Epílogo

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13 meses después


Sherlock estaba en Baker junto a John, hablando sobre el caso que acababan de resolver. La Sra. Hudson había subido una bandeja de té hace unos momentos y ambos hombres sonreirán al hablar sobre sus aventuras. La noche estaba despejada y poco a poco las estrellas comenzaban a verse con la partida del sol. 


John se había ido un par de horas después, dejando al Sherlock solo nuevamente. Su laboratorio era su entretención en este último tiempo, siempre que tenía tiempo a solas se concentraba en sus experimentos. De momento estaba intentando obtener una reacción positiva al cianuro, solo por curiosidad. John le había pedido un millón de veces que no hiciera experimentos con veneno, pero la verdad es que sus motivos eran más interesantes que la petición de su amigo. Además si eso evitaba que las personas quisieran ir a Baker era bastante mejor. No era fan de tener a medio mundo revoloteando por su hogar.

Por otra parte, el doctor iba a diario. Después de que la chica se fuera, especialmente cuando solo mando a alguien a recoger sus cosas, Sherlock había estado mal. Tuvo unos meses terribles en donde John tuvo que estar ahí casi todas las noches, asegurándose de que no cometiera ningún error. Al principio había sido difícil pues Sherlock era bastante bueno para hacer cosas en secreto, así que usualmente amanecía drogado, pero con el tiempo el mismo detective fue revelando sus escondites a su amigo, quien lo mantuvo a raya todo el tiempo. 

Ahora las cosas estaban mejor, el tiempo había ayudado bastante, pero aún habían cosas que no podía quitar de su mente. Después de unos meses había buscado a la chica, pero todo lo que encontró fue un pasaje de avión a su nombre. México. Era un destino bastante lejos de Londres, pero en el fondo podía imaginar a la chica en el lugar. Un ambiente más cálido y una playa bajo sus pies. Le gustaba pensar que ambos estaban mejor solos, pero habían noches donde la falta de la mujer le hacía sufrir bastante. Recordar aquellos momentos a su lado, su cuerpo cálido junto al de él, sus conversaciones no verbales que nadie más podía entender, sus labios sobre los de él; era torturarse con su propia mente, y él era buenísimo torturando.

Aquella noche no parecía una de ellas. Él estaba tranquilo y concentrado, pero un sonido en la sala lo distrajo. Su teléfono sonó con aquel distintivo timbre que había designado para aquella ocasión. Se levantó y camino hasta el aparato. Dos mensaje. Lo desbloqueó para poder leer su contenido. Sus ojos se abrieron y tuvo que sentarse. Lo que estaba leyendo era más grande de lo que podía pensar. Las cosas no estaban bien. 

Salió de la conversación, sin responder y marcó el número grabado en su teléfono

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Salió de la conversación, sin responder y marcó el número grabado en su teléfono. Los tonos corrieron y al quinto la línea se abrió. 

–Dime que sabes dónde está ella. –Dijo él, esperando una respuesta positiva. –Sebastian ha vuelto, todos estamos en peligro.




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The end. 

Ahora, sobre la 2da parte; 

La empezaré a escribir luego, pero por diversos motivos subiré más lento. 

Me es bastante difícil concentrarme ahora, en lo que sea, y las pocas veces que puedo hacerlo prefiero que sean destinadas a mis estudios. 

But worry not, seguiré escribiendo, pues aún me encanta la historia y dentro de todo tengo ganas de terminarla. 

Fin del comunicado. 

Espero que les gustara leer mi historia, con sus agujeros en la trama y todo, y si es así, comenten y voten :) que me hace muy feliz saber que alguien disfruta de lo que hago/imagino

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Criminal (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora