Como el Yin y el yang, todo lo bueno tiene algo de maldad y todo lo malo algo de bondad. Así son él y ella, pero ¿podrán sobrevivir el uno al otro?
Segunda parte: "Fugitiva" en mi perfil.
#1 "benedictcumberbatch" {24/07/2019}
#1 "bbcsherlock" {02/0...
Esa mañana todo estaba en paz. Sherlock por fin podía salir, así que Rosalie tenía el lugar para ella sola.
Aprovechando la calma, decidió que leer algo seria buena idea. Se sentó en el sofá de Sherlock, el cual por algún motivo era mas cómodo que el que ahora pertenecía a ella, el antiguo sofá de John. El libro lo había leído un par de veces antes, pero para ser sincera había leído casi todos los libros que Sherlock o ella tenían juntos, incluso los de John.
Rosalie escuchó la puerta, así que asumió que seria la señora Hudson, pues hace un par de horas había salido de compras. No le dio mayor importancia y siguió con lo suyo, eso hasta que escucho que los pasos no se detenían en el departamento de la amable casera, sino que continuaban a su puerta y no eran precisamente los pasos de una pequeña mujer mayor, sino algo más grande. ¿Un cliente quizá? Se acomodó en el sofá, esperando que la puerta sonará para poder echar a la persona que estaba fuera. Pero la puerta no sonó, simplemente se abrió, dando paso a un hombre con aires de superioridad. Demasiado elegante como para pedir la ayuda de Sherlock.
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-¿Está Sherlock? - Pregunto mirando a la chica de arriba hacia abajo.
-No está.
-En ese caso, lo esperaré.
El hombre se sentó en el sofá opuesto. Rosalie dejo el libro de lado y se sentó con la espalda recta, observando al hombre que tenia en frente. Buscando algo para saber de quien se trataba.
Era alto, y llevaba un traje además de un paraguas, aun cuando no habían anunciado lluvia para hoy, cosa que ya la hacía sospechar de él, su expresión era fría y calculadora, un poco como la de ella, pero tenía más parecido a otra persona. Era casi seguro, pero prefería asegurarse.
-¿Qué asuntos tiene con Sherlock? -Pregunto ella, en un tono inocente.
-Nada que sea de tu incumbencia.
Esa respuesta, definitivamente era una que el mismísimo Sherlock usaría. Este hombre se veía algo mayor que Sherlock, así que era probable que el detective lo aprendiera de él. Sonrió con cierta soberbia y miró directamente a los ojos del hombre del paraguas.
-Bueno, tu hermano no llegará pronto. Si quieres me dejas el recado... pues supongo que tienes otros asuntos que atender. -Dijo ella, obviando la importancia del trabajo del hermano de Sherlock.
El mayor de los Holmes sonrió, pero no por eso no se sentía sorprendido por la deducción que la joven había sacado en tan pocos minutos. Tenía que preguntar como es que lo había logrado, pues hallar a alguien con los talentos de su hermanito le hacía bastante gracia, pero ella se le adelantó, cosa que le provocó entre gracia y desprecio, si le molestaba que Sherlock dedujera cosas sobre él, que una extraña lo hiciera era peor.
