30

2.8K 267 121
                                    

Capítulo dedicado a AmyHerrera0💘

Meryem.

-Me preocupaste mucho-habló Bruce luego de nuestro sorpresivo beso-Te iba a contar que me compré un auto... y que aunque no quieras te iré a buscar, porque no está bien que te vengas sola del trabajo, es peligroso

-Me puedo cuidar sola Bruce -fruncí el ceño.

-Quiero protegerte... por favor

Lo miré y no me podía negar a esos ojos azules, asentí. Miramos la hora y ya era tarde, era mi turno de robarle un beso a Bruce antes de que ambos nos fuéramos a dormir, él a su casa y yo a mi cuarto.

Él me daba protección y antes de quedarme dormida me toqué los labios. Sonreí al recordar al europeo.

Sábado al fin, estaba acostada mirando mi celular, recordé toda la ropa que tenía que lavar, la comida para el mes que tenía que comprar y el ordenar mi casa. Era lo único malo de vivir sola, bueno ahora con James, que me ayuda un poquito, más por mi mano. Miré cómo James seguía roncando a mi lado y sonreí, lo dejaría dormir un poco más. Se notaba lo agotado que estaba, no era fácil lo que estaba viviendo.

Caminé descalza al baño y quité la venda que había utilizado ayer, lavé mis manos con agua fría, con una lavé mi cara y quité los restos de maquillaje que no se habían ido ayer. Luego sequé mi mano quemada con precaución y coloqué el gel que me habían recetado. Odiaba tanto la picazón que sentía en estos momentos. Odiaba tanto a Fer por haber intentado besarme.

Un nudo en mi garganta se formó cuando recordé el beso, mi cuerpo estuvo a punto de una crisis de pánico, fue como volver a revivir esa noche, los besos de Colton en mi cuello, lo vulnerable... negué tratando de pensar en otra cosa. Pero fallé, fueron apenas unos segundos, sin embargo, fue automático el miedo, siempre he tratado de controlarme, aunque no siempre lo logro. Los recuerdos llegaban súbitamente sin que yo pudiese hacer nada traicionándome, congelándome. No importaba si habían pasado años, seguía doliendo como si hubiese ocurrido hace semanas.

Por lo menos nunca he preocupado demasiado a mis padres, como a mis amigos, nadie nunca ha sospechado lo que me pasó y aunque me esté quemando viva, seguía sin poder confesarlo, me daba vergüenza de mí misma. No me había podido defender, había aceptado alcohol de extraña procedencia y en vez de salir corriendo me quedé encerrada en el baño. Toda esa noche cambio mi vida.

Pero así como Colton me había hundido Bruce me había ayudado, su tacto nunca me produjo miedo, me agradaba el calor que me transmitía, era mágico, para mí, sentirme así después de años. Extrañaba al europeo.

Caminé a la cocina y tomé las tazas de una de mis caricaturas favorita, "Coraje el perro cobarde". Hice un café y un té, salí de mi casa para tocar la puerta de mi vecino, eran las once de la mañana, no creía que estuviera durmiendo. A los pocos minutos la puerta se abrió para dejar ver la figura de Bruce. La respiración se me atascó ,este chico no perdía su efecto, era como si lo viese por primera vez.

-¿Mer?-dijo extrañado, me arrebató las tazas-¿Qué haces aquí?, ¿Le paso algo a James?-negué, seguía un poco embobada con Bru-¿Me trajiste un café en tu taza favorita?-sonrió.

-Extraño a mi vecino parlanchín- me senté en el sofá y Snake corrió para sentarse a mi lado- Hola, bebé ¿Cómo estás, precioso?- él se recostó en mis piernas- Además, me gusta más la taza de Muriel, esa mujer era lo más, me recuerda mucho a una vecina...

Siempre tenía en mis pensamientos a la señora de Ginny, pero desde esa noche no pude verla porque había roto mi promesa, había dejado de ser una dalia, había dejado de ser fuerte, libre y luchadora porque Colton corto todo eso de raíz, Colton era como el invierno que hace morir a las bellas flores, pero Bruce estaba siendo mi primavera.

Finally Free «Niall Horan» #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora