21 | Paulo Dybala

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Hoy los chicos jugarían su pase a la semifinal de la copa mundial, ellos están de lo más tranquilos y yo que casi ni dormí.

Ah, otra cosita, un detalle; si pasamos jugamos contra Francia. Hermoso todo.

–¡Gianluca! —le grita el Kun a mi hijo y él lo mira—. Sos lindo wacho eh... ya tenés un año.

–Salio al padre —habla Paulo y lo miro.

–Ahre —Sergio lo mira riendo.

–Boe pelotudo —lo mira mal.

–Vamos —Scaloni nos mira a todos.

Beso a mis dos hijos y voy al micro, al subir me siento sola al principio ysi no quiero que nadie me joda encima muero de calor.

Al llegar al estadio, bajo primera y entro al mismo.

–Estamos en una época del año en la que se bebé mucho —habla x persona en la televisión.

–Sofía, Sofía Lavezzi te llaman —Marcos me mira y luego señala la tele.

–Callate tarado.

Agarro un pantalón de selección y la remera de la misma para ir a cambiarme, abajo de esto me pongo un top de gimnasia.

Al terminar, con los chicos salimos al campo a pre calentar. ¿En qué momento me empezó a faltar gente acá? Por dios, y lo peor es que este es el último mundial de algunos.

Paulo se levanta la remera y se seca con esta. Orgasmo visual... ¿Existe eso? Ni siquiera estoy muy segura.

–Ay mojame la cabeza —Ezequiel se toca la nuca.

–Estas hirviendo, bro.

–Hace banda de calor, sis —habla obvio.

–Mira, cuando ganemos nos sacamos la camiseta y la tiramos al público —habla el Kun.

–La cara de Sofi —Leo me señala.

–Es una cosa increíble —le tiró la pelota a Franco para que la ataje—. Si van a penales díganme a mi.

Cuando terminamos de pre calentar, ellos entran y junto a Scaloni juntamos todo lo que usamos y lo guardamos, entro al túnel y saludo a todos los titulares con la mano. Es como una tradición.

Luego salgo y me siento en mi lugar.

Ambos equipos salen de la mano de algunos nenes, Paulo tiene a upa a Gianluca y Giovani a Mia, los dos están en al lado, Mia mira a Gian y Paulo mira a Giovani riendo para luego decirle no se que. Ya me veo en unos años con estos dos juntos y me mato.

Los chicos se van, y todos se ponen en posición para que el partido comience.

Ojalá a estos ingleses de mierda el orto les quede como nos quedo a nosotros en el mundial 2018 cuando jugamos contra Francia y como le quedó a Brasil cuando jugó contra Alemania en 2014. Si, de la peor manera.

[...]

–Hace que caliente Giovani —Scaloni me mira cuando ya estamos en alargue.

–Gio, vamos.

Que caliente solo ahre ysi yo estoy demasiado nerviosa viendo el partido EMPATADO siendo que en quince minutos termina.

Calienta rápido y ya se va al lado del DT para entrar, me quedó al lado de Scaloni para ver lo que resta mientras él analiza un par de cosas.

Este chabón que no se como mierda se llama, agarra la pelota y corre por toda la cancha hasta llegar a nuestro arco y pegarle. Boe la re yuta madre tanto nos van a cagar el mundial.

El gol es efectivo y si, vamos perdiendo.

–Dale negro, volver rápido —miro al Kun.

–¿Cuánto falta?

–Cinco.

El corazón se me va salir del pecho, real. Y como si dios nos mandó al salvador del mundo, Leo comienza hacer magia y mete el gol del empate.

Lo festejamos con tantas ganas por dios, Argentina te amo.

El tiempo termina y todos entramos a la cancha a ver a los chicos que están tirados en el césped cansados.

Varios se quejan del calor que hace, así que agarro una botella de agua y les tiró un poco en la nuca y cabeza así se refrescan un poco.

–En la cabeza —miro a mi hermano y le tiró agua, él se sacude—. Ay Ezequiel, estúpido me mojaste toda.

–Aflojame las piernas.

Le agarro las piernas y comienzo a sacudirselas, cómo van a dormir estos pibes hoy que bueno así no joden.

Armamos el esquema de penales, quienes los van a patear el orden y demás.

Y como hice en el mundial 2014 cuando fuimos a penales con Holanda, voy a sentarme sola en el banco de suplentes mientras están todos sobre la línea de la cancha.

Si es que existe algún Dios, que nos ayude por favor.

–Veni, pero te paras acá —Scaloni me mira y me pone entre Giovani y Marcos.

–¿Paulo? —lo miro mientras se acerca al punto penal—. Lo erra y lo mato.

–Cerrale el culo a todos pendejo —habla Scaloni.

Ojalá lo haga, ojalá le cierre la boca a todos los que hablaron de él.

Antes de patear besa el tatuaje donde tiene el nombre de su hijos y toma distancia. Por dios.

Cierro los ojos y recién los abro cuando escuchó el grito de la gente que me rodea, lo que significa que si metió el gol.

Ellos me dijo sola a mi, a mi emoción y a mi llanto. Me siento en el piso y miro a los chicos mientras suelto unas cuantas lágrimas.

Al minuto me paro y voy caminando hacia los chicos, como no encuentro a Paulo abrazo a todos los demás y ni me interesa la transpiración que tienen encima.

Cuando encuentro a Paulo lo abrazo sonriendo para luego darle un corto beso. El se saca la camiseta y me la da a mí, creo que es la primera o segunda que tengo de él.

Yo me saco la mía y me pongo la que me dió aunque este toda mojada, me importa nada. La que tengo en la mano la tiró a la tribuna.

Semifinalistas después de ocho años y Francia nos espera.