The final problem (Parte 1)

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Rosalie guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, justo antes de llegar a tierra. Apenas el barco se detuvo, ella corrió lo más lejos que pudo. Tenía que asegurarse de tener todo bajo control, que los sistemas funcionaran realmente. Era la elegida para revisar cada cámara y alarma del lugar, cosa que tenia que hacer desde la sala de control. Esperó a que sus compañeros tuvieran la misma suerte que ella estaba teniendo. 

–Entré. –Dijo por el comunicador que tenía colgado en el abrigo. 

Le sorprendió que no hubieran muchos guardias en su dirección, pero lo más probable es que todos estuvieran pendientes del escándalo que los otros estaban causando en ese preciso instante. El panel de control se veía complejo, pero ella tenía algo de experiencia con la tecnología. El historial requería una acceso especial, lo cual se podía hackear, pero no había tiempo para ponerse a hacer esas cosas, así que tuvo que ir en busca de alguien que tuviera dicho acceso. 

–Mycroft. –Habló por el comunicador. Sabía que todos escuchaban. –¿A quién busco para tener acceso al panel? 

–Cualquiera que no tenga gorro. –Susurró el hombre por su comunicador. 

–Bien. –Dijo ella y salió de ahí. 

El ambiente se veía semi tranquilo. Todos estaban algo alertas después de lo sucedido con Sherlock y los demás, así que tenía que ser sigilosa. Un nivel más abajo logró ver a alguien que reunía la simple característica de no ser un guardia. Tenía que pasar por tres, cuatro...siete guardias. Tomo aire y se comenzó a mover, poco a poco se fue acercando al hombre. Para su suerte el lugar estaba lleno de cajas, escritorios y cosas por el estilo que le servían bastante para ocultarse de la vista de los guardias. 

Un simple golpe en el cuello bastó para aturdir al hombre y robar su identificación, la cual debería servir para poder obtener el acceso al lugar. El mismo recorrido anterior de vuelta y ya estaba sentada en la silla nuevamente. Tenía poco tiempo antes de que notaran al hombre desmayado en el baño, pero lo suficiente como para dar un vistazo. Sus dedos teclearon lo más rápido posible y en cuestión de segundos ya estaba viendo cada cerradura, cada cámara y cada alerta emitida desde el comienzo. 

No habían muchas particularidades, pero si notó un par de cosas que le llamaron la atención. Tenía el registro completo de cada persona que había puesto un pie en el lugar. El nombre de Mycroft aparecía recurrentemente a lo largo del tiempo, pero hace cinco años había un nombre oculto. Estaba protegido con alguna clase de contraseña de 16 dígitos. Era todo un desafío, pero realmente quería saber de que se trataba. 

Tomó su teléfono y marcó un número. Esperó los tonos, aún cuando se tardaba más de lo habitual. No podía dejar de mirar a través de la ventana de la puerta, estaba poniéndose nerviosa, pero necesitaba saber de que se trataba. 

–¡Tom! –Dijo alegre. –¿Tienes tu computador verdad? 

–Algo así. –Dijo él. –Tengo un computador. 

–Bastará. –Dijo ella con alegría. –Necesito que te contactes con ya sabes quien, dile que es una clave de 16 dígitos. 

–¿Qué demonios estás haciendo? –Preguntó él, pero de todas formas se escuchaba el teclear de sus dedos al fondo. 

–Luego te cuento. –Dijo ella. –Mándamelo cuanto antes. 

Cortó la llamada y siguió revisando los registros. Habían sospechosas entradas y salidas en la celda de Eurus, no podía ser una coincidencia. Era casi como un patrón, desde hace un par de años. ¿Cómo era posible que estuviera pasando esto desde hace tanto tiempo? Mycroft realmente necesitaba venir más seguido a este lugar, claramente hacía falta un poco de orden. No tardó mucho para recibir un mensaje por parte del hombre, confirmándole que le había enviado los códigos necesarios. Tomó un pendrive y lo conectó a una computadora que estaba sobre el escritorio del lado opuesto al panel de control, descargó el archivo y lo insertó directamente al panel. Los números se movían del 0 al 9 en cosa de milisegundos, pero tardaría un poco en conseguir todos los dígitos. 

Criminal (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora