervezas que estaban en el refrigerador, y que Nat aseguraba que se les podía acabar todas en un tiempo récord, Bucky sólo soltó un bufido ante ello diciendo por lo bajo que eso era un mal chiste, pues la chica era rusa y esas botellas no eran nada comparado con la cantidad de vodka a lo que los rusos estaban acostumbrados.

*************

Habían pasado un par de días desde que Tony se presentó en su departamento. Un solo pensamiento era el que rondaba por su cabeza, y era que ¿cuándo lo volvería a ver?

Cierta emoción se formaba en su interior al esperar con un poco, sino es que con muchas ansias, un nuevo encuentro. No le era suficiente el breve tiempo de la vez pasada, y al mismo tiempo no se sentía muy a gusto con la idea de estar a su lado por mucho más; no sabía cómo le hablaría ni de lo que pudiera preguntarle sin sonar como un loco o un tipo raro, si eso llegase a suceder y las preguntas le brotaran solas sin antes razonarlas, estaba seguro de que Tony se alejaría de él, y así nunca tendría la oportunidad de conocerle. Había contemplado la idea de ir a buscarlo al MIT, pero eso sería ir demasiado lejos, para una sola persona.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora