Llegamos a Buenos Aires, el 15 de Diciembre, para quedarnos hasta año nuevo y después irnos a algún lado.
Y como no armamos el árbol de Navidad en casa, porque no estamos ahí desde hace días, Paulo decidió armarlo en la casa que nos quedaríamos por unos días hasta viajar a Córdoba para pasar Navidad y el 27 volver nuevamente.
Sacamos todo y lo dejamos sobre el suelo para empezar a armar esta cosa.
-Deja al niño Jesús, nena -miro a Gianna.
-Ahora agarra a José -Paulo ríe.
-Dejá a José, Gianna -se lo saco despacio de la mano.
-Y agarró a la virgen -Paulo ríe más fuerte.
-Que pendeja loco, no querida -la miro intentando no reír.
Me mira mal y amaga para agarrar un reno. Yo la mato a esta nena.
-Paulo, llevatela -lo miro.
-Dejala ahí.
-La dejo pero la cuidas, agarra todo la pendeja.
-¡Llegó el tío más lindo! -grita Ezequiel con unas bolsas en la mano.
-El más feo diría yo -dice Paulo parando el árbol.
-Callate pendejo que te ahogo en la pileta.
-Tio, mia -dice Gian mostrándole al niño Jesús a mi hermano.
-Y la wachita lo se rinde, va y lo agarra de nuevo -Paulo me mira-. Sofía, decile algo.
-Algo Gianna -digo abriendo las cajas de las pelotitas, Paulo me mira mal y lo miro-. Decile las cosas vos hermano, sos el padre.
-Las cosas vos hermano, sos el padre -rie fuerte.
-Sos un pelotudo -suspiro.
Es un nene más ¿Se dan cuenta?
Le pongo los dibujitos a Gianna y ella por fin se tranquiliza junto a Azul, Tomás ni bola nos da; vió la pileta y se metió de cabeza.
El calvario empieza cuando termina el programa, vuelve el terremoto.
-Veni gorda, te voy a envolver -Paulo agarra a Gian.
-¿Que vas haces? -lo miro.
-La voy a envolver en luces así deja de joder.
No le digo nada y dejo que haga lo que quiere, con tal de que se calmen los dos.
Cuando por fin terminamos, limpio todo mientras todos están en la pileta salvo Paulo que fue a ver quién tocó el timbre.
-¿Quién era? -lo miro.
-Esto -me muestra un sobre.
Lo abro yyyyy me voy a poner a llorar de la emoción.
Un casamiento más, lloro.
-Acá dice que la invitó a Oriana -lee la invitación.
-No vas -lo señalo.
-Mentira, te amo -ríe y me besa-. Mira si la va invitar después de todo lo que pasó.
-Amo porque todos se casan y yo ni en pedo lo haría -leo la tarjeta.
-Ya nos vamos a casar, vos esperá.
Él se va a la pileta, mientras yo leo la otra parte de la tarjeta. Mis bebés que estuvieron para mí en uno de los peores momentos y también para Gianna durante sus cortos años de vida, siempre con ella amándola.
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Subo a dejar la invitación encima de mi mesita de luz, me pongo una bikini con un short y bajo al patio.
-¿La cheta de Nordelta vive por acá? -pregunta Ezequiel.
-¿Estamos en Nordelta? -pregunta Paulo.
-No se, y si -Yanina les contesta a ambos.
-Se muere si los ve a ustedes tomando tereré en una reposera y a estos insoportables -me saco el short y me meto a la pileta.
Relax porque mañana tengo que ir a PH y encontrarme con cierta persona, disfrutemos la paz.
