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Capítulo dedicado a makeupunicornios 💘

Meryem.

Con Bruce estábamos de vuelta en casa, nadie podía sacarme la sonrisa que tenía en él rostro estos momentos, sentía que no sonreía tanto desde que era una niña, definitivamente hacia tiempo desde la última vez que me dolieron las mejillas por sonreír tanto.

Me hubiera gustado ir a comer con Alex, pero entendía que sus padres quisieran estar con él. Después de todo este tiempo, era lo obvio. El que no pudiese verlo en estos momentos no interfería con mi felicidad de saber que mi amigo estaba libre de nuevo, nada lo haría.

El entusiasmo de la mañana se había aligerado y la camisa abotonada me comenzó a molestar, por lo que fui a mi habitación a buscar una camiseta holgada para estar más cómoda. Hoy había pedido el día libre y recién eran las tres de la tarde, eran momentos como estos cuando sentía que necesitaba un hobby o algo para pasar el tiempo, en cuanto me desocupaba del trabajo queda a libre albedrío y no se me ocurría nada que hacer salvo, claro, estar con Bruce.

Después de estar más a gusto con mi vestuario caminé al living. Miré como Bruce ya estaba tirado en el sofá mirando su celular. Se había sacado la chaqueta junto con sus zapatos y también soltó los primeros tres botones de su camisa.

-¿Cómo es que puedes ser tan vago? -me reí- Levanta ese flojo trasero y ven a cocinar conmigo- tomé su mano desocupada; me miró y me fijé en su cabello que caía en su frente hasta casi los ojos, se veía tierno y era otra demostración del tiempo que pasábamos juntos, volaba, ya que definitivamente estaba mucho más corto el primer día que lo conocí, al menos así se veía desde la perspectiva del árbol.

-Déjame pedir algo de comida-utilizó su mano para tirarme sobre él e hice una mueca por el pequeño golpe que me había dado.

-Eres un bruto-gruñí mirando sus ojos.

-Me gusta que estemos así-soltó y se me escapó una sonrisa. Antes, cuando estaba en mis primeros años de pubertad, habían tiempos en los que solía preguntarme muchas veces si el otro chico sentía lo mismo por mí, tal vez se debía a que había madurado o aprendí a responder esa pregunta con facilidad, pero había algo con Bruce en que nunca si quiera me había planteado tal interrogante, simplemente lo sabía, estaba segura, él sentía lo mismo que yo por él.

-¿Así cómo?-me acomodé mejor quedando sentada en el sofá junto a él.

-Felices, tranquilos-tomó mis mejillas para darme un beso lento, cerré mis ojos disfrutando la sensación que me producía este chico -Además, adoro verte feliz

-Te quiero, Bruce-acaricié su rostro, sonrió pero extrañé en su mirada el brillo usual que aparecía cuando estábamos juntos.

-También te quiero, Mer-besó mi frente.

-Acepto tu invitación de la comida, pero mejor vamos a algún lado-propuse- de algún modo u otro hay que celebrar

-Acepto-arregló su cabello- Iré a cambiarme la ropa para no ir tan formal-hizo una extraña mueca.

-Te espero-le robé un último beso para dejarlo ir al departamento de al frente.

Sonreí, pero una duda vino a mi cabeza, ¿por qué su mirada no se iluminó como siempre? Por un momento me preocupe, pero quise alejar esos pensamientos de mí.
Bruce Hetch estaba igual que siempre, sólo era yo haciendo especulaciones tontas como siempre.

Coloqué la camiseta holgada dentro de mis pantalones y tomé mi cabello en una coleta. Prendí mi celular y antes de ver si tenía alguna notificación llegó Bruce, con un jeans negro y una camiseta de Bob Dylan color roja.

Finally Free «Niall Horan» #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora