Los días habían pasado y todo en Baker era silencio. Rosalie estaba terminando de enviarle unos documentos a Lestrade, pues ella había tomado el cargo del detective mientras él estaba en reposo. El dinero extra le venía de maravilla, además que al estar rodeada de policías se sentía de alguna forma segura, estaba convencida que sus ex compañeros no la buscarían ahí.
No tenía más que hacer por la tarde, pues el caso estaba resuelto y no había otro que necesitara su ayuda. Se levantó de la cama, dejando su computador de lado y caminó a una cómoda, donde abrió un cajón para buscar bajo de sus cosas una carpeta azul. Volvió a sentarse en la cama, con algo de ansiedad, pues sabía que lo que había pedido era algo que no quería ver. Le haría recordar sus tiempos más oscuros, aquellos que juró dejar atrás hace mucho tiempo. Pero siempre estaba ese lado masoquista que quería saber más, que necesitaba recordar.
Abrió la carpeta y su corazón se detuvo. La foto de su familia le asustaba más de lo que debía. Apenas era una pre adolescente cuando todo ocurrió. Se unió la aquella mafia cuando tenía doce años de edad, una edad demasiado corta para su ingreso a tal organización, pero quizá muy tarde para ella.
Las memorias vinieron a ella como una oleada de recuerdos. Era como si tan solo ayer se encontrara en las calles.
Flash Back
La fría noche de Londres amenazaba con devorar lo que tuviera a su paso. El invierno era un cruel enemigo que las personas sin hogar tenían en común. Una joven vagaba por las calles, mirando dentro de las casas, con la esperanza de que un hada bajara a concederle el deseo de tener un hogar. Pero siendo racional como era, sabía que esa idea tonta jamás se cumpliría, así que simplemente se metía a estas casas y sacaba una que otra cosa que pudiera ayudarla a sobrevivir. Llevaba ya unos meses en esta situación, meses donde se las había arreglado más que bien, mejor que antes incluso.
Esa noche era especialmente fría, así que supo que debía encontrar un refugió seguro donde pasar la noche, o terminaría como los tipos de los periódicos, congelada y muerta en una banca del parque. Inmediatamente pensó en las grandes casas de los ricos, casas donde las personas que habitaban ahí no superaban 4, pero el espacio era como para doce. Solía meterse a esas casas cuando llovía o nevaba, pues esos tipos jamás notaban que estaba ahí, si apenas podían recorrer la casa en un día, además que no notaban un par de cosas perdidas dentro de tanto lujo.
Una casa donde una sola luz estaba encendida fue el objetivo esa noche, pues estaba segura de que nadie la vería durante las horas que planeaba quedarse. No le costó burlar las cámaras, pues después de observarlas unos minutos, descubrió el patrón y punto ciego de cada una. Sonrió cuando encontró una puerta de perro.
–Jamás tienen alarma para los perros. –Se dijo a si misma mientras pasaba por el estrecho lugar, donde un adulto jamás entraría. Un perro mediano, calculó ella.
No le costó encontrar en donde quedarse por la noche. Un pequeño cuarto que parecía no era usado con frecuenta. Un sofá pequeño para un adulto, pero justo para ella. Si se levantaba temprano podría comer e irse antes de que notaran su presencia. Era un plan perfecto, así que sin más se recostó sobre el sofá y cerró sus ojos.
El calor era sensacional. Anhelaba poder tener esto cada noche, pero sabía que estaba lejos de pasar. No se encontraba ni dormida ni despierta. Sus sentidos estaban lejos, pero en su mente podía disfrutar de la sensación de la comodidad de una casa.
No duro mucho su alegría, pues fue despertada de un tirón que la dejo botada en el piso. Sus ojos se abrieron de par en par y miraron hacia arriba, a la persona que la había sacado de ese estado de paz y tranquilidad. Un hombre de quizá unos cuarenta años la miraba con el ceño fruncido, detrás de él habían dos tipos más jóvenes pero igual de intimidantes. Segundos después entro una mujer muy elegante, de unos cincuenta años quizá, pues su cabello cano la delataba, pero no por eso se veía menos espléndida.
Rosalie paso su mirada por todos y finalmente bajo los ojos con algo de temor.–¿Cómo entraste? – Pregunto el mayor de los hombres. Rosalie no emitió un sonido.
–¡Responde niña! – Dijo uno de los más jóvenes.
Rosalie, aun así no dijo una palabra. Estaba aterrada ante la situación. Jamás había sido descubierta. Llevaba meses en la calle, pero jamás había tenido que enfrentar a nadie, pues era buena para ocultarse y evadir los problemas, por eso se alejaba de los lugares con pubs o bares, lugares donde la gente y ebrios abundaban.
La mujer se agachó hasta quedar a la altura de la niña. Los ojos verdes miraron cada facción de la jovencita y de pronto algo en ella hizo "click" pues sonrió sin motivo aparente. Se levantó y susurro algo en el oído del hombre mayor, quien también sonrió.
–Imagino que no tienes a donde ir. ¿Te parece vivir conmigo? – La mujer mostró un rostro que podría pasar hasta por amable. Rosalie pensó unos segundos, pues no estaba segura de aceptar o no lo que ofrecían, pero finalmente se vio tentada con la idea de tener un lugar donde dormir y comer. Asintió.
Sin saber en lo que se estaba metiendo, Rosalie fue llevada a un lindo cuarto el cual ahora le pertenecía. La mujer la cual la había "adoptado" era la cabeza de una de las más grandes mafias de Inglaterra. Pronto, la niña se vio envuelta en algo que solo puede pasar en las películas, Rosalie se convirtió en parte de la mafia. Entrenada por los mejores exponentes dentro de esta organización, se convirtió en una pequeña criminal, escabulléndose en donde los mayores no podían, tomando información que nadie podía conseguir y dejando pagos que nadie se atrevía a dejar. Era la pequeña estrella de la mafia, era una prodigio del crimen organizado.
Por los años que siguieron, Rosalie se hizo experta en ese tipo de trabajos, ocultarse a plena vista, pasar desapercibida y buscar lugares donde huir y esconderse. Cuando se hizo mayor tuvo que dejar parte del trabajo de espionaje, pues su anatomía ya no le facilitaba como antes, era más alta y grande, lo cual le quitaba esa cualidad de poder entrar en cualquier lugar, y se convirtió en una mercenaria más del grupo. Mataba a quienes no pagaban sus deudas o amenazaban a su jefa, quien la tenía como su guardia personal en esos tiempos. Rosalie tenia habilidades que muchos desearían, pero además de eso poseía una inteligencia notable, la cual la llevo a un puesto más alto, siendo, en poco tiempo, la mano derecha de la jefa. Eso hasta hace un par de meses, donde todo se había derrumbado para ella y la había convertido en una enemiga más.
Los archivos cayeron en la cama y Rosalie se levantó con dirección al baño. No quería leer más, no necesitaba ver ese tipo de cosas. Solo se alegraba de una cosa, su padre ya estaba muerto, eso y que estaba lo suficientemente escondida como para que la mafia no la encontrara.
Poco a poco se tranquilizó, intentando dejar atrás ese pasado oscuro que arrastraba consigo, aferrándose a aquellas palabras que había leído "muerto" desde hace un año, finalmente podía descansar en paz sabiendo que su pesadilla había terminado.
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La idea de estos capítulos es explicar un poco sobre Rosalie y su pasado :D
Muy corto, pero estoy super corta de inspiración :/ sorry
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Criminal (Sherlock BBC)
Fiksi PenggemarComo el Yin y el yang, todo lo bueno tiene algo de maldad y todo lo malo algo de bondad. Así son él y ella, pero ¿podrán sobrevivir el uno al otro? Segunda parte: "Fugitiva" en mi perfil. #1 "benedictcumberbatch" {24/07/2019} #1 "bbcsherlock" {02/0...