Finally Free «Niall Horan» #1

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Capítulo dedicado a MelizaResendiz13💘

Meryem.

El calor de Bruce y las ganas de hacer pis me despertaron a medias, porque mis ojos seguían cerrados, no podía despegarlos, parte de mí todavía seguía en aquel sueño donde saltaba entre nubes con George Clooney, y la otra renegaba por la molesta, aunque escasa, luz.

Me bajé de la cama y a tientas busqué el frigobar que sabía tenía bebidas dentro, cuando la encontré abrí una botella de agua y me tomé la mitad, mis labios que sentía partidos y secos se empezaron a alivianar.

Tratando de no pegarme con los muebles caminé al baño, abrí uno de mis ojos para buscar la taza mientras que el otro lo estaba refregando. Qué dolor de cabeza, Dios mío.

Después de lavarme la cara y los dientes pude abrir bien mis ojos, me sorprendí al solo verme en bragas, ¿cómo no me había dado cuenta que no traía nada para arriba? Cepillé un poco mi cabello y corrí a la gigantesca cama de la habitación para taparme rápidamente entre el edredón de algodón para aislarme del frío que había en el ambiente ahora que me había separado del calor humano.

Abracé a Bruce que me daba la espalda y comencé a repartir varios besitos en sus hombros, cerré los ojos disfrutando el perfume de Hetch. Sentí cómo sus manos tomaron las mías aún con los ojos cerrados, por inercia.

Dos sueños después llegué a la realidad al sentir una mirada sobre mí. Con la cabeza aún enterrada en la almohada abrí un ojo y lo encontré espiándome, podía decir que había subido la temperatura a la calefacción, ya que estaba en una habitación más cálida.

Él solo sonrió y con su mano tomó mi mejilla para besarme. Él se posicionó sobre mí, su mano libre acarició mi brazo, sentí como mi estómago se retorció con su tacto. Mi piel estaba sensible a él, cada caricia me estaba afectando, estaba totalmente entregada.

-Me encanta verte por las mañanas a mi lado, Mer-susurró cuando nuestros labios descansaban del húmedo beso.

-¿Por qué dices cosas tan lindas?-reí un poco- Yo soy muy mala con las palabras, pero también me gusta estar contigo, casi todo el tiempo

Bruce me dio una sonrisa coqueta, elevando la comisura de su labio izquierdo, bajó sus besos por mi cuello hasta que llegó a uno de mis pezones, un pequeño gemido se me escapó al sentir cómo su lengua y dientes torturaban poco a poco mis pechos. Mis manos solo atinaron a jugar con su cabello, luego con la mano comenzó a quitar mis bragas.

Mordí mis labios cuando sentí sus dedos jugar con mi feminidad, se sentía tan bien, su boca también fue bajando y mis piernas tentaron con cerrarse, pero Bruce lo impidió y con su lengua me llevó al cielo. Tiraba un poco el cabello de Bru mientras trataba de asimilar todo lo que mi cuerpo estaba sintiendo en estos momentos. Sentía cómo mis brazos, mi cuerpo en general estaba relajándose. Cerré mis ojos y me perdí unos minutos de este mundo.

-Bruce...-dije apenas.

Él estaba besándome una vez más en mi boca, para luego penetrarme, este hombre si seguía haciendo este tipo de cosas me iba a matar totalmente.

-Mer-gimió en mi cuello.

-Sigue Bru, por favor-supliqué en voz baja.

-Eres el amor de mi vida...-gimió mientras se movía más rápido, estaba en el cielo totalmente. Mis uñas que estaban hundidas en su espalda se tensaron al escuchar tales palabras.

El césped se sentía refrescante en mis pies, liberador, la humedad de la lluvia en cada hierba en un perfecto color verde se aplastaba ante mis pies descalzos, que al mirarlos eran diminutos, no diminutos ante tal prado infinito, sino diminutos en sí.