21 | Paulo Dybala

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Como hoy a la noche nos vamos a Argentina, estoy preparando mi valija y la de Gianna, la cual se va con mi mamá. Cuando termino, me saco la bata de baño y me visto con el equipo de la afa para luego maquillarme normal.

El timbre suena y bajo las escaleras y corro hasta la puerta. Paulo está ahí con Gian de la mano, sonrió y alzo a mi hija dándole muchos besos en su carita. Paulo me mira sonriendo para luego besarme.

Entramos y bajo las valijas al living.

–Ya está bañada la gorda —Paulo alza a su hija—. Hizo un desastre.

–Como siempre cuando se baña.

Cambio de ropa a Gian por algo más cómodo y subimos al auto para ir hasta el aeropuerto.

Cuando llegamos, saludo a los que están y le entrego el paquete a mi mamá.

–Ay dios estos pelotudos —miro al grupo del Kun.

–Ay te extrañé —me abraza.

–Yo no.

–Boe estúpida, anda a poner la ubicación de Bahamas mientras estás con tu wacho en Córdoba —lo miro mal—. ¿Es verdad o no?

–Totalmente falso.

–¡Bombón! —grita el Tucu.

–Aaaa bebé —lo abrazo.

–¿Mi hija?

–Con la abuela.

Digo y me voy a saludar a los demás, hay solo dos o tres que nunca había visto, después están los viejos y los que están entre medio.

Al subir al avión, me siento sola porque los odio ahre no mentira, los quiero un poco.

–Falta Sofía —habla Scaloni.

–Estoy acá —levanto la mano.

–Es que es tan fantasma —habla Paulo.

–Callate estúpido —lo miro mal.

[...]

Cuando llegamos al hotel, subo a la habitación y desarmo la valija. Me cambio de ropa por un short y un top deportivo, arriba me pongo una remera y las zapatillas. Bajo a la recepción y ahí están todos para ir a entrenar.

Cuando llegamos al predio de la AFA, bajo última del micro y camino hasta la cancha con el sol pegando recontra fuerte.

Los chicos comienzan a trotar por todo el predio mientras yo preparo las cosas. Luego paran para hidratarse.

–¡Qué cuerpazo —grita Leo.

–Callate estúpido —lo miro.

–Sofi, vení —Scaloni me llama y voy.

–¿Qué pasa?

–Él es nuevo, recién llegó por problemas con el avión —me señala a un chico rubio de ojos claros al cual saludo con un beso en el cachete—. Ella es la preparadora física y la mayor parte del tiempo los chicos están con ella.

–Lastimosamente —digo y él ríe.

–Yo me voy con los chicos que estan boludeando —Lionel me mira y asiento—, hacelo entrar en calor y ya lo presentamos y eso.

–¿Cómo te llamas? —lo miro.

–Juan... Foyth.

–¿Dónde jugas?

–Hace poco juego en el Tottenham —me mira y comenzamos a caminar.

–Bueno... vas a empezar corriendo siete minutos, hacemos algo con la pelota y ya te reincorporamos con el equipo ¿Dale?

–Dale, gracias —asiente sacándose el buzo de la AFA.

Mientras él corre y los otros siguen boludeando, con el DT armamos algunas cosas para que por fin hagan algo.

–So, me mandaron con vos porque dicen que no hago nada —Paulo me mira.

–¿Quien te mandó? —lo miro.

–Scaloni...

–Mentira, anda con él —señalo al DT.

–¡Paulo, deja de chamuyar y vení! —grita Scaloni.

–Me dijo que le dijiste que venga conmigo —lo miro.

–Nunca dije eso.

–Boludo, me dijiste que venga con ella —Paulo me señala.

–Me decís boludo y te cago a pelotazos —Lionel lo señala riendo.

–¿Qué hacemos? —lo miro.

–Hacete cargo del paquete —señala a Paulo.

–Mi peor pesadilla, dios...

–Bueno, vení Paulo que hay trabajo para vos —lo llama Scaloni.

–Ya que no quieren hacer nada y boludean haceles hacer físico.

–Sofia, la puta que te parió hermana —el Kun me mira.

–No nena, no —Leo se queja.

Lionel les hace hacer físico y ellos me putean mientras yo me encargo del otro chico.

Cuando termino con él, esperamos a que el resto del plantel termine y todos nos ponemos en ronda.

El Kun me hace fuck you al igual que mi hermano. Dos nenes.

–¿Quién es ese? —Paulo mira a Foyth.

–Tanto porque el otro día te metió un gol —Leo lo mira.

–Chupala.

–¿Pueden ir hacer algo? Gracias —los miro.

Cuando terminamos de entrenar vuelvo al hotel y me baño. Hace demasiado calor, creo que me muero.