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Capitulo dedicado a @MeloohRush01 💘

Alex

Enterré mi rostro en la almohada por milésima vez, como si mágicamente me hiciese olvidar todo lo que había sucedido hace un día atrás.

"Fue el alcohol, todo fue por el alcohol" me repetía en mi cabeza, sin embargo mi conciencia no dejaba de contestarme "Deja de mentir, sabes que sin alcohol lo habrías hecho igual, es más, lo harías justo ahora...".

Solté un alarido sofocado por el cojín y repetí los recuerdos una vez más.

-Te quiero Alex...-susurró
-James...
-No arruines esto, por favor

Me sonrojé al solo pensar en el beso, sus suaves labios que sabían a tequila y limón, sus manos que se arrastraban incontroladas por mi cuerpo, no, mierda, ¡Alex!, ¿qué estás haciendo? Estás hablando de la misma persona que cuando las cosas se pusieron mal tomó el primer vuelo a unas vacaciones personales a Europa. Vamos, Alexander, piensa en otra cosa. En la fiesta nuestro encuentro había sucedido sólo para nuestros ojos, desapercibido, sin embargo otro acontecimiento había llamado la atención de todos, aunque sólo unos pocos lograban entenderlo.

Mierda, ahora sí que me siento mal, en Mer debería estar pensando, porque aunque durante las primeras horas me quedé ahí su pades no me dejaron verla o hablar con ella, y sin ninguna explicación me echaron.

Frustrado y sin dejar de dar mil vueltas rodeando mi habitación pensando en ello, caminé a la nueva laptop que me habían traído mis padres que se encontraba sobre mi antiguo escritorio, que aún contenía en la madera las pequeñas marcas que una vez con James hicimos.

Deja de pensar en James, maldita sea.

Tratando de no perder los estribos con todo lo que estaba sintiendo en estos momentos, decidí prender el aparato para distraerme con lo que sea que el internet tuviese para ofrecerme.

Antes de comenzar bajé por un poco de agua a la cocina, ahí vi que en el living de nuestra casa estaba Isabelle Arslan llorando con mi madre, ¿Mer estaba empeorando?

-No sé cómo no hablo antes-me odié no ser lo suficientemente cauteloso cuando notaron mi presencia, los ojos felinos de ambas estaban sobre mí en cuanto un escalón chirrió por mi peso. Probablemente por instinto me sonrojé ante aquello.

-¿Estabas espiando, Alexander?-habló mi madre, como niño regañado negué.

-Solo vine por algo de agua... y sentí voces-contesté tímido.

-Con Isabelle iremos hacer unos trámites-dijo antes de levantarse.

-¿Ahora?

-Sí, pero no nos demoraremos-se acercó y acarició mis mejillas- Si tu padre dice algo idiota solo ve a tu cuarto, después lo arreglamos-besó mi frente.

Isabelle me regaló una sonrisa, ambas se colocaron un abrigo delgado, el necesario para el clima tropical de Guyana, y salieron misteriosamente. No sabía qué rayos había sido eso pero ahora sentía que todo era una conspiración para que no me enterara.

Con el vaso de agua en mano subí rapido a mi cuarto, dejé la puerta con pestillo y me senté frente al ordenador para distraerme de esto.

En cuanto lo abrí supe instantáneamente lo que iba a hacer, ya que todos los videojuegos que había comprado anteriormente habían sido completados tras varias noches de desvelo, como modo de desquite por todos los años sin tecnología (definitivamente la película apta para todo espectador que nos colocaban una vez a la semana no contaba como tecnología) inserté el disco del nuevo juego que me había recomendado el de la tienda que según él "estaba de moda" y "era el mejor que había jugado en mucho tiempo". En cuanto lo instalé un avatar de apareció en la pantalla con las letras blancas en imprenta grande "FORTNITE", sólo bastó una partida para iniciar las próximas cuatro horas de juego desquiciado frente a la pantalla, hasta que en la última cerré el juego y cerré el aparato, restregándome los ojos. Mierda, ¿qué hora era? En el transcurso del juego había anochecido y todo a mi alrededor estaba oscuro. Me levanté para encender el interruptor dado que todo lo que seguía viendo era la fiesta en el bus y luego el paracaídas.

Finally Free «Niall Horan» #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora