Siempre has sido tú

Planes 2

'Perfecto' ésa era la palabra que de un tiempo para acá, rondaba en la mente de Justin Hammer.

Todo salía de acuerdo a sus planes. Tony estaba solo, triste y sin ningún indicio de ser feliz. "Perfecto", pensaba cada vez que lo veía.

La misma palabra se repetía con cada elección sobre su boda, el lugar, los invitados, la ropa, todo. ¡Hasta el banquete sería maravilloso!

Obadiah seguía con sus transacciones turbulentas, Sharon estaba al lado del rubio y si seguían así, pronto, todo estaría en sus manos.

—¿Cómo vas con tu 'prometido' Justin?— le preguntó Obadiah.

—Muy bien, bueno no es como si él estuviera tirando flores por donde sea, pero al menos no pone peros.—respondió sujetando el teléfono.—¿Y tú?

—Howard y María no han hecho nada, y los amigos del rubio ni siquiera están enterados, Tony ha hecho lo que le ordenamos. Todos caerán Justin— rió Obadiah al final de su oración.

Siguieron hablando sobre sus asuntos, y de algunos movimientos en el extranjero. Luego de unos minutos, cuando la llamada finalizó, Hammer se quedó admirando su oficina.

Un sueño que creyó jamás se cumpliría, estaba a punto de ocurrir a tan sólo 3 días. Los trajes ya estaban hechos, la ceremonia civil se llevaría a cabo en un despacho de tamaño mediano, sería algo sin mucha algarabía, lo importante ocurriría esa misma tarde pero en uno de los lugares más emblemáticos de Londres, su futuro esposo tenía el agua hasta el cuello, y él se aseguraría de que siguiera así por mucho tiempo. Ahora sólo faltaba que la última invitación, que mandó hace una semana llegara a manos de su propietario.

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Obadiah miraba desde lejos a Howard, el hombre se veía abatido en más de un sentido y lo comprendía, bueno en realidad no lo hacía, pero gozaba el verlo en ése estado; el gran y glorioso Howard Stark, sin conciencia de que una de sus sedes estaba a pocos días de caer en la ruina, siendo ésta el primer movimiento en cadena para las demás.

Éste golpe lo había planteado por muchos años, y ahora ante la debilidad de su hijo, la suya propia y varias grietas que el empresario no percibió pero él sí, es cómo todo fue viento en popa. El matrimonio del  primogénito de Stark traería grandes beneficios, aunque no precisamente para su familia;

Pobre Howard, y lástima también por Odínson, que sería el segundo afectado; sin embargo, su venganza estaría completada al verlos suplicarle de rodillas. Sus planes funcionaban mejor de lo que creyó en un principio.

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Aunque los planes de Stane y Hammer iban a las mil maravillas, los de Sharon por el contrario, no. Steve desde hace semanas que no hablaba con ella tan seguido como antes, y en las últimas dos, pareciese que algo cambió en el rubio; pues éste la miraba de una forma que la hacía sentirse intimidada y culpable, como si él ya supiera.

A pesar de eso, intentaba hablarle cada vez que podía, y al estar de visita con su tía Peggy, se quedaba largas horas 'disfrutando' de la compañía de la otra mujer, sólo para ver a Steve.

Utilizó una y mil formas para que el chico se enamorara de ella, y hubo una vez en que casi lo logra, un pequeño avance que estuvieron a centímetros de un beso, pero fue el recuerdo de su primo el que detuvo a Steve.

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—Tony— había susurrado él, y aunque ella fingió no escuchar nada, decidió separase.

—Aah yo...Steve...lo siento...yo—su táctica de tartamudeo le funcionó al notar al ojiazul sonrojado y un tanto apenado.

—No no te preocupes Sharon, está bien, no vemos luego— dijo Steve antes de despedirse de ella con una suave sonrisa y moviendo la mano en alto.

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Sin embargo, una vez que Tony estuviera fuera del camino para siempre, ya nada se le atravesaría en medio, conseguiría estar con Steve y fuera por las buenas o por las malas, ellos estarían juntos.
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Oh oh. Me suena a peligro.
Aunque la verdad, no sé 🙆😂🙊
Espero les guste, espero también sus hermosos comentarios.
Ciao