Siempre has sido tú

Promesa

Mientras Tony y Steve hacían cada uno su vida y emprendían sus negocios, tenían presente la promesa que se hicieron una noche en dónde ambos se mecían en los mismos columpios a los que el rubio, llevó a Tony el día de la fiesta.

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-Tony-le habló Steve llamando su atención.

-Steve- pronunció el castaño en tono de broma.

-Te prometo que...-comenzó a decir Steve girándose a verlo.- cuando haya cumplido mis propias metas, iré por tí. Te amo Tony, y...quiero estar contigo, en verdad lo quiero.

El castaño tenía la respiración agitada, con los ojos aguados al escuchar las cursis palabras de Steve, así que sin pensarlo demasiado, tomó el rostro del otro y lo besó; sólo los labios se tocaban, transmitiendo las emociones que ambos sentían.

-Yo también Steve-susurró Tony sobre los labios del rubio.-Entonces tenemos una promesa Rogers.

Steve sonrió antes de asentir.
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El plazo que se habían 'impuesto' acabó justo el mismo día que Tony irrumpió en el departamento de Steve. Sin embargo, no eran los únicos que hicieron una promesa.

Se preguntarán, ¿Quién o quiénes? Bueno, Sharon Carter tardó 2 días en enterarse de la penosa y catastrófica caída de Obadiah Stane y Justin Hammer; lo que significaba, por ende, la anulación del matrimonio entre el empresario y su primo.

Fue la secretaria de Hammer, la que le dijo del arresto de su jefe en pleno día de su boda, le comentó también que el juicio no tardaría mucho en realizarse. La rubia estaba tan enfadada al saberlo que sin querer explotó en una verborrea de maldiciones contra Tony, que se olvidó por completo que se encontraba con su tía Peggy.

-¡Steve era mío, Tony. Maldito seas, una y mil veces Stark!- pataleó mientras estrujaba su celular.-Debiste casarte con Hammer.

Ella al oír lo que su sobrina dijo del castaño, no dudó en poner a la joven en su lugar; y no fue de una manera muy adecuada, pues Peggy, abofeteó a Sharon, quien se quedó pasmada ante la acción.

-¡¿Cómo te atreves a mencionar que Steve era tuyo?! ¿Y porqué maldices a Tony? Contéstame Sharon- exigió la castaña frunciendo el ceño, tal y como lo hacía en antaño al dirigir una tropa de soldados novatos.

-Tía...Tía Peggy yo...- tartamudeó sin saber qué decir.

Una sola mirada más bastó para que empezará a hablar. Le contó sobre los planes de Hammer y su participación en los rumores.

Esa misma tarde, luego de escucharla, Peggy mandó a su sobrina a casa, negándole el permiso a volver a pisar su casa.

Ahora, sé que siguen con la duda de la primera pregunta; Pepper y Natasha tenían motivos más que suficientes para arreglar ciertos asuntos con Sharon. Así que idearon un plan en el que por 'casualidad' se toparian cada una por aparte con la chica.

Pepper sabía los lugares que le gustaba frecuentar a Sharon, fue en una tienda de ropa dónde se la encontró.

-¡Sharon!- exclamó Pepper con fingida alegría.

-Potts-saludó Sharon de manera altiva.

-¿Qué tal está tu nuevo amigo?- preguntó Pepper, viendo la confusión en el rostro de la otra chica.

-¿De quién hablas?

-De Justin Hammer.- Pepper sonrió con toda la maldad que poseía, disfrutando de las expresiones de Sharon.

-No sé nada de él.- contestó la rubia tratando de pasar de largo, pero Pepper la sujetó del brazo.

-Sé lo que hiciste Sharon-murmuró viéndola a los ojos,- y lo pagarás caro, quisiste destruir a Tony, quedarte con Steve y hacer miserable la vida de los dos, pero tus socios cayeron. Sólo te digo que te cuides las espaldas, porque te prometo que muy pronto nos volveremos a ver, 'querida'.