Deseo

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Los paramédicos habían vendado la herida de la chica, además de revisar que su cara no tuviera problema alguno, pues tenía algo de sangre por el golpe aún. Mycroft había cubierto todo lo que había pasado ahí, así que técnicamente ella no era culpable de nada. Todo había sido cosa de ellos. 

La chica camino a la ambulancia donde estaban vendando a Sherlock. John estaba a su lado, hablándole pero cuando la chica llegó ambos se quedaron en silencio. Rosalie supo que algo no estaba del todo bien, pero sin mayor indicio de que era realmente lo que pasaba, habló. 

–¿Están bien? –Preguntó ella. 

–Estoy bien. –Dijo John. –Quizá deba llamar a Mary. –Ella asintió al ver como el doctor se alejaba. 

–¿Hablaste con Mycroft? –Él asintió. –Bien... em ¿qué te dijo? 

–Quiere que vaya al hospital. –Dijo él. El paramédico había terminado y el detective se levantó para caminar lejos de la multitud. –Pero estoy bien. 

–Entonces ¿volverás a Baker ahora? –Preguntó ella. 

–No lo sé. –Dijo Sherlock. Rosalie mordió su labio, intentando enfocar el dolor en algo físico más que en su interior. 

–Ah. 

–Tú ve, necesitas dormir. –Agregó. –Te informaré que pasa con Sebastian y Rick. –Ambos estaban caminando aún, Mycroft estaba a unos pasos. –El auto de Mycroft te llevará. –Abrió la puerta del elegante auto, bajo la vigilancia del mayor. 

–¿Seguro? –Lo miró, esperando a que cambiara de opinión, pero él estaba seguro. Asintió. –Está bien. 

La chica se fue. No supo mucho de lo que paso tras su partida, pero estaba segura que entre los hermanos tenían las cosas bajo control. Tom escapó apenas pudo, pues por mucho que no hubiese sido participe de todo esto y simplemente una víctima más, seguramente no todos verían eso de la misma manera. La casera la recibió alegremente, preguntando por Sherlock y los detalles de lo que había pasado; ella dijo que un caso difícil había sido resuelto y que Sherlock estaba con John. Prefería no entrar en más detalles con la mujer, no quería acongojarla con su complicada relación con Sherlock o con lo terrible que había pasado hace poco. 

Una inmensa sensación de frío recorrió su cuerpo al entrar en el departamento. Las luces estaban apagas y no se lograba escuchar nada ademas de sus lentas pisadas al moverse. Todo estaba tal cual lo había dejado, pero no parecía lo mismo. Se sentó, con las piernas colgando del sofá y cerró los ojos. La había cagado, había hecho lo que menos quería hacer. Ahora él sabía como era realmente, conocía a la verdadera Rosalie. Tanto había luchado para ocultar esa parte de ella, aquella parte que ella misma detestaba pero que la hacía quien era. 

Sus piernas la llevaron a su habitación y casi por costumbre tomó la bolsa que contenía aquello que su cuerpo tanto pedía desde hace horas. Sus ojos miraban con deseo, pero en el fondo de su mente sabía que no debía hacerlo. Iba a apagar el dolor pero ¿por cuanto? no podía pasar el resto de su vida drogada para escapar de toda la mierda. 

...

El vómito finalmente cesó, dejando que la chica respirara en paz por unos segundos. Los últimos dos días habían sido los peores de su vida. Sherlock le había contado que Sebastian Moran estaba seguro en Sherrinford y que Rick estaba preso, a la espera de un juicio por sus crímenes dentro de la mafia y en contra de ellos, y que Mycroft se había encargado de dejarla fuera de todo. Ella estaba limpia en cuanto a las autoridades concernía. 

No había visto ni a Sherlock ni a John y menos a Mary en esos días. De hecho, no podría decir que había visto la luz del sol inclusive. Había tomado la firme decisión de dejar de meterse basura en el cuerpo, pero la abstinencia no era buena los primeros días. Era terriblemente difícil convivir con esa sensación de que algo falta, de que tu cuerpo te pide ese algo. Todas las sensaciones se sentían más reales, lo cual solo la hacía sentirse peor. 

Criminal (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora