Días después de la mudanza, Steve observó que Tony le tenía un peculiar cariño a los gatos; apenas el castaño veía uno pasar por la calle se le quedaba viendo y lo seguía con la mirada hasta que se perdía entre una de las calles o debajo de un auto.
Al principio creyó que veía con interés a otras personas y hasta llegó a sentirse celoso, pero cuando descubrió que se trataba de los felinos callejeros, se palmeó la frente.
"Qué tonto soy" se dijo un día.
Fue luego de un domingo que al intentar llevar a Tony a correr por la mañana, lo vio sentado en las escaleras de la calle, acariciando a un gato gris de tamaño mediano.
—Hola pequeño.— escuchó que le hablaba, mientras él minimo ronroneaba feliz.
Hasta que el castaño lo visualizó, comenzaron con su recorrido.
—Adiós bonito, me quedaría a tu lado, pero éste sexy rubio me obligó a hacer ejercicio.— exclamó girándose hacia el animal, trotando de espaldas hacia su novio, quién sólo se rio y rodó los ojos.
No supo en qué momento tomó la decisión, pero pudo ser que al ir por las calles y ver a niños o señores interactuar con sus mascotas, se haya influenciado a hacer lo que quería.
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—¡Tony! Aquí en la sala hay algo para tí.— le comunicó Steve mientras volteaba con una espátula, una tortilla de hotcake.
—¿Para mí?— preguntó el castaño saliendo del cuarto, dónde había estado metido en la computadora, con unos algoritmos.
Steve asintió, aún dándole la espalda, evitando así que viera su alegre expresión.
La caja era de un tono gris, con un moño dorado en la tapa, ésta se encontraba justo en el suelo casi en medio del recibidor.
Tony tuvo que agacharse y sentarse en estilo indio, para abrir las cuatro lengüetas de la caja; Steve se acercó lentamente y se situó a su lado, esperando con una tenue sonrisa, recargando su cabeza en la mano derecha.
El gato, era el mismo de la otra vez. Sólo que ahora y para fortuna del rubio, el animalito, estaba dormido, envuelto en sí mismo. Steve volteó a ver al castaño.
La expresión en Tony era simplemente indescriptible, sus ojos irradiaban luz, su boca se hallaba abierta por la sorpresa pero sus comisuras se levantaban por la sonrisa que hacía a sus pómulos notarse más.
— Noté que amas a los gatos, y ya que ustedes dos se llevan muy bien, decidí adoptarlo. Aunque más bien, es para ti.
Tony no tenía palabras para lo que Steve había hecho por él.
—Es... increíble.—susurró el castaño, todavía observando la lenta respiración del gatito.
—Ya está vacunado y el veterinario dice que está bien. Lo bañó y lo aseó. Sólo le falta un nombre.
—Mark. Mark II
—¿Mark II?— le preguntó el rubio viéndolo enternecido.
—Cuando era pequeño, encontré a un gato, era blanco con manchas negras, y lo llamé Mark. Así que él será Mark II.
Steve se rio por el nombre, pero era agradable.
—Entonces así será.
Mark II se adaptó rápidamente al estilo de vida en el edificio, se paseaba por las ventanas, iba con Peggy y era bastante común que estuviera alrededor de los hermanos Maximoff.
---------------------------------------------------------Sé que es muy cortito, pero creo que será el único de entre los siguientes.
Espero se la hayan pasado estupendo en éstos días. Y bueno, aquí en México hay "Los Reyes Magos" que también traen regalos el 5 de enero.
Con respecto a esto, espero poder subir los caps de las historias navideñas.
Espero que les guste.
Ciao
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Siempre has sido tú
FanfictionEl chico que viene y va. Así es como Steve lo había nombrado en un principio, cuando no conocía absolutamente nada de él. ¿Y porqué lo llamó así?, fácil, no pasaban más de 5 minutos en los que él se aparecía de la "nada" y se iba. Cualquier otro, ha...