Suegros

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Al regresar de Malibú, Tony y Steve se tomaron un día para pensar cómo decirle a los padres del castaño, que estaban juntos. Pero tras darle vueltas por mucho tiempo, decidieron que lo mejor era ir a una visita exprés y soltarle la noticia.

Mientras Steve conducía vestido en un saco formal pero con una playera sencilla, pantalones de mezclilla y zapatos marrones, recordaba lo que sus amigos le dijeron hace apenas unas horas.

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-¡Uy! Así que te enfrentarás a tus suegros Steve.- le dijo Clint poniendo una mueca de resignación.

Steve asintió en medio de un hondo suspiro.

-No te preocupes por Howard y María, Steve, ellos te adoran y luego de lo que hiciste por Tony, creo que aumentó el sentimiento.- lo reconfortó Pepper mirándolo conciliadoramente.

-María ya te considera más que un excelente partido para Tony, lo hacía aun cuando ustedes eran amigos- le dijo Bruce.

-Howard va a ser duro al principio, lo sé, crecí al lado de Tony; pero después de que hables más con él y descubra que tienen muchas cosas en común, bajará la guardia como padre sobreprotector.- añadió Thor.

"Es cierto", se dijo Steve. "Thor y Loki conocen a Tony desde pequeños.

-No le hagas caso al tonto de mi hermano- le habló Hela, entrando a la sala con un vaso de whisky.- Que aún te faltan varias pruebas, empezando por Loki.

Y con "pruebas", se refería a ella misma, a Bruce, Pepper y Rhodey.

-¿Ah sí?- exclamó Bucky tras el comentario de la chica.- pues Tony también.

Nat rodó los ojos por lo dicho y Sam, asintió, dándole más peso a lo que su amigo decía.

-¡Jum!- se burló Hela mirándolos como si fuesen chiquillos de primaria, por encima de su vaso

Todos le decían que se tomara las cosas con calma, que la relación entre ellos dos, ya la veían venir; Steve procesaba la información que le daban, mientras Bruce y Rhodey le aconsejaban llevar una buena botella de vino, esa que tanto le gustaba a Howard, las chicas le decían sobre el gusto en el arte que tenía María, pero que aún así a ella ya la tenía de su lado.

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Steve suspiró. Las manos le temblaban y pequeñas gotas de sudor delataban sus nervios, nadie le dijo que enfrentarse a sus suegros, sería de esa manera.

Tony, sentado a su derecha, con su camisa de Black Sabbath debajo de un saco negro, pantalones de mezclilla y sus inseparables tenis, recordó lo que le dijo Loki, al percatarse de los nervios del rubio.

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-No sé de qué se preocupa Rogers, tus padres lo aman.-le comentó Loki a Tony viendo a los demás desde el balcón de piso superior.

-Sí, lo sé- sonrió embobado. Mirando a su novio asentir con el ceño fruncido, escuchando atento todo lo que le decía Rhodey.

-¿Te trata bien?-preguntó de repente Loki-¿estás seguro con esto?

-Sí, hermano. Ambos nos queremos.- respondió girando su cabeza para verlo;- tú más que nadie sabía que esto iba a ocurrir. Fueron las circunstancias, tu jueguito y el conocernos más para saber que...

-Esta bien.- dijo Loki.-para ya con tu discurso meloso, me empalagas.

Tony se carcajeó, hasta a él le parecía raro decir esas palabras. Ambos eran así, sarcásticos, serios, irónicos y escasamente mostraban sus verdaderos sentimientos.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora