Alianza

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"Divide et Impera", Julio César

-Sí, ¿Diga?-contestó la persona al otro lado de la línea.

-Con Sharon Carter por favor.- dijo el hombre de lentes oscuros y sonrisa sarcástica, antes de tomar su taza de café.

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La primera vez que lo vio, había sido una ocasión en que fue de visita con su tía.

Él venía bajando la escalera con rumbo a la puerta de la calle, con teléfono en la mano y la vista pegada a la pantalla. Ni siquiera la miró.

Pero eso a ella no le importó. Lo importante era que ése fue el momento donde todo comenzó.

Cosquillas y sentimientos que le ocasionaba las famosas mariposas en el estómago se presentaban cada vez que lo veía de lejos o se lo encontraba en la calle.
De esa vez hasta ahora, sólo había pasado 1 año. Los primeros meses, fueron solo vistazo a rápidos y uno o dos en cada uno de ellos, ya que sucedían cuando iba a ver en sus tiempos libres a su tía, los cuáles no eran muchos.

Ésto era así, debido a que, estudiaba en el The Theacher School, el cual era un  internado católico, en Ojai, California. Lo que, obviamente le tomaba 44 horas de viaje el ir de un lado a otro.

Pero Steve era alguien muy amable, además de apuesto. Ella lo quería, en verdad lo hacía; y hasta hace unas semanas, creyó que iba por buen camino con el rubio; aunque no esperaba que el corazón de Steve, ya tuviera alguien.

Tenía confianza de sí misma, al tener en cuenta que cualquier chica caería ante el encanto del ojiazul, pero no cuando se trataba de un chico. Y menos de Tony.

Todo el mundo sabía que Tony no tenía una preferencia sexual firme. Eso no le disgustaba, de hecho le daba igual. Mas no cuando involucraba a quien ella quería.

Sin embargo, tenía un punto a su favor. Ni Steve ni su 'querido primo' se habían dado cuenta aún de lo que sentían el uno por el otro. Y eso, por supuesto que lo usaría a su favor.

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-Permítame, en un momento se la comunico.

-Muchas gracias.- respondió depositando su taza sobre el platillo con el que hacía juego.

-¿Quién habla?-dijo una voz distinta a la de minutos atrás, luego de unos breves minutos.

-¿Es usted la señorita Sharon Carter?
-Sí.- y el tono aburrido y obvio le provocó una pequeña risa.

-Soy Justin Hammer.

-¿Y eso a mí de qué me sirve?-de nuevo el tono evidenciaba el mal humor de la chica.

-¡Oh querida!, Te sirve y bastante. Porque ambos tenemos en común a alguien que nos interesa y está con otra persona.

-No sé de qué está hablando, pero no quiero que...

-Hablo de Steve Rogers y Tony Stark-dijo él cortándole a media frase.

Y tras el silencio que se produjo luego de su comentario, supo que iban por buen camino.
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Cuando supo del lío amoroso en el que se encontraba Tony, investigó acerca del famoso Steve, añadiendo también a Sharon Carter.

Conocía de simple vista a la prima de Tony, y sabía por Obadiah que los dos no eran 'muy unidos', por decirlo de alguna manera.

Tardó sólo dos días en obtener todo lo necesario. Contrató a un investigador privado en Nueva York y éste le dio la información con los datos del novio de Tony. Con fotos anexadas. El tipo era guapo, atlético y con demasiada inocencia desbordando por cada hebra de su rubia cabellera.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora