Latidos

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Steve sólo podía tener en el pensamiento una única cosa, o más bien a una sola persona, pues día tras día, semana tras semana y en el montón de papeles que se añadía con una velocidad sorprendente; Tony estaba presente en su cabeza.

Varias habían sido las emociones en las últimas 36 horas; su corazón se detuvo al conocer la fecha que Hammer, tan "amablemente" le envío escrita en una invitación a Pepper, junto a los demás amigos de Tony.
Loki hizo un gesto de profundo asco al abrir el sobre y leer su contenido. Bruce y Pepper negaron con los ojos cerrados ante la desfachatez de aquél tipo. Él por supuesto, al principio no supo porqué esas expresiones y soltura de malas palabras por parte del pelinegro.

Fue precisamente el padre del castaño quién lo sacó de sus dudas.

-Ése día es el cumpleaños de Tony.- estaba seguro que la misma mirada de desaliento del señor Stark, se veía en sus ojos.

Thor puso sus manos sobre los hombros de Loki y trató de no ver a ninguno; el moreno y él se conocían desde pequeños, ambos se querían como primos, pero sabía que la unión más fuerte era con su hermano; aunque eso no debilitaba su lazo familiar.

Nat, Bucky y Sam, también soltaron expresiones de irritación por lo que pasaba.

Luego sus latidos se alteraron y elevaron, como si hubiera corrido por mucho tiempo, al escuchar lo que Clint había investigado.

-Como les prometí, llegué hasta las instalaciones de Industrias Hammer,- hizo una pausa antes de pronunciar el nombre de la amiga de Tony.- mientras Pepper registraba la computadora del señor Obadiah Stane.

El decirle por su nombre a "la señorita Potts" como acostumbraba, le costaba un tanto al pobre de Clint; pero ante la formalidad de éste para con ella, Virginia le pidió que la llamara como los demás.

-Hammer fue el causante de las fallas en Londres, pero eso no fue idea suya.

-Si no fue suya, entonces ¿de quién?- preguntó Bruce.

-De Stane.- respondió Pepper

-¿Cómo?- preguntó Howard, lo que provocó que todos se giraran a verlo.

-Eso no es todo Howard,- contestó la rubia con una mueca de inseguridad.- ha desviado las ganancias de al menos los últimos 10 años a una cuenta en Ámsterdam.

-Y su cómplice a los famosos almacenes de Suiza.- comentó Clint sin dejar que el impacto se pasara.

Howard apretó los labios en una fina línea. María, quién a pesar de todo lo dicho en n ése día, bufó con toda la indignación que pudo.

-Ya decía yo que por algo a Tony y a mí nos daba desconfianza ése hombre.

-Debe saber señor Stark, que Stane busca con desesperación los archivos de sus últimos inventos, y que ha robado otros; aunque no ha conseguido ninguno que sea un potencial peligro en manos enemigas, lo más probable es que ya haya vendido algunos de los que tenía al mercado negro o a los terroristas.

El matrimonio Stark suspiró. Eran varias cosas qué asimilar.

Pepper frunció los labios, no aún no era momento de revelar lo otro. Era en el momento exacto, cuando debía de decir lo que sabía; ése sería el golpe final.

-Y por último, encontré una pequeña aliada.-dijo Clint dejando que el suspenso y la tensión llenara el departamento.

-No me vengas con tus misterios Clint, suéltalo de una vez.- le regañó Natasha.

-Sharon Cárter está con esos dos.-respondió serio, aunque con una sonrisa burlona hacia la pelirroja. Él más que nadie sabía sobre el odio que su amiga tenía hacia la otra chica.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora