Como el Yin y el yang, todo lo bueno tiene algo de maldad y todo lo malo algo de bondad. Así son él y ella, pero ¿podrán sobrevivir el uno al otro?
Segunda parte: "Fugitiva" en mi perfil.
#1 "benedictcumberbatch" {24/07/2019}
#1 "bbcsherlock" {02/0...
La chica tocó la puerta incesantemente, no se detuvo hasta que esta se abrió con fuerza. No dió tiempo para hablar, entró en la casa, sin importarle nada y se sentó. El hombre la siguió, protestando por como había interrumpido en su hogar tan temprano en la mañana, pero la chica simplemente lo obligó a callar, con un grito.
–¡Mycroft! –Estalló. –Es importante. –El hombre se detuvo. –Es Sherlock.
–¿Qué le hiciste? –Dijo, molesto.
–Yo... no. –Suspiró. –Moran lo tiene. Se alió con Rick.
–¿El jefe de la mafia? –Dijo él. Ella asintió.
–Perdí todo. –Soltó ella, al borde del llanto. –Nadie me ayudará. Nadie quiere meterse en una guerra con la que va a perder. Tienen a Sherlock y Tom, yo no puedo...–Una lágrima cayó por su rostro. –No puedo hacerlo sola. –Mycroft comprendió lo serio que era, no había tiempo de pelear con la chica. Su hermano estaba en peligro.
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–¿Cual es tu plan? –Preguntó el mayor.
–Necesito encontrarlos. –Dijo ella con desesperación. –Si se en donde están puedo entrar, liberarlos.
–¿No es muy peligroso? –Dijo él, pensando en su hermano.
–Es la única opción que tengo. Nadie me ayudará, no te obligaré a meterte ahí. Además, la policía no puede saber, nadie puede. –Mycroft la miró. –Temo que...que si alguien más se meta en esto le hagan daño. –El nudo en su garganta volvió. –Ayúdame, por favor.
–Los buscaré. –Dijo él. –Discretamente. –Agregó. –Tú deberías cuidarte. –Ella lo miró con confusión en sus ojos. –Sherlock Holmes es mi hermano menor, se como alguien drogado se ve. –Ella bajó la cabeza. –Te quedarás aquí, donde pueda controlarte, hasta que los encontremos. –La confundida mirada de la mujer se notaba a kilómetros, que Mycroft le ofreciera algo, lo que fuera, era extrañísimo. Debía estar realmente preocupado por su hermano.
Los recursos de Mycroft eran bastante más amplios de lo que la chica había imaginado. Si nos referimos a tener un as bajo la manga, Mycroft Holmes tenía una baraja entera bajo su fino traje. Rosalie estaba recostada, una mujer que no tenía idea de dónde había salido, le llevó comida. El hombre no apareció por ahí en lo que quedó de tarde y aún en la noche no lo vió.
Dormir en una cama como la que estaba bajo su espalda era el sueño de cualquier persona. Era lo más cómodo del universo, pero aún así no podía cerrar los ojos, no sin recordar a Sherlock y lo último que habían vivido. De no ser por su estupidez ella podría estar trabajando en el caso con él, en vez de estar buscándolo. Mycroft no había dicho nada, pero ella sabía que la odiaba más aún por lo que estaba pasando, y tenía toda la razón. Ella misma se odiaba por poner a todos en riesgo. De no ser por cada pequeño error que ella misma había cometido, nada de esto estaría pasando.
