La cuñada Weasley

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A la hora de la cena, no había rastros de Bella. Peeves estaba en el gran comedor arrojándoles comida a los de hufflepuff. Como si nada hubiera pasado.

- Supe que les quitaron treinta puntos a su compañera Bella. - Como era costumbre, Charlie se sentó con nosotras.

- Si, la pobre esta tan triste que se la pasó toda la tarde llorando. Es lo peor que le paso en la vida.

- Se lo merecía. - Sophie y Charlie la fulminaron con la mirada. - ¿Qué? Alguien la tenía que bajar del unicornio. - Yo seguía sin decir ni una palabra. Me sentía un poco culpable.

Las chicas terminaron su postre y se fueron hacia los dormitorios. Yo me quede con Charlie mientras miraba el ultimo pedazo de lemon pie que quedaba en mi plato.

- ¿Estas bien?

- Si. - dije sin levantar la vista.

-¿Y por qué estás así?

- ¿Así cómo?

- ¿No hiciste que Bella llegue tarde a clases, o si? - Levante mi mirada, lo vi a Charlie por unos segundos, luego desvíe mi vista a Fred, quien estaba comiendo un poco de tarta con merengue.

- ¿Es verdad que estas enamorada de Fred? - El tenedor hizo un ruido seco al chocar contra mi plato. - Creo que es un si.

- No... yo no...

- Tranquila. Es obvio porque quieres pasar más tiempo con él.

-¿Quién te lo dijo?

- Con el pasar de los años, uno se vuelve más sabio. - Y me guiño un ojo - Además... eres la única que quiere pasar tiempo con esos dos. - Ambos reímos.

- Por ahora. Espera uno o dos años... Voy a tener el numero 2750, en ese momento. - Charlie casi escupe su jugo de calabaza. - ¿Alguien más lo sabe? - Negó con la cabeza.

- Solo Megan y yo... Bueno Bella también. Pero como quieres volverte una bromista como ellos, nadie sospecha.

- Creí que todos la habían tomado en serio.

- No. Solo yo.

- Se que recién empezó el año, pero... es triste compartir solo un año juntos. - Charlie me regaló media sonrisa.

- Pensé que me odiabas, por no dejarte estar con tu novio.

- ¿Cuál nov...? - Por fred. - Cállate, Charlie.

- Cuando seas más grande, espero que seas mi cuñada. Solo les pido que sus hijos no salgan diablillos. - Casi nos reímos a carcajadas. Miramos a los gemelos mientras nos reímos - Yo tengo a dos de ellos. Ya con más en la casa, seria un infierno. Pero... lindos.

- ¿Por qué nos miran y se ríen? - Quería saber Fred. - ¿No estarás planeando una broma, ___? Se dónde vives.

- Cállate, Freddie. Y sigue comiendo.

- ¿Crees que cuando sea grande llegaremos a estar juntos?

- Eres una chica dulce, inteligente y creativa, por la broma que se te ocurrió para Slytherin. Además si ya eres linda, cuando crezcas más vas a ser hermosa. - Me sonroje con esas palabras. - Si tienes el nivel de locura que va a tener él. Seguramente llegaran lejos.

- Solo el destino lo sabe.

- Si tienen hijos, quiero ser el padrino de uno de ellos.

- Basta, Charlie.

- Pero el más lindo. El otro déjenselo para George. - No parábamos de reírnos.

- ¿De que tanto se ríen ustedes dos? - Nos preguntó George, al acercarse junto con Fred.

- Estábamos hablando de... la vida. - Los dos sospechaban.

Estuve un rato más y luego me fui del comedor. Fueron alentadoras las palabras de Charlie. ¿Quién tiene la suerte de que el hermano del chico que te gusta, te apoye en estar juntos algún día? Esa charla hizo que olvidara lo de Bella y Peeves, por un tiempo.

Mi vida en Hogwarts  1er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora