Playa

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Las risas y los gritos de júbilo, se oían por toda la mediana extensión de playa que tenían para ellos.

Mientras Tony y Steve se echaban chorros de agua con unas pistolas de plástico, Nat y Pepper preparaban la pelota con la que jugarían voley bol con Sam y Bucky, Loki le gritaba 'enojado' a Thor, por ser cargado como un costal de papas en el hombro de su hermano, tras ser sacado de su camastro, en dónde leía pacíficamente.

Bruce y Clint, apreciaban todo el alboroto desde el interior de la casa, pues ellos habían quedado a cargo de la cocina.

Hela, siguió leyendo la revista que tenía en sus manos, como si nada hubiera pasado. Bien sabía su hermano, que con ella no debía de meterse.

¿Cómo es que llegaron a ésto?

Bueno, la idea había surgido al día siguiente en que Tony y Steve formalizaron su relación entre ellos dos, cuando desayunaban casi a mediodía.

Ambos estando en ropa interior, decidieron que lo mejor era empezar con el pie derecho, y aunque Steve quiso ir primero con los padres del castaño para informarles de la nueva situación, Tony lo delegó para después.

El día comenzó, luego de una ducha y tomar un par de patines en línea, decidieron ir al Jardín Botánico de Brooklyn. Pasearon por el colorido parque y el rubio le ayudó a su ahora novio, cómo utilizar los patines.

-¡¿Es en serio?!- le preguntó Tony sorprendido.

Steve asintió.

-Steveee- pronunció el castaño alargando la última letra del nombre.- Me haces sentir casi como un asaltacunas o algo por el estilo.

El rubio fruncido el ceño, antes de sostener a Tony por los antebrazos, deteniendo la vergonzosa caída que hubiese sufrido éste por tratar de evitar a unos adolescentes que corrían a su costado.

-Es que...soy tu primer novio.- le habló mirándolo con la cabeza hacia atrás.

-Yo también soy tu primer novio Tony- respondió Steve levantandolo.

-Mnnh... sí. Pero me refiero a que yo... tú no...ah maldición- habló sin sentido el castaño, queriendo y no decir algo que ambos ya sabían.

-Sé lo que tratas de decir Tony- lo calmó el rubio, reanudando la marcha. - Ninguno de los dos a estado en una relación seria como la que tenemos ahora, pero podemos aprender juntos.

Ésta vez, fue el turno de Tony para asentir. Steve estaba más que conciente de que el castaño tenía experiencia en eso de estar con una persona, y aunque sus amoríos de una noche siempre fueron chicas, no quitaba el hecho de que ninguna de ellas se trató de algo formal.

La tarde terminó con ellos comiendo en el bar irlandés que estaba a unas cuadras del departamento de Steve. Por ése segundo día, durmieron ahí. Por fortuna, la tía Peggy, no sé hallaba en casa, y los vecinos al ser pasadas las 11 de la noche, cuando entraron al edificio, luego de que se la pasaran bebiendo vaso tras caso de cerveza, no los vieron ni escucharon al ingresar al domicilio.

Tropezaron con sus propios pies al intentar quitarse los pantalones, los tenis volaron por la sala y el rubio tuvo casi que cargar a un más que dormido Tony.

Al segundo día, luego de curar la dolorosa resaca que les martilleaba la cabeza, Tony luego de tomarse una pastilla con jugo de naranja que trajo Steve. Comenzó a hacer el delicioso jugo verde que tanto le gustaba.

-Así que...¿Dices que irás por todos los demás, para ir a la playa? Creo que suena más a un secuestro colectivo Tony- le comentó Steve, riendo al final, mirándolo desde el otro lado de la isla, comiendo parte de su desayuno.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora