Como el Yin y el yang, todo lo bueno tiene algo de maldad y todo lo malo algo de bondad. Así son él y ella, pero ¿podrán sobrevivir el uno al otro?
Segunda parte: "Fugitiva" en mi perfil.
#1 "benedictcumberbatch" {24/07/2019}
#1 "bbcsherlock" {02/0...
Rosalie se daba vueltas de un lado a otro. El dulce en su boca se deshacía poco a poco y cuando ese estuviera completamente consumido, seguía el próximo en la bolsa. Llevaba toda la mañana así, caminando y comiendo dulces. Sherlock anotaba las palabras de la joven.
–Creo que eso es todo. –Dijo ella. Sentándose junto a él.
–Conoces a muchas personas. –Dijo él, viendo los nombres. Ella sonrió.
–Supongo. No todos me importan, pero esas personas son importantes para mi vida, si es que entiendes a lo que me refiero. –Él asintió.
Sherlock y la chica habían hecho una lista. Con el descubrimiento sobre el caso de Nine y la conexión con Moran, debían ser precavidos. Todas las personas que conocían eran potenciales víctimas. Sherlock tenía más que claro la gente que podía tener la mala suerte de verse envuelto en el caso, por lo menos por su parte. Rosalie, por otro lado no tenía muchos amigos, pero había mucha gente que podía ayudarle, sin esas personas ella estaría perdida. ¿Qué es de un criminal sin su red de contactos? Probablemente nada más que un simple vándalo.
John y Mary estaban informados sobre lo que estaba pasando, así que tendrían cuidado. Molly también había recibido una notificación por parte del detective, pero no estaban seguros si es que fuera a tomar la advertencia, pero el detective tampoco quería insistir más y arruinar las cosas. Lestrade tendría cuidado, pero no se veía preocupado, más bien molesto. Rosalie no pensaba avisar a sus contactos, pues eso podría perjudicarla, más bien los tenía vigilados. Nine ya tenía al culpable, pero tampoco podían hacer mucho sin saber en donde estaba Moran, de todas formas la chica estaba dispuesta a ayudar a los detectives en su búsqueda.
–Le envié un regalo a tu acosador. –Dijo Rosalie. Nine sonrió. –No debería seguirte más, si sabe lo que le conviene.
–En ese caso, dispones de todo mi tiempo. –Dijo la mujer. –¿Qué quieres que haga?
–Buscar a Sebastian Moran. –Dijo Sherlock. –Tenemos que llegar a él antes, a él y a todos los que lo rodean.
–Si se conectó a internet, lo encontraré. –Dijo ella, concentrándose en su pantalla nuevamente.
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Ambos dejaron a la mujer trabajar en paz, abandonando su departamento apenas ella comenzó a teclear como loca. Rosalie estaba segura que lo iban a atrapar. Tenía fe en su chica, ella era la mejor.
De momento estaban esperando algo por parte de quien fuera. Rosalie y Sherlock habían llegado a Baker e inmediatamente la joven había ido al "baño" en donde se había administrado otra pequeña dosis. No estaba orgullosa de lo que estaba haciendo, pero tampoco quería detenerse. El detective parecía ignorar lo que estaba pasando, o quizá ella era muy buena disimulando.
Usualmente tomaba una ducha, para que Sherlock no la viera inmediatamente, eso le daba un rato para nivelarse y actuar lo más natural posible. Además que seguramente el hombre tenía otras cosas en la cabeza antes de estar pensando que sustancias se metía ella en el cuerpo. Rosalie salió, ya vestida y seca, con la sangre llena de químicos, pero la cara de una mujer normal. Sherlock estaba escribiendo algo en su teléfono, concentrado en apretar las teclas a una alta velocidad.
