Adios, Charlie

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Últimos días. Mientras los gemelos seguían buscando los libros, decidí pasar esos últimos momentos con Charlie. A todas les llamó la atención que quiera hacerlo, pero sabía que lo iba a extrañar mucho, y no quería volver a casa sin antes pasar tiempo con él.

- Charlie.

- Ey. Hola, ___. Voy con Hagrid. ¿Quieres venir?

Lógicamente, acepté. Él pasaba gran parte con Hagrid. Siempre lo ayudaba en lo que podía. Me había contando de que aprendió mucho de muchas criaturas mágicas.

- ¿Estás lista para volver a casa? - Había empezado a ayudar a Hagrid con la huerta.

- En realidad... jamás me había preguntado eso.

-Veo que te sientes cómoda estando aquí.

- Si, se siente como un nuevo hogar.

- Para muchos estudiantes lo es. Hay algunos que las vacaciones les es una eternidad. No ven la hora de regresar.

- No se como me sentiré cuando vuelva a casa. Espero extrañar, pero no lo suficiente para herir los sentimientos de mis padres. No les gustó que no volviera a casa para navidad. Aunque no lo demostraron, porque sabían que lo hacía por Megan.

- Fue muy considerado de tu parte. No creo que se enojen por eso.

- Igual, se que extrañaré muchas cosas de este lugar. Aunque se que cuando vuelva todo, incluso tú Hagrid, estarán aquí. Excepto Charlie.

-Lo sé. Yo también lo extrañaré. Me ha ayudado mucho estos años con el cuidado de la huerta y los animales de la escuela. - Pude ver en la cara de Hagrid su tristeza al perder no solo un ayudante, si no un gran amigo.

- Si quieres, y me da tiempo, podría venir a ayudarte, aunque sea una vez a la semana.

- Seria genial, pero debes concentrarte en tus estudios.

- Pero en serio, quiero ayudar. - No muy convencido aceptó con una sonrisa, a pesar de que sus lágrimas brotaron.

- Gracias por ayudarnos. - Me dijo Charlie cuando entrábamos al castillo para ir a comer. - Voy a extrañar este lugar.

- Va a ser difícil estos seis años que me quedan, sin que alguien me cuide de los gemelos. - Charlie río.

- Solo no te dejes influenciar por ellos. Aunque te guste uno de ellos, no aceptes sus locuras. Pueden traerte problemas.

- Si, creo que si no me hubiese metido en problemas, tal vez estaríamos en primer lugar. - Mire los relojes de arena donde marcaban los puntos de cada casa. Estabamos muy lejos de lograrlo.

- El próximo año será.

- ¿Sabes quién te reemplazará como capitán en Quidditch?

- Oliver Wood.

- ¿En serio?

- Tú sabes que si este deporte fuera una chica, se casarían. Él será un gran capitán.

- Es ridículo.

- ¿Qué lo elija como capitán?

- No, que creas que Quidditch aceptaría casarse con Oliver.

- No seas mala - Charlie no paraba de reírse.

- ¿Qué? ¿Por qué me miran?

- Por nada - Dijimos a dúo, antes de que Oliver sospechara.

-Te extrañaré. - No sabía a quien le decía, hasta que de golpe clavo su mirada en mí. - Eres como una hermanita menor para mi.

- Cuando estes en Rumania, podremos escribirnos.

- Por supuesto que lo haremos. Me tendrás al tanto de como van tus estudios... Y en que otro lío se meten estos dos. - Señaló a Fred y George, que estaban comiendo a unos metros de donde estábamos nosotros.

- ¿No es peligroso están con dragones?

- Es más peligroso estar con los magos y brujas. Son unos animales fantásticos. Solo debes conocerlos. Cualquiera de ellos tiene su propia... magia.

- Si te vas a ver a los dragones, espero que nos envíes alguno. - Megan se nos había unido.

- Si lo pudiera hacer, creo que serias la última a quien se lo mandaría.

- ¿Por qué?

- Creo que los entrenarías para aplastar personas o quemar lugares. - Todos nos reímos.

- Lo primero que quemaría es la tarea.

Nos fuimos a dormir pensando que cosas se podrían hacer con dragones. Megan pensaba quemar los libros de Bella. Seguramente terminaría en la enfermería con un ataque de nervios.

- Extrañaré a Charlie.

- Te quedan dos Weasley más. Tu novio, y el que se le parece.

- No... No son... No es lo mismo.

- Te pusiste nerviosa con ese comentario.

- Basta. ¿Tú no lo extrañaras?

-Si, pero trato de que no se de cuenta.

Los últimos dos días, Megan y yo la pasamos con Charlie. Pasamos nuevamente en la huerta de Hagrid. Luego estuvimos en el lago, donde él nos contó los animales que había en el lugar. No pensábamos aprender más cosas después de terminar las clases, pero lo hicimos.

- Volví a clases a la fuerza. - Megan protestaba con una sonrisa, cuando volvíamos al castillo.

- Se que lo extrañarás - No dijo nada, mientras sus mejillas se ponían rojas.

Mi vida en Hogwarts  1er añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora