Cuando llegó a su casa, Jarvis fue el primero que lo recibió.
El mayordomo levantó su mano y Tony sonrió de manera traviesa. El castaño chocó los cinco con su amigo y caminó directo a la biblioteca donde sabía estarían sus padres.
La melodía interpretada por su madre en el piano, se escuchaba por toda la silenciosa casa. María Stark, vestida con un traje azul claro y su cabello rubio peinado en un chongo lo dejaba encantado.
Su padre, estaba sentado en el que era SU sillón favorito, con un periódico abierto de par en par sobre sus piernas.
Aprovechó que Howard estaba con los ojos cerrados y la cabeza hacía atrás para saltar casi encima de él, fingiendo no haberlo visto.
-¡Anthony!- lo regañó su padre tras un sonido de esfuerzo al quitarse la mitad del cuerpo de su hijo del suyo.
-¿Qué?- le preguntó con su mejor cara de inocencia.- ¿Sí sabes que éste es MÍ sillón verdad?
-¿Disculpa?-Howard lo volteó a ver frunciendo el ceño-Fui yo quien lo compró.
-¿Y?, Mamá me lo dió.
Howard miró a su esposa buscando una respuesta o apoyo, pero lo único que encontró fue una suave sonrisa que María trataba de ocultar.
-Mmmhn.
Su queja hizo reír a Tony, que luego de eso saludó con un beso en la mejilla a su madre.
-Dime cómo va todo en Londres Tony- dijo su padre doblando el periódico, dejándolo en la mesa a su lado.
Soltando un suspiro, el castaño procedió a darle todos los detalles e informes que tenía después de todo el tiempo que había estado en el otro continente.
-Así que todo está bien.
-Ajá- respondió vagamente.
María había guardado silencio durante la charla de ambos, continuando moviendo sus dedos sobre las teclas blancas y negras.
Pero una vez que su asunto terminó, ella por fin pudo preguntar lo que hace varios meses le tenía intrigada.
-¿Has visto a tu apuesto amigo Tony?.
Tanto su padre como él fruncieron el ceño ante su cuestionamiento.
-Sí...¿Porqué?
-Bueno, es un buen muchacho, se nota a leguas.-Claro, y yo soy la mala influencia para él-respondió rodando los ojos.
-Hijo-lo reprendió su madre- Solamente estoy diciendo que se te ve mejor desde que lo conoces.
Tony no pudo evitar sentirse extraño con aquél comentario proferido por su madre. Ni tampoco supo cómo parar con la rara sensación que se produjo en su estómago.
María le echó una rápida mirada, sonriendo suavemente.
-De hecho, estoy segura que estuviste ayer con él ¿O me equivoco?.
Podía jurar que sus mejillas habían adquirido cierto color rojizo, pero lo ocultó rápidamente al levantarse y observar de cercas los estantes llenos de libros.
-No.
Howard levantó una ceja, su rostro claramente mostraba picardía. Y lo hizo notar soltando un silbido que hizo a Tony mirar sobre su hombro.
Tony estrechó los ojos, queriendo fulminar a su padre.
-Howard- lo regañó su mujer. Aunque no pudo evitar que su marido se riese en voz baja. Quién salió para atender una llamada- Deberías de traer a Steve otra vez, tal vez así te decides por él y no por ésa chica, sí es que estás saliendo con ella. ¿Cómo es que se llama?
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Siempre has sido tú
FanficEl chico que viene y va. Así es como Steve lo había nombrado en un principio, cuando no conocía absolutamente nada de él. ¿Y porqué lo llamó así?, fácil, no pasaban más de 5 minutos en los que él se aparecía de la "nada" y se iba. Cualquier otro, ha...