Siempre has sido tú

Rutina

A pesar de las visitas mensuales que les hacían los del servicio social para saber el estado de Peter, ellos se encontraban más que felices de compartir sus días con su hijo.

Era común ver al pequeño en brazos ya sea de sus padres como de Peggy, sus abuelos o sus amigos. También era normal que por la tarde de cualquier día de la semana se escucharan risas estruendosas, que contagiaban la alegría, a todo aquel que lo oyera; aquellos sonidos eran producidos por los hermanos Maximoff y el chico inglés, mientras se divertían en compañía de Peter en la sala del departamento de los Rogers-Stark.

Esos momentos, ya eran parte de la vida cotidiana de Steve y Tony, pero lo que también era habitual, era despertar por las mañanas a las 6, y observar a su esposo e hijo con la boca entreabierta, uno junto a otro, durmiendo de forma destendida. Steve sabía que los dos castaños siempre tardaban más en estar levantados, así que aprovechando el par de horas que faltaban para eso, comenzaba con sus actividades.

Salía a correr, pasaba por algún pan dulce de su cafetería favorita y mientras le daban su pedido, ponía al tanto de su vida a la dueña del local. Al regresar, ponía a calentar el café de Tony a la vez que él se bañaba.

Al salir despertaba a Tony con un beso en los labios y con una taza de café en sus manos. Luego tomaba en brazos a su hijo y lo llenaba de mimos hasta que él también despertaba. Una vez que el pequeño estaba vestido corría a abrazar y jugar con Mark II, quien al principio, cuando Peter llegó, se acercaba solamente a éste cuando dormía.

A pesar de verlo de lejos, no pasó mucho tiempo para que Mark II cayera ante los encantos del pequeño Rogers-Stark. Conforme ambos fueron conviviendo, Mark entendió que era inútil escapar de Peter cuando él quería jugar.

Para Tony y Steve era común ver al felino, cuidando al bebé en el sillón, o encontrarlos entretenidos viendo alguna caricatura "educativa", como las llamaba el castaño, sin siquiera pestañear.

Muchas personas le podrían llamar loco al escucharlo decir que amaba su rutina. Pero así era. Y es que cuando él o Tony tenían que salir de viaje, uno u otro se quedaba con su hijo y si era el caso en que ambos debían salir, eran los abuelos quienes se quedaban a cargo del pequeño; eran los momentos en que se sentía raro al no hacer lo mismo de cada día.

Algunos días salían al parque, hacían un picnic familiar o jugaban con Peter en los juegos de metal. Otros iban a museos, a acuarios, bailaban en su departamento, reían, se besaban, llenaban de mimos a su hijo o simplemente disfrutaban del día sin hacer nada en especial. Lo cual, eso era lo que sucedería ese día.

—Steve— escuchó que lo llamaban.

Sin dejar de estar atento a su hijo sentado en la alfombra interactiva de la sala, volteó para ver al castaño. Pero éste no estaba detrás del. Los ruidos provenientes de la habitación, demostraron que Tony aún seguía en la recámara.

Frunció el entrecejo.

—¿Qué te sucede?— le preguntó Tony.

—Escuché tu voz llamándome— respondió mirando cómo el moreno también fruncía el ceño.

—Pero no te hablé.

Steve se encogió de hombros, girándose hacia Peter.

—Ya no me extraña tanto como antes— dijo.

—¿Cómo que 'como antes'?— le cuestionó Tony imprimiendo cierta ironía en las últimas palabras.

—Te he escuchado antes— respondió como si nada, soltando una carcajada al ver la cara del castaño.

—Una vez te comenté que así como te pinté sin saber 'quién eras', yo escuchaba tu voz llamándome.— aclaró mientras ponía a Peter en su silla alta, para luego dirigirse a la estufa.

—Qué raro eres.— comentó Tony colocándole un babero alrededor del cuello a su hijo a la vez que le hacía caras chistosas y el niño se reía.

Steve tan solo se volvió a encoger de hombros, tal y como lo haría un chiquillo que le explica a un adulto lo que hace, y el otro al no entenderle, él se riera.

—¿Sabes...?— preguntó Tony, pero habló antes de que Steve le pudiera decir algo.— dicen que cuando escuchas voces hablándote, es porque estás en coma e intentan despertarte.

El comentario le hizo reír aún más de lo que ya quería. Tony lo había dicho con esa tranquila seriedad que a veces le salía.

—¿Sí? Pues yo leí que eso significa que tengo buena salud mental.— contestó Steve, abrazándolo cuando Tony dejó de servirle comida a Mark II. Dicha acción, le sacó un par de risas por los besos repartidos en su cuello y nuca.

—¿Y tú dónde leíste eso eh?

—Bueno, cuando tienes por esposo a alguien tan inteligente y que es del área de ciencias debes de meterte en su mundo. Y viendo una que otra investigación, salen algo de medicina y así.— explicó Steve sin dejar de mimar a su marido.

— Además, sí ésto fuera un sueño, sería el mejor. Pero ustedes dos están aquí, siendo tan reales, lo cual me dice que ésto es real. Yo no tengo tanta imaginación como tú Tony, y ésta vida jamás la podría hacer por mí mismo.— sus palabras le ganaron un profundo beso en el que el castaño le correspondía sus sentimientos.

Tony siguió riendo, y la mañana pasó entre sonidos alegres, aviones de comida en las cucharas y besos repartidos entre ambos.

Sí, sin duda, amaba su rutina.
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¡Regresé!
Espero les guste.

Nos vamos rápido, por qué ya estamos en una última colina de ésta historia.

Una vez que acabe éste fic ( lo cual me va a doler mucho😭💔😔) continuaré con los otros dos pendientes que no he podido actualizar: "Lo que sea por Tony" y "El niñero sexy".
Lo prometo.

¡Por cierto! ¿Alguien ha visto "Corazón y almas"? Es una película de RDJ. Yo apenas la ví hoy y la súper amé 😱❤️❤️😍. Hasta mi mamá dijo que el hombre era atractivo pero ahora, con los años, se ha hecho muy guapo🤤💁😎.

Si no la han visto aún, vayan y veanla. También voten por Chris y Robert en los Kid Choice Awards, para verlos juntos en los premios ❤️😍. Ya que no se pudo en Los Óscar's.

Ciao

Starkforever