Luego de la más que agradable noche que pasaron entre festejos, risas y lágrimas, los preparativos no se hicieron esperar.
Mientras su madre, junto con Pepper y los demás decían mil y un cosas, como el lugar, el día, la comida, los trajes y no sabía cuántas más, ellos dos se abrazaron.
Eran, en ese momento, uno solo. Calor y ternura, emoción y tranquilidad, ansias y paz, se mezclaban en esa unión que hacían sus brazos al sostenerse. Ambos sentían la ligera fuerza que ejercían en sus extremidades, la cual no llegaba a ser dolorosa pero si reconfortante, era la necesaria para saberse a salvo. A salvo de todo y todos; del mundo exterior, de sus futuras dudas, y hasta de aquellos viejos y nuevos miedos.
Steve sentía que podía quedarse así por siempre; abrazar a Tony era abrazar la vida misma. Sentir ése trago de profunda libertad y a la vez de quietud.
Y Tony.... él daría lo que fuera por estar las 24 horas de los 7 días, de esa manera.
Al día siguiente, Peggy no cabía de felicidad al enterarse. Tony había bajado aún con su piyama puesto, y por raro que pareciera Steve también. Aunque el rubio empezaba a sospechar que muchas de sus mañanas cambiarían drásticamente, que tendría que cambiar su ropa de ejercicio por otra más cómoda, y que ésa no sería la única ocasión en la que se despertara hasta tarde, y no le importara estar en ropa de cama.
Conforme fue pasando el tiempo, las cosas se iban acomodando. La fecha ya la tenían, Loki había puesto los ojos en blanco al saberla; era la misma de la "primera vez" que se conocieron, aquella en la que Tony irrumpió en el departamento de Steve.
Cuando el tema de los trajes llegó a la mesa, Tony hizo una broma que le había ganado un buen golpe en la cabeza por parte de su madre; pues dijo que el suyo ya no sería blanco, ya que no era virgen, o al menos no con su futuro esposo. Steve se sonrojó a más no poder; Howard respiró profundo, contando hasta diez; Odín, que esa vez también estaba presente, rió a carcajadas al igual que su hijo.
Frigga intentaba no reírse, pues estaba tratando de calmar a María. Loki había hecho otra broma de "mal gusto" como la calificó la madre del castaño, que provocó que Tony se riera aún cuando se sobaba con la mano el reciente golpe. La gota que derramó el vaso, fue Hela, quién se unió al tren de la sinvergüenza; Tony y Loki salieron corriendo riendo a carcajadas por lo recién dicho por la mayor de los Odínson.
Esa tarde, en la casa de Manhattan, todo fue un caos. Y al final de la noche, Steve creía que jamás se le quitaría el sonrojo de la cara.
Invitaciones, manteles, el lugar, la decoración y aquellas partes indispensables de una boda estuvieron a cargo de Natasha, Pepper, María, Frigga y Peggy.
Sabiendo cómo era Tony, le mostraban una diversidad de cinco cosas y los dos novios les decían luego cual habían escogido.
Los hermanos Maximoff fueron nombrados los niños de las flores. Aquellos pillos, saltaron más que un chapulín al momento en que Steve y Tony les propusieron su idea.
La frase que todos escucharon alrededor de los 8 meses que duró todo, por parte de Tony fue:
—Steve llévame a casa, estoy agotado.— decía con bastante frecuencia, cuándo ni siquiera llevaban una hora en algo, fingiendo estar sumamente cansado.
Al castaño le gustaba ser cargado en brazos como un niño pequeño por el rubio y dejar su cabeza recostada en su hombro.
Los padrinos y las damas de honor, tenían libre elección sobre sus trajes y vestidos.
La prensa y los flashes no pararon en todos esos meses, a dónde fueran, ellos los seguían, bombardeándolos con preguntas de su enlace; y ésto había sido como pólvora para los reporteros, puesto que Tony no se quitaba nunca su anillo y por supuesto, se paseaba de la mano del rubio sin importarle nada.
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Siempre has sido tú
FanfictionEl chico que viene y va. Así es como Steve lo había nombrado en un principio, cuando no conocía absolutamente nada de él. ¿Y porqué lo llamó así?, fácil, no pasaban más de 5 minutos en los que él se aparecía de la "nada" y se iba. Cualquier otro, ha...